¿Por qué el cerebro necesita ejercicio?

El ejercicio físico genera cambios a nivel anatómico y funcional en nuestro cerebro, mejorando la vida de las personas que lo practican con frecuencia. Ahora, ¿sabes en qué áreas tiene una influencia mayor? ¿A quiénes afecta más y quiénes se benefician más de él?
¿Por qué el cerebro necesita ejercicio?
María Paula Rojas

Escrito y verificado por la psicóloga María Paula Rojas.

Última actualización: 24 febrero, 2020

Desde hace tiempo sabemos que el ejercicio es un pilar para una vida sana. Mostrando ventajas a nivel físico, social y psicológico, dando pie a una mejora en la calidad de vida. Sin embargo, las investigaciones relacionadas con los ventajas del ejercicio físico en el cerebro han encontrado aún más beneficios de los que quizás nuestra intuición podría adelantar.

Aun así, en la actualidad, este tipo de actividad ha disminuido notablemente. Esto se debe a los cambios que han sufrido aspectos en nuestra vida, como son las actividades de ocio, donde la revolución tecnológica se ha dejado notar. En este caso, hablaremos de las ventajas y de por qué el cerebro necesita del ejercicio. Dando a entender la importancia de tener un cuerpo y una mente activa.

Mujer haciendo deporte

¿Qué cambios genera el ejercicio físico en el cerebro?

Investigaciones recientes han encontrado que el ejercicio genera cambios a nivel físico y funcional, creando ventajas en el desarrollo y la adaptación de nuestro cerebro. Como resultado, mejora la manera de realizar las actividades previstas. Uno de los aspectos que se ha visto modificados es el aumento de los neurotransmisores, especialmente de la dopamina, noradrenalina y las endorfinas. Como resultado, aumenta la sensación de bienestar y, por ende, incrementa la motivación para realizar cualquier tipo de actividad.

El aumento del flujo sanguíneo cerebral es otra de las ventajas del ejercicio físico en el cerebro. Esto se debe a que, por la actividad motora, hay un aumento en la demanda energética de partes del cerebro involucradas, como la corteza premotora, la motora suplementaria y la sensoriomotora.

Por lo tanto, aumenta la demanda de oxígeno en estas partes, lo cual se suple por medio de la sangre. A raíz de esto, se produce una ventaja en el rendimiento cognitivo general. Esto da pie a que se aprenda o se realice de mejor cualquier tipo de actividad.

Ventaja del ejercicio físico en el cerebro: neurogénesis plasticidad neuronal

Como sabemos, los procesos de neurogénesis (nacimiento de nuevas neuronas) y la plasticidad cerebral (modificación y potenciación de las sinapsis neuronales) son importantes para la adaptación y aprendizaje de nuevos conocimientos. De ellos depende que podamos conocer nuevas actividades y mejorar en nuestro desempeño diario.

Múltiples investigaciones han encontrado que hay una activación y regeneración neuronal por medio de la oxigenación como consecuencia del ejercicio físico. A través de técnicas de neuroimagen se ha encontrado que este proceso se da de manera especial en el hipocampo. Esta zona se encarga de la consolidación del aprendizaje y la memoria. Por lo tanto, la actividad corporal ayuda a que se mejoren estas funciones. Asimismo, se observa que por medio de esta estimulación externa hay una creación de nuevas neuronas y, por ende, aumenta aún más esta capacidad.

Sin embargo, esta plasticidad no solo se ve en el hipocampo, sino que el proceso se repite en varias partes de nuestro cerebro. Esto genera cambios tanto químicos como eléctricos en las sinapsis de nuestras neuronas cerebrales. Variaciones que se reflejan en un aumento de la actividad cerebral en partes como el lóbulo frontal, la corteza parietal, el giro cingulado, entre otras. Por lo tanto, se observan beneficios en el resto de funciones cognitivas, como la atención, el lenguaje y las funciones ejecutivas.

El ejercicio físico una ventaja para la salud mental

En estudios realizado actualmente, han encontrado múltiples beneficios del ejercicio físico en la salud mental. Entre las principales se encuentran:

  • Mejora del estado de ánimo: por la actividad física se aumenta la circulación sanguínea, lo que influencia el eje hipotalámico-hipofisiario-adrenal. Por lo tanto, ayuda al manejo adecuado de estrés. Asimismo, contrarresta el estado de ánimo negativo.
  • Patrón de sueño: por medio del ejercicio, se ayuda a regular los ciclos de vigilia-sueño, lo que mejora notablemente la calidad de sueño
  • Autoestima: el deporte mejora la percepción física de la persona y por lo tanto, hay un aumento de la autoestima. Asimismo, ayuda a combatir el aislamiento social y da seguridad para hacer otras actividades.
  • Afrontamiento y reducción del estrés: por medio de la actividad física aumenta la energía y la alerta mental. De igual manera, refuerza el desarrollo de estrategias de afrontamiento efectivas y positivas ante situaciones adversas.

El ejercicio físico como protector del cerebro de los adultos mayores

Como ya hemos visto, son muchas las ventajas del ejercicio físico en el cerebro. En el caso de los adultos mayores, se convierte en neuroprotector. Así, las actividades físicas protegerían del deterioro que puede presentar este órgano con el paso del tiempo. De igual manera, ayuda a disminuir el impacto de otras enfermedades que se pueden sufrir por la edad.

En general, para mover el cuerpo mientras se hace ejercicio se necesita una activación generalizada del cerebro. Esto se debe a que cumple varias funciones, como:

  • Coordina el movimiento de los músculos para la actividad.
  • Controla las funciones corporales para que los músculos funcionen correctamente.
  • Impulsa el aumenta del flujo sanguíneo.
  • Maneja el consumo de glucosa.
  • Supervisa la respiración y el ritmo cardíaco.
Cerebro iluminado con color azul

Ejercicio en la depresión y la ansiedad

Como se ha evidenciado, hacer ejercicio tiene beneficios psicológicos para las personas sanas. Además, este efecto se ve de manera más significativa con aquellas personas que presentan algún diagnóstico psiquiátrico. En este caso nos enfocaremos en la ansiedad y la depresión.

En cuanto a la ansiedad, la actividad física aumenta la liberación de endorfinas. Estas tienen un efecto en el eje que maneja el estrés, haciendo que este disminuya. Como consecuencia, se pueden manejar de manera más fácil los síntomas característicos de este trastorno, como lo es inquietud, irritabilidad, hiperventilación, entre otros. Asimismo, facilita que la persona gane control sobre las sensaciones que rodean al trastorno.

Por otra parte, tenemos la depresión. En este caso, la influencia del ejercicio en el hipocampo aumenta los niveles sanguíneos e interviene en la producción de neurotransmisores que influyen en este trastorno. Por lo tanto, ayuda en la mejora de los síntomas y como consecuencia, aumenta la sensación de bienestar en la persona con depresión. Por lo tanto, es parte del tratamiento multidisciplinar para el manejo de este trastorno.


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