¿Por qué nos cuesta expresar sentimientos?
Los sentimientos son una parte fundamental del mundo interior de todo ser humano. Nos ayudan a interpretar el mundo y a comprendernos a nosotros mismos. Sin embargo, no constituyen únicamente una experiencia interna, necesitan ser compartidos con otras personas. Cuando somos incapaces de expresar sentimientos la frustración y la insatisfacción aparecen en el horizonte.
¿Por qué nos cuesta tanto hablar sobre lo que sentimos?. Los motivos son múltiples y pueden tener su origen en experiencias tempranas. No obstantes, si encontramos la fuente de nuestra incapacidad podremos tomar medidas. Nunca es tarde para aprender a gestionar nuestros sentimientos.
¿Aprendimos a expresar sentimientos?
Frecuentemente los motivos de nuestra reticencia a expresar sentimientos se remontan a la infancia. Nuestro temperamento influye en la mayor o menor tendencia a abrirnos emocionalmente a los demás, pero las primeras experiencias vitales también juegan un papel crucial.
Crecer en una familia que considera que mostrar sentimientos es señal de debilidad, nos conducirá a reprimirlos. Los niños que recibieron rechazo o humillación por parte de sus allegados al expresar emociones, aprendieron a no volver a hacerlo. Igualmente, quienes obtuvieron la indiferencia como respuesta adulta ante sus emociones, interiorizaron que mostrar cómo se sentían era inútil.
Para desarrollar una correcta gestión emocional es necesario contar con modelos adecuados. Se necesitan unos padres conscientes, amorosos y comprensivos, dispuestos a escuchar y a guiar al niño en el manejo de sus sentimientos.
¿Por qué nos cuesta expresar sentimientos?
Más allá de los orígenes de esta situación, existen varios motivos por lo que, aún de adultos, seguimos siendo incapaces de expresar sentimientos. No podemos revivir nuestra infancia de una forma diferente pero sí podemos abordar las causas que hacen que, hoy en día, el problema se mantenga.
Baja autoestima
Quienes no cuentan con una autoestima sana pueden sentir que no tienen derecho a expresarse o a reclamar. Piensan que lo que ellos sienten no es importante y, por ende, lo mantienen para sí mismos. También es posible que el miedo al abandono les impida sacar a la luz sus verdaderas emociones. Muchas veces no se expresan sentimientos por miedo a que, al hacerlo, la otra persona se moleste y nos retire su cariño.
Por otro lado se encuentran aquellas personas que no expresan sentimientos como un mecanismo para preservar una autoestima frágil. Cuando se vive con una coraza que esconde un gran miedo al rechazo, expresar emociones resulta un ejercicio demasiado arriesgado. Muchas personas prefieren levantar un muro alrededor de sus sentimientos que, si bien les protege, también les aísla.
Falta de asertividad
Expresar nuestros sentimientos debería ser una experiencia gratificante y enriquecedora a través de la cual permitimos que el otro nos comprenda y actúe en consecuencia. No obstante cuando no sabemos cómo expresarnos, es común que optemos por callar para evitar conflictos.
Tal vez en el pasado, al compartir nuestras sensaciones internas generamos una disputa o un malentendido. Seguramente la respuesta del otro no fue lo que esperábamos y ante tal panorama decidimos, a partir de ese momento, utilizar evasivas y excusas en lugar de expresar la verdad.
Inteligencia emocional
La inteligencia emocional es la capacidad de identificar, comprender y expresar sentimientos. Muchas personas son incapaces de expresar lo que sienten, simplemente por que no lo saben bien. Seguramente no posean un vocabulario amplio y adecuado sobre emociones y les resulte verdaderamente difícil identificar qué sentimiento están experimentando. Sin esta base, es prácticamente imposible comprender, gestionar y compartir con otros nuestro mundo interno.
Negación
Así mismo, también se da el caso de personas que no logran expresar lo que sienten porque pretenden a toda costa ocultar o negar la existencia de emociones como la tristeza o el enojo. Para estas personas este tipo de experiencias emocionales son negativas y deben ser suprimidas en lugar de expresadas, pues esto puede reflejar debilidad o falta de autocontrol. Este tipo de creencias irracionales hace que haya para quienes es difícil permitirse abrirse a los demás, manifestar su frustración o pedir ayuda cuando lo necesitan.
¿Cómo comenzar a expresar sentimientos?
Compartir nuestras vivencias internas es saludable y muy necesario. En primer lugar para liberarnos y a continuación para permitir que los demás sepan qué sentimos y necesitamos de ellos. Por ello, si sufres dificultades para expresar tus emociones y quieres revertir esta situación, ponte manos a la obra.
En primer lugar es necesario que trabajes tu autoestima, una vez que te ames y te aceptes no tendrás miedo al enfado o al rechazo de los otros. A continuación trata de ampliar tu vocabulario emocional, adquiere nuevas palabras para expresar tus sentimientos; salir del “me siento bien” o “me siento mal” facilita mucha la comunicación sentimientos.
Finalmente adopta una actitud asertiva a la hora de dirigirte a otros. Expresa tus opiniones, deseos y necesidades con libertad y sin miedo, pero sin herir o dañar a tu interlocutor. De esta forma evitaremos malos entendidos.
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