¿Qué es el deseo erótico?
Si nos preguntamos qué es el deseo erótico es muy probable que más de uno piense casi de inmediato en el mero impulso por tener sexo. No es del todo correcto. Hablar de deseo es trascender a un plano más elevado, sofisticado a la vez que delicado. Es anhelo de caricias, de contacto físico, es motivación por sentir cerca al otro y experimentar placer, es disfrutar de los mimos, de las risas, de la complicidad de la piel.
Resulta curioso pensar que algunas figuras de nuestra historia interpretaran el deseo como un simple impulso irracional. Cuando en realidad, al hablar de este comportamiento, pocas cosas se rigen tanto por la elección racional de con quien involucrarnos en una actividad erótica. No todos despiertan en nosotros estas emociones, estos sentimientos, instintos y deseos.
Tanto es así que desde el campo de la psicología sabemos bien que el deseo erótico es mucho más que una experiencia regida únicamente por factores hormonales. Requiere también de una activación mental, de esa perfecta sinfonía de lo emocional que nos impulsa, dirige y motiva hacia esa persona deseada.
Platón nos señaló incluso que el deseo pertenecía a la esfera de las almas…
3 claves para comprender qué es el deseo erótico
Podemos definir el deseo erótico como la motivación que rodea e impulsa al comportamiento sexual. Pero recordemos, el objetivo único no es en todos los casos lograr el coito; es deleitarnos de todo lo que rodea al sexo y esto último puede dar forma a toda una serie de experiencias y sensaciones tan amplias como variables de una persona a otra.
Así, algo que nos señalan estudios como los realizados en la Universidad de Wisconsin-Madison (Estados Unidos) es que si nos preguntamos qué es el deseo erótico debemos entender que estamos ante una de las dimensiones más complejas del ser humano.
Nuestra erótica puede cambiar de una pareja a otra, ser más sencilla o por el contrario ser más rica en lenguajes y comportamientos. Asimismo, lo que destaca esta investigación es que tampoco podemos dejar de lado los factores sociales y culturales. A menudo, hasta el peso de los roles de género, factores educacionales e incluso religiosos, puede limitar por completo el poder expresar y hasta sentir en libertad nuestro deseo erótico.
Profundicemos un poco más.
Los tres componentes del deseo erótico
Una de las pioneras en el campo de la sexología fue sin duda la doctora Helen Singer Kaplande la Universidad de Cornell. Libros como La nueva terapia sexual o The sexual desire desorders asentaron las bases de esta ciencia. Así, en caso de que nos preguntemos qué es el deseo erótico, es casi obligado profundizar en los componentes que lo integran y que la propia doctora Kaplan definió. Son los siguientes:
- El impulso define el efecto que surge de la activación de las bases biofisiológicas, es la excitación que nos provoca una persona.
- Anhelo. Hace referencia a las ganas y la necesidad de tocar, de sentir y tener cerca a esa persona. Incluye además todos esos deseos eróticos que sentimos a menudo cuando alguien nos atrae (las ansias de caricias, de mimos, los besos, abrazos, etc).
- El motivo representa la disposición hacia esa conducta erótica y también sexual. Este componente, va más allá de las bases fisiológicas y las hormonales, porque incluye también factores personales. A veces, no deseamos a alguien solo porque nos atraiga físicamente. Hay otros elementos subjetivos igual de decisivos (nos recuerda a alguien, nos despierta emociones intensas…).
Por otro lado, es importante destacar un detalle. El deseo erótico no es lo mismo que la excitación sexual, el primero siempre parte de una dimensión subjetiva (Bozman y Beck, 1991).
Características que nos definen cuando deseamos eróticamente a alguien
Los sexólogos admiten que es muy complicado definir con exactitud qué es el deseo erótico. Sin embargo, es una dimensión que todos hemos experimentado más de una vez y por ello, resulta casi más fácil especificar esta dimensión a través de sus características. Las analizamos:
- No siempre puedes controlar por quién experimentas deseo erótico. En ocasiones, y sin saber por qué, puedes sentir atracción por alguien a quien detestas. ¿Cómo puede ser? El mundo de las emociones y la atracción es a veces inexplicable.
- Es involuntario. Surge de manera espontánea, no es algo que se pueda forzar para que aparezca ni tampoco reprimirlo para que nunca vuelva a aparecer frente a esa persona.
- Complejo. El deseo erótico es algo más que complejo, es florido, flexible, impulsivo, creativo… La mente se nutre de fantasías, de formas de expresar ese impulso, ese anhelo y motivación. Si ese deseo es recíproco con la otra persona podemos dar rienda suelta a todas nuestras fantasías.
¿Qué es el deseo erótico según la filosofía?
Más allá del campo de la sexología y la psicología, está ese otro escenario interesante que nos abre sin duda el mundo de la filosofía. Aristóteles, por ejemplo, señalaba que uno de los componentes del deseo es el apetito, pero este, lejos de ser un mero impulso o necesidad biológica, es un acto premeditado donde cada uno elige a quién desear y qué anhelar de él. Por tanto, estamos ante un deseo deliberado.
Para Platón, por su parte, el deseo erótico es también una pasión del alma. Ahora bien, es interesante hablar de un referente actual en filosofía como es Michel Onfay y en concreto de su libro Teoría del cuerpo enamorado. En este interesante trabajo nos recuerda que la palabra deseo deriva etimológicamente de los términos de y sidere (de lo sideral) .
Es decir, el deseo se une con lo celeste, con lo divino, con esos astros del cosmos donde danzan Saturno y Venus, Marte y Júpiter, y se entremezclan a su vez la melancolía y el amor, la guerra y el poder… Estamos ante una dimensión donde todo está obligado a unirse y reconciliarse para alcanzar finalmente el éxtasis.
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