Por qué somos tan dependientes del amor

El amor nutre, suma y enriquece. El amor es libertad. Si sientes pánico solo con pensar en una ruptura, ten precaución. Puede que sufras dependencia emocional.
Por qué somos tan dependientes del amor
Elena Sanz

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz.

Escrito por Elena Sanz

Última actualización: 01 febrero, 2022

Cuando comenzamos una relación todo parece cobrar sentido. La vida adquiere un color más vivo y la plenitud nos inunda. El sabernos amados, deseados y apoyados por otra persona nos traslada a un éxtasis indescriptible. Y es precisamente por ello que con frecuencia nos volvemos dependientes del amor.

Cuando no tenemos asentadas unas bases sobre quienes somos y lo que merecemos, es sencillo volvernos adictos al significado que el otro nos aporta al amarnos. “Sin ti no soy nada”, una frase tan escuchada en canciones y películas románticas, y tan tristemente real. Muchas personas sienten verdaderamente que solo la presencia de un compañero las vuelve válidas e importantes. ¿Imaginas las serias repercusiones que esto acarrea a nivel psicológico?.

El origen de la dependencia

Tenemos verdaderamente arraigada la creencia de “la media naranja“, de que necesitamos que llegue otra persona a completarnos. Por ende, cuando estamos sin pareja nos sentimos vacíos, insatisfechos y poco valiosos. En estas circunstancias, conocer a alguien y establecer un vínculo afectivo puede parecer la solución a todos nuestros problemas.

De pronto somos importantes, nos sentimos apreciados, buscados y necesitados. En nuestro organismo se desencadena una cascada de neurotransmisores que nos inunda de sentimientos placenteros. La dicha es tal que nos ciega, nos ata. Puede que a medida que avance la relación vayamos observando aspectos no tan positivos de nuestra pareja.

Es posible que descubramos rasgos de carácter y comportamientos que habían permanecido ocultos y que no nos agradan. Sin embargo ¿quién renunciaría a este estado de euforia y satisfacción para volver a la soledad?. Así seguimos adelante, tolerando conductas que nos dañan o que no encajan con nuestra escala de valores.

Permitimos que la relación nos aleje de nuestros hobbies, de nuestras amistades, de nuestro entorno familiar… Le damos una prioridad tan absoluta que terminamos distanciándonos hasta de nosotros mismos. Y entonces, cuando deseamos salir de ese vínculo, o cuando la otra persona lo termina, no nos queda nada.

¿Cómo evitar ser dependientes del amor?

Como hemos dicho para evitar ser dependientes del amor es necesario tener bien asentadas unas bases. Estas serán nuestro seguro, el ancla que nos evitará dejarnos llevar a la deriva por los sentimientos amorosos y poder volver a puerto.

  • Cultivar una autoestima sana. Esto significa tener la absoluta certeza de que eres importante y valioso independientemente de quien esté a tu lado. Así mismo implica tener la capacidad de poner límites, de expresar tus necesidades de forma asertiva y de abandonar una relación cuando esta ya no te esté favoreciendo.
  • Cuidar las otras áreas de tu vida. A veces caemos en el error de priorizar de una forma tajante y absoluta nuestra relación de pareja por encima del resto de aspectos. Descuidamos nuestra carrera, nuestras conexiones humanas y la relación con nosotros mismos, en pos de dedicar todo nuestro tiempo y atención a la pareja. Esto es un error: un amor sano es equilibrado y permite espacio para que nos desarrollemos plenamente como individuos.
  • Reflexionar. Es importante no caer en el conformismo, la comodidad o la inercia. Una relación debe nutrirnos, sumarnos y enriquecernos. Por ello es importante ser capaces de reflexionar cada cierto tiempo acerca de cómo nos sentimos en ella. Hemos de ser sinceros con nosotros mismos para dilucidar si somos felices, si necesitamos cambiar algo de nuestro vínculo o si, simplemente, ya no nos aporta nada positivo.
  • Escuchar. En muchas ocasiones son nuestros seres queridos quienes nos alertan de nuestra dependencia emocional. Cuando las personas más importantes de tu entorno traten de hacerte ver algún aspecto negativo de tu relación, escucha. Esto no quiere decir que debas hacerlas caso, evidentemente debe primar tu propio criterio. Sin embargo, da un lugar a lo que dicen. Finalmente son quienes siempre han estado a tu lado.

El amor es libertad

Lo más importante es recordar que el amor no es restrictivo, no es angustiante ni doloroso. El amor sano nos permite ser, desarrollarnos en cada parcela de nuestra vida. Nos proporciona soporte, felicidad y estabilidad emocional.

Cuando la relación se siente como una cárcel, cuando entras en pánico de solo pensar en una ruptura, algo va mal. Cuando te sabes infeliz y, aún así, te sientes incapaz de salir del lugar donde estás, ten precaución y busca ayuda.


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