Lo tengo en la punta de la lengua!
¿Alguna vez has intentado decir una palabra y simplemente no la puedes recordar? A todos nos ha pasado que solo recordamos la letra por la que empieza, recordamos algunos sinónimos y palabras parecidas, pero no logramos pronunciar la palabra deseada a pesar de sentir que la tenemos en la punta de la lengua. Este suceso ha sido llamado “Fenómeno de la punta de la lengua” y ha sido estudiado por psicólogos.
Origen del término y estudios realizados
El nombre “Punta de la lengua” se origina en el inglés Tip of the Tongue (TOT) y sus primeros estudios se llevaron a cabo en 1966 por los científicos Roger Brown y David McNeill de la Universidad de Harvard.
El experimento realizado consistió en presentar definiciones de palabras poco comunes a los participantes, quienes debían de contestar si conocían la palabra, si no la conocía o si la conocían pero no la recordaban.
Los resultados obtenidos
En base al estudio, los científicos concluyeron que el fenómeno punta de lengua se manifiesta en persona que conocen la palabra y solo recuerdan algunos de los siguientes elementos:
– Letra inicial y final
– Sílaba tónica
– Cantidad de sílabas
Por lo regular, nuestro cerebro ocupa la información fonológica y semántica que ya conoce para recuperar la información y recordar las palabras que usamos. Si nada de esta información o solo una parte está a nuestro alcance, nos encontramos con el fenómeno Punta de Lengua.
Hay que recordar que nuestro cerebro está formado por nodos que transmiten la información básica para realizar las tareas diarias más comunes. Cuando estos nodos se desgastan, aparecen fenómenos como el de Punta de Lengua.
¿Quién suele presentar este fenómeno con más frecuencia?
Este efecto se produce principalmente en las personas mayores porque sus redes neurológicas comienzan a fallar, afectando el habla y lenguaje. Las palabras que usamos más comúnmente están conectadas con nodos, por lo que, cuando dicho nodo se activa, ésta se propaga en todas direcciones, incrementándose las representaciones visuales, semánticas y fonológicas más similares a la palabra que buscamos recordar.
Al pensar en una palabra, las conexiones correspondientes a dicha palabra se fortalecen, por tanto, el fenómeno de punta de lengua se produce más comúnmente con las palabras que solemos utilizar con menor frecuencia.
La solución al problema
Puede darse el caso de que se presente este fenómeno de forma casual una vez o muy esporádicamente. En este caso no se trata de un problema serio y se pueden usar ciertos ejercicios mentales para mejorar nuestra habilidad mental (como sudokus) o aprender nuevas habilidades (un nuevo idioma o tocar un instrumento musical).
En cambio, si la situación es constante y cada vez presenta más problemas, se debe buscar asesoría profesional. Lo recomendable es buscar un logopeda que nos guíe en la rehabilitación adecuada para disminuir o compensar el problema. En los casos más graves se pueden aprender algunos trucos para disminuir los contratiempos de la situación y evitar que siga avanzando el punta de lengua.