Utilitarismo, la filosofía de la felicidad

Utilitarismo, la filosofía de la felicidad
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 01 febrero, 2022

¿Qué querría expresar John Stuart Mill, padre del utilitarismo, cuando dijopregúntate si eres feliz y dejarás de serlo”? ¿Acaso es mejor no cuestionarse nada en la vida? Tal vez lo mejor sea que veamos en qué consiste esta filosofía de vida, a ver si así por el camino encontramos respuestas. ¿Te parece?

A continuación, entraremos en un mundo singular a través de una doctrina filosófica mil veces mal interpretada. Por eso creo interesante arrojar algo de luz sobre el tema, ya que como teoría llevada a la práctica podría ser muy útil, pero es fácil despistarse y separarse de sus verdaderos postulados.

El utilitarismo y John Stuart Mill

John Stuart Mill fue un político, filósofo y economista inglés que postuló y potenció las teorías morales del utilitarismo. Para ello se basó en los principios éticos promulgados por su padrino, Jeremy Bentham.

John Stuart Mill, padre del utilitarismo
Podemos definir el utilitarismo como la doctrina filosófica que basa la utilidad como el principio de la moral. Mill desarrolló un sistema ético teológico cuyo fundamento estaba determinado por la concepción moral basada en el resultado final.

Por ello, uno de los principios fundamentales de esta doctrina es el bienestar social. Y a este solo se puede llegar, según estos postulados, mediante el fomento del conjunto de libertades. Es decir, una población más libre será más feliz y, por ende, tendrá un mayor bienestar.

“El genio solo puede respirar libremente en una atmósfera de libertad”

-John Stuart Mill-

Tanto Mill como Bentham pensaban que todo cuanto da placer al mayor número posible de personas es algo bueno. Y para ello no se debía tener en cuenta el estatus social de los individuos.

Como destaca Sánchez Migallón, de la Universidad de Navarra, el utilitarismo es una teoría muy sencilla. Tanto es así que “le otorga una ventaja indudable para defenderse frente a la complejidad de otros sistemas morales”. Según Sánchez Migallón, esta simplicidad se aprecia en tres campos:

  1. Enunciado teórico. El utilitarismo sostiene un único principio y de esta forma obtiene claridad y sencillez.
  2. Descripción psicológica. Lo único relevante para la moralidad es la intención de producir felicidad.
  3. Aplicación. Se trata de una misma doctrina tanto para la moral individual como para la pública.

Utilitarismo no es hedonismo

Manos abiertas brindando luz
Esta filosofía de vida ha llevado a muchas confusiones a lo largo de la historia. Existe una interpretación que la asocia al hedonismo, por ejemplo.

Sin embargo, Mill estableció que el mayor bien para el mayor número de personas es la fórmula correcta para calcular la felicidad general. Y aunque algunos placeres son de “calidad superior”, nada tienen que ver a nivel genérico con el hedonismo.

En este sentido, el filósofo inglés estimaba que la mejor forma de llegar a la máxima felicidad era mediante la instrucción. Es decir, una sociedad más formada y educada sería capaz de lograr un mayor bien.

Según esta filosofía, una persona instruida tiene más herramientas -más y mejores instrumentos- para llevar a cabo acciones morales beneficiosas. Para saber si son correctas, simplemente tiene que diferenciar entre sus consecuencias positivas y negativas. Siempre que el lado bueno supere al malo, la acción es correcta y moral.

Para el utilitarismo, la moralidad de un acto no vienen dada por el acto en sí, sino por sus consecuencias.

Consideraciones importantes sobre el utilitarismo

Cabe destacar una serie de consideraciones importantes respecto a las teorías utilitaristas de Mill. Por ejemplo:

El todo

Un utilitarista considera un todo como algo mayor que la suma de sus partes. Por ejemplo, una sociedad es mucho más que la suma de las relaciones sociales. Por eso, un bien individual nunca estará a la altura del bien que se puede obtener de un bien social, cuyos beneficios derivarán en todos los integrantes de la sociedad.

Manos unidas simbolizando utilitarismo

El cambio

Aunque el utilitarismo se basa en ciertas leyes, ninguna es eterna e inmutable. El mundo está en cambio constante. De ahí que la colaboración sea indispensable.

Así se promueve tanto la utilidad individual como la colectiva. Además, así se logra que los derechos individuales contribuyan a una utilidad social más grande y elevada.

Las interpretaciones

Debemos destacar que muchos otros movimientos, como el caso del neoliberalismo, han confundido o malinterpretado las ideas utilitaristas. El placer individual que promulga Mill nada tiene que ver con el egoísmo particular propuesto por pensadores neoliberales.

A pesar de los posibles buenos resultados que beneficien a una sociedad derivados de una postura egoísta, esta no es la idea que defiende el filósofo inglés en su doctrina, pues nada tienen que ver con el egoísmo, sino todo lo contrario. La acción individual moral lleva hacia un mayor bien común.

“El valor de una nación no es otra cosa que el valor de los individuos que la componen”

-John Stuart Mill-

Lo cierto es que el utilitarismo puede parecer sencillo a simple vista. La acción con mayor beneficio positivo que negativo es moral, y por tanto correcta. Sin embargo, es evidente que no la estamos llevando a la práctica.

¿Tal vez pensamos mucho, como creía Mill? Sin duda, sería bonito vivir en un mundo más ético, donde cada beneficio individual redunde en un mayor bien social, ¿no te parece?


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