¿Qué es el velo de la ignorancia de John Rawls?

Diseñar una sociedad libre de injusticias ha sido la búsqueda de muchos pensadores en la historia. John Rawls propuso una novedosa visión para asegurar una toma de decisiones justas para todos.

Escrito y verificado por el filósofo Matias Rizzuto.

Última actualización: 15 mayo, 2024

Resulta imposible adentrarse en la filosofía política del siglo XX sin tener en cuenta el trabajo de John Rawls. Para muchos, su propuesta teórica reactivó la reflexión en torno a la justicia en la sociedad, mientras que otros la suponen en exceso idealista. Sin embargo, es difícil mostrarse indiferente a su obra, en especial ante una de las ideas más fundamentales: el velo de la ignorancia.

Se trata de una herramienta conceptual que ayuda a eliminar la parcialidad y el sesgo de las decisiones políticas. Y es que, si bien la influencia de Rawls fue profunda en la filosofía, sus ideas también tienen peso en economistas, politólogos, sociólogos; a menudo, son utilizadas como base argumentativa para la toma de decisiones políticas.

La mayor parte de su desarrollo filosófico se encuentra en su obra Teoría de la Justicia, donde se intentan diseñar los principios que toda institución justa debería seguir, en cuanto a la distribución de deberes y derechos fundamentales, tal como refiere un artículo de la Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad.

Rawls y el contractualismo

La perspectiva de Rawls se asienta en la tradición contractualista, la cual sostiene que las normas y principios que rigen la vida en sociedad resultan de un acuerdo justo y equitativo entre todos los miembros de dicha sociedad. Algunos de los pensadores más relevantes de esta tradición son Locke, Rousseau y Kant. Por su parte, Rawls intenta llevar la visión contractualista a un nivel más elevado de abstracción.

Para él, la sociedad es una «empresa cooperativa», es decir, un conjunto de personas que se asocian al perseguir objetivos comunes. Si bien la mayoría acepta y reconoce ciertas reglas de conducta obligatorias, los conflictos de interés resultan inevitables. Es por ello que se necesita trabajar en el diseño de principios de justicia que garanticen la equidad.

¿Qué es el velo de la ignorancia de John Rawls?

Cuando los individuos toman decisiones sobre los principios que deben regir a la sociedad tienden a buscar el beneficio de sus intereses. Supongamos que alguien escogerá cómo se distribuirán los recursos en una sociedad; si fuera un agricultor, buscará mayores inversiones para el sector agropecuario. En cambio, un científico tenderá a que se financien determinados proyectos de investigación.

El velo de la ignorancia es una metáfora utilizada para representar la idea de que, al momento de tomar decisiones sobre las normas y principios que regentan la sociedad, los individuos deben estar velados de información sobre su identidad.

Para Rawls, las personas en una sociedad justa deberían decidir sin la influencia de ciertas características en sus determinaciones. Dichas particularidades son las siguientes:

• Su etnia.
• Su género.
• Su posición social.
• Su nivel de riqueza.
• Su orientación sexual.

¿Cómo funciona el velo de la ignorancia?

De acuerdo con Rawls, aquellos principios de justicia seleccionados por personas racionales, libres e iguales tienen una validez universal. Para garantizar la imparcialidad de tales decisiones es necesario diseñar un procedimiento que asegure resultados objetivos.

Para ello, el filósofo propone situarse en lo que denomina la «posición original», es decir un momento ahistórico, una situación hipotética desde la cual los individuos opten por distintos principios que dirigirán las instituciones.

Esta propuesta reemplaza la noción tradicional de contrato social. Es un acuerdo en el que las personas pueden promover sus propios fines en pie de igualdad. En la «posición original», el velo obliga a tomar decisiones en beneficio de cualquier sector social.

De esta forma, se lograría alcanzar lo que Rawls llama «equilibrio reflexivo», donde las decisiones tomadas por todos los involucrados concluiría en normas imparciales. Este equilibro, reseña un texto en el Archivo de la Enciclopedia de Filosofía de Stanford, es la última fase del proceso deliberativo.

¿Qué principios elegirían las personas según Rawls?

Una vez desprovistos de todas sus cualidades circunstanciales, de sus posiciones sociales e intereses personales, los individuos eligen ciertos principios que regentarán las instituciones. No basta con que tales principios sean operativos y eficientes, tienen que ser necesariamente justos.

Según Rawls, se rechazaría el utilitarismo, es decir, un principio que maximice la suma total de satisfacciones individuales, dado que esto no considera la distinción entre personas. En cambio, existen dos fundamentos que favorecerían a todos de manera imparcial, con independencia de la posición social que ocupen; se trata de los siguientes:

• Principio de libertad: determina que todos poseen una igualdad en sus libertades básicas.
• Principio de diferencia: establece que las desigualdades en los bienes sociales y oportunidades solo puede aceptarse si benefician a los menos aventajados de la sociedad.

De este modo, Rawls garantiza que los bienes en una sociedad serán distribuidos a todos por igual. En caso de que exista una mejora en la situación de los más aventajados, esta solo puede ser tolerada si contribuye con los menos aventajados.

Por ejemplo, en el estado de cosas ‘X’ la persona ‘A’ posee 10 unidades de recursos y la persona ‘B’ cuenta con cinco unidades del mismo recurso. Si tuviéramos que movernos a un estado de cosas ‘Y’, donde la persona ‘A’ posee 15 unidades, la persona ‘B’ debería poseer al menos 6 unidades para cumplir con el «principio de diferencia».

Dificultades del velo de la ignorancia

El velo de la ignorancia busca garantizar que todos sean tratados de manera justa e imparcial. Al ignorar las diferencias sociales, se promueve la equidad, se mejora la cooperación y se eliminan todo tipo de prejuicios personales o intereses egoístas en la toma de decisiones.

Sin embargo, algunos critican la teoría de Rawls porque suponen que es imposible ignorar por completo las diferencias de los aspectos personales. Ponerse en una situación donde nuestra posición social, edad, género o habilidades innatas no cuente en la toma de decisiones parece difícil de lograr. Esto hace ver a la teoría como demasiado idealista e impracticable.

A pesar de las dificultades en implementar el velo, los preoceptos de Rawls suscitan una innegable influencia en la filosofía política del siglo pasado y en el presente. Muchos pensadores siguen tomando como base el escenario de la posición original, para desarrollar procedimientos objetivos. ¿Qué crees? ¿Tomarías decisiones justas tras un velo de ignorancia?