¿Por qué recordamos mejor lo que leemos en papel?
El texto digital ha llegado para quedarse. En lo que se refiere a literatura, muchas personas aprovechan que los libros electrónicos son más económicos (a largo plazo) que los impresos. Lo mismo ocurre con periódicos, blogs, páginas de información y muchos formatos más. Sin embargo, los estudios confirman que recordamos mejor lo que leemos en papel.
¿A qué se debe esto? Lo cierto es que hay muchos factores implicados, desde la propia respiración del lector hasta la cultura de lo inmediato y lo simple. La división de opiniones entre los partidarios del papel y los de la pantalla ha llevado a querer desentrañar las diferencias de la lectura en un medio y otro, pues lo digital está ganando fuerza inexorablemente.
A continuación, encontrarás algunos de los resultados de estas investigaciones. Desde el tiempo que pasa la mirada en cada palabra hasta la activación del córtex. Hay mucho que aprender, así que ¡no te lo pierdas!
El mundo online y la lectura en diagonal
Uno de los primeros medios en volcarse al mundo digital fue el de los periódicos. Muchos de ellos, aunque se siguen vendiendo en papel, cuentan con su versión digital. Más accesible, más inmediata y, en cuanto a procesamiento, menos profunda.
Esto es lo que detectaron en un estudio publicado en 2013. Al presentarle la misma versión del New York Times a 2 grupos de estudiantes, aquellos que lo leyeron en papel fueron capaces de recordar mayor número de noticias. ¿A qué se debe esto si son los mismos artículos?
Los autores argumentaron que este efecto se produce por la naturaleza de la plataforma. Online, las noticias son efímeras: aparecen y desaparecen, se encuentran repetidas en otros portales de internet y son fácilmente recuperables cuando se pierden de vista. Además, las jerarquías en cuanto a importancia de cada noticia son cambiantes, no como en un periódico en papel.
Estas características tienen un efecto sobre el lector: siente que hay menor necesidad de recordarlas cuando son online. Puesto que su relevancia no es fija, se pueden leer en cualquier momento. Además, los dispositivos electrónicos se suelen utilizar mientras se realiza otra tarea o actividad (como ir en metro o desayunar); así es más fácil que se olviden o que se lean en diagonal.
Lectura, respiración y activación cortical
La comprensión lectora también se ve afectada por el formato en el que viene la información. En otro estudio, llevado a cabo en la Universidad de Showa (Japón), se midieron 3 variables: el entorno visual, la respiración y el rendimiento cognitivo. Los sujetos leyeron extractos de textos en formato digital e impreso para comparar los resultados.
Pues bien, lo que se encontró fue que leer en un soporte digital dio lugar a un rendimiento más bajo que en el papel. En realidad, lo que llamó la atención de los investigadores no fue este resultado, sino la variable de la respiración.
Tanto en papel como en smartphone se encontró que la respiración de los lectores se volvía más rápida y superficial, al tiempo que la actividad del córtex prefrontal aumentaba. Sin embargo, un detalle saltó a la vista: los suspiros eran menos frecuentes cuando se leía en un medio digital.
Los suspiros aumentan a medida que la carga cognitiva aumenta. Para que el conocimiento se asiente y se procese adecuadamente, es necesario que la corteza cerebral no se sobreexcite. Esto es exactamente lo que pasaba al leer un medio digital: al inhibirse los suspiros, la carga cognitiva aumenta y dificulta la comprensión lectora.
La experiencia lectora y la adquisición de vocabulario
La lectura es un medio enormemente útil para comprender una explicación, ya que permite a la persona regularse en función de la dificultad del texto. Es posible retroceder, volver a leer lo que no se comprende o dedicar más tiempo a pensar sobre ello sin que la información desaparezca (como ocurriría con un mensaje auditivo).
Sin embargo, leer online tiene diferencias sustanciales con lo plasmado en el papel. La más importante es la adecuación del lenguaje a un formato simple, universal y corto, en el que escasean las palabras complejas y las frases largas e intrincadas. En internet se prioriza la velocidad, la navegación y la multitarea.
Esta escasez de complejidad en el lenguaje da lugar, a largo plazo, a una dificultad para mantener la atención en los textos extensos, como serían las entradas de blog o los libros electrónicos. El imaginario, el vocabulario y la comprensión no se desarrollan al mismo nivel que basando una educación lectora basada en el papel.
Recordamos mejor lo que leemos en papel: ¿muerte a lo digital?
Para los puristas y las generaciones que crecimos disfrutando del olor de un libro nuevo, es lógico afirmar que recordamos mejor lo que leemos en papel. El cambio generacional, en el que la pantalla de luz azul está presente desde el nacimiento, cursa con diferentes modificaciones a la hora de procesar la información que, a veces, se conciben como “estupidizantes”.
Sin embargo, no se debe olvidar que no estamos en la cumbre del desarrollo digital, sino en un paso medio. Aún queda mucho para unir el desarrollo intelectual con el mundo online, por lo que solo queda seguir trabajando para que el grueso de la población nutra sus cerebros en el ámbito de la lectura.
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- Honma, M., Masaoka, Y., Iizuka, N., Wada, S., Kamimura, S., Yoshikawa, A., ... & Izumizaki, M. (2021). Reading on smartphone causes sigh inhibition with brain overactivity and comprehension decline.
- Santana, A. D., Livingstone, R. M., & Cho, Y. Y. (2013). Print readers recall more than do online readers. Newspaper Research Journal, 34(2), 78-92.