¿Por qué nos gusta cantar en la ducha?
La explicación podría encontrarse en la ciencia, concretamente, en la ciencia del sonido. Y es que el comportamiento de las ondas sonoras es diferente en la ducha, lo que hace que tengamos la percepción de que cantamos mejor dentro de ella.
Hay más razones; por ejemplo, en la ducha no sentimos tanta vergüenza porque nadie nos escucha, y nos podemos “venir arriba” o automotivarnos. Y, por otro lado, en la ducha nos sentimos libres, es nuestro momento de desconexión, en el que aprovechamos para cantar, algo que nos libera y nos produce bienestar.
Cantar bajo la ducha: por qué nos gusta tanto
Encontramos diferentes explicaciones que responden a la cuestión de por qué nos gusta cantar en la ducha. Desgranamos las más importantes.
1. Tenemos la percepción de que cantamos mejor
Debajo del agua y metidos en un cubículo tenemos la sensación de que cantamos mejor, y esto podría explicar por qué nos gusta cantar en la ducha. Pero, ¿por qué sucede esto?
Albert López lo describe muy bien en su libro Ya está el listo que todo lo sabe: una curiosidad para cada día del año (2017). Explica que cuando estamos en la ducha el comportamiento de las ondas sonoras varía en función de su frecuencia. De esta forma, las ondas más agudas tienen suficiente energía como para ser absorbidas y “atravesar” las paredes del baño; en cambio, las ondas más graves rebotan, haciendo que regresen a nuestro oído y dándonos la sensación de tener una voz más potente.
No nos damos cuenta de que desafinamos
Las personas tendemos a desafinar más en las notas agudas y, por ello, la balanza se inclina hacia aquellas partes de la canción en las que, literalmente, “damos más la nota”. Es decir, desafinamos, pero no nos damos cuenta.
Y esto nos hace creer que estamos siguiendo la melodía sin incorporar notas que poco o nada tienen que ver con ella. Por esta razón, quienes tienen las voces más graves y se ponen a cantar en la ducha notan en mayor medida su “superpoder” musical.
Las notas temblorosas se reducen
Por otro lado, las paredes de la ducha (que se “comportan” diferente en función de si la nota es aguda o grave) también cumplen otra función, que es la de generar reverberación. Esto quiere decir que las notas más temblorosas que emitimos se estabilizan (desaparecen o se reducen), cosa que también ocurre con los micrófonos de los karaokes, por ejemplo. En cambio, si cantamos fuera de la ducha, estas notas temblorosas no desaparecen (de ahí que percibamos nuestra voz de forma más realista).
Por todo esto, al sentir que cantamos mejor, ¡quizás también nos motivamos a seguir haciéndolo! Aunque, ojo, eso no significa que necesitemos sentir que cantamos bien para disfrutar haciéndolo. De ahí que haya más explicaciones a por qué nos gusta cantar en la ducha.
2. La ducha: un momento de desconexión
Más allá de lo que dice la ciencia, lo cierto es que la ducha es un momento de desconexión para muchos. Es donde podemos liberarnos de tensiones y disfrutar de un buen baño (o ducha) de agua caliente. En ese momento es más fácil que seamos nosotros mismos y nos destensemos. Y una forma de hacerlo es a través de la música, de cantar. Esto también explicaría por qué en la ducha nos sentimos más relajados para hacerlo.
“La música es la taquigrafía de la emoción”.
-León Tolstoi-
3. Perdemos la vergüenza
Otra razón de por qué nos gusta cantar en la ducha es la pérdida de la vergüenza. Tanto si cantamos mal como si cantamos bien, hay personas que tienen vergüenza de hacerlo en público. En cambio, en la ducha no hay público; estamos solos con nosotros mismos, tenemos privacidad e intimidad. Y por ello, es más fácil también hacerlo, porque perdemos la vergüenza.
Beneficios de cantar bajo la ducha
Si te gusta cantar bajo la ducha, independientemente de si se te da bien o mal, debes saber que puede ser algo muy positivo para ti. Partiendo de la base de que si lo haces es porque te apetece, esto ya es algo bueno. Y además:
- Al ser una actividad placentera, el cerebro libera endorfinas.
- Mejoras tu respiración, ya que al cantar se tonifican los músculos abdominales e intercostales y el diafragma, lo que es beneficioso para respirar mejor.
- Al cantar, la circulación sanguínea mejora y llega una mayor cantidad de oxígeno al cerebro.
- Mejora el estado de ánimo.
- Te permite liberarte del estrés y relajarte.
- Puede ser un momento divertido.
- Al fin y al cabo, hacer cosas que nos gustan forma parte del autocuidado.
Y tú, ¿también eres de los que canta bajo la lluvia? ¿Conocías sus beneficios y su explicación?
“La música es amor buscando palabras”.
-Lawrence Durrell-
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- López, A. (2017). Ya está el listo que todo lo sabe: Una curiosidad para cada día del año.