Función expresiva del lenguaje: definición y ejemplos

Esta función del lenguaje es un poderoso catalizador para generar empatía y comprensión en nuestras interacciones diarias, al permitirnos expresar con libertad lo que sentimos.
Función expresiva del lenguaje: definición y ejemplos

Última actualización: 06 noviembre, 2024

Cuando hablamos, no solo damos información, también compartimos lo que sentimos. Cada día, al conversar con amigos, familiares o compañeros, expresamos nuestras emociones sin darnos cuenta. Esta es la función expresiva o emotiva del lenguaje, usada para mostrar alegría, tristeza o enojo…

Te compartimos para qué sirve, cuáles son sus características y cómo se refleja en las interacciones diarias. De esta manera, comprenderás por qué es tan importante para mejorar nuestras relaciones y comunicación con los demás.

¿Qué es la función expresiva del lenguaje?

Este tipo de función en la comunicación se centra en mostrar las emociones y sentimientos del hablante. A través de ella, es posible compartir lo que pensamos y cómo nos sentimos en un momento dado.

Por ejemplo, al expresar «estoy muy emocionado» o «me siento triste», se utiliza el lenguaje para manifestar una experiencia interna en lugar de transmitir un hecho objetivo.

Este aspecto es vital para establecer conexiones emocionales con los demás. Cuando alguien se queja o celebra algo, está aplicando la función expresiva del lenguaje, lo que permite que otras personas comprendan su estado emocional.

El destacado psicólogo y lingüista Karl Bühler fue uno de los primeros en destacar la importancia de esta función en su teoría del lenguaje. Según Bühler, el lenguaje cumple tres funciones: la expresiva, que revela el estado interno del hablante; la apelativa, que busca influir en el receptor; y la representativa, que describe la realidad.

Esto sirvió como base para que, más tarde, el filólogo y lingüista ruso Roman Jakobson ampliara la teoría, añadiendo otras tres funciones y refinando su análisis, creando el modelo más conocido hoy en día; incluso las mismas son clave para entender cómo usamos el lenguaje en diferentes contextos:

  • Función expresiva o emotiva: es expresar los sentimientos, emociones o el estado interno del emisor. Ejemplo: «¡Estoy muy emocionado!».
  • Función apelativa o conativa: influye en el comportamiento del receptor, dando órdenes o haciendo peticiones. Ejemplo: «Cierra la puerta».
  • Función referencial o representativa: se trata de transmitir información objetiva sobre el mundo o describir hechos. Ejemplo: «Hoy es lunes».
  • Función poética: esta se enfoca en la forma del mensaje, a menudo, con fines estéticos. Ejemplo: «El cielo es azul como el mar».
  • Función metalingüística: es explicar o aclarar aspectos del propio lenguaje. Ejemplo: «Con ‘hipotético’ me refiero a algo que es una suposición».
  • Función fática: se trata de establecer, prolongar o interrumpir la comunicación, o verificar que nos estamos expresando con claridad: «¿Me escuchas?». «Hola, ¿todo bien?».


Principales características

La función expresiva del lenguaje se vale de la palabra, la escritura y los gestos. Esto no solo enriquece las interacciones personales, sino que también ayuda a construir conexiones más profundas y genuinas. Estas son las principales características que la definen.

1. Enfoque en la primera persona del singular

Las expresiones suelen centrarse en lo que el hablante siente o piensa, por lo que es común el uso del «yo» para transmitir experiencias, emociones y pensamientos, lo que hace de la comunicación algo más personal e íntimo.

2. Tono subjetivo y emocional

La comunicación adopta un carácter subjetivo, donde el hablante refleja su perspectiva, haciendo que el mensaje sea único y ligado a sus vivencias.

En lugar de transmitir hechos objetivos, el foco está en cómo el emisor experimenta una situación, lo que da lugar a una comunicación cargada de emociones y percepciones individuales.

3. Uso frecuente de interjecciones, exclamaciones y adjetivos valorativos

La función expresiva hace uso de recursos lingüísticos como adjetivos expresivos, intensificadores y vocativos para resaltar lo que dice el hablante.

Estos elementos, en frases como «¡qué alegría!» o «estoy agotado», añaden intensidad al mensaje, lo que ayuda a comunicar de manera más clara y fuerte el estado interno del emisor.

4. Relevancia del estado emocional del hablante

Las palabras, más allá de su significado literal, adquieren un matiz especial según las emociones que el emisor experimenta. Por ejemplo, una misma frase puede ser dicha con entusiasmo, tristeza o enojo, lo que cambia por completo su impacto en la comunicación.

Este contexto emocional es fundamental para que los demás puedan comprender no solo lo que se dice, sino también el cómo y el porqué se dice.

Ejemplos de la función expresiva en diferentes contextos cotidianos

Esta función del lenguaje se manifiesta con frecuencia en situaciones de la comunicación diaria, enriqueciendo nuestras interacciones. Te presentamos algunos ejemplos:

Conversaciones entre amigos

  • «¡No puedo creer lo increíble que fue la película! Me hizo reír tanto».
  • «Estoy tan agradecido por tu apoyo durante este tiempo difícil. Significa mucho para mí».
  • «¡Qué emoción me da saber que estás a punto de ser papá! No puedo esperar para conocer al bebé».

Mensajes de texto

  • «Hoy me siento un poco triste, solo quería compartirlo contigo».
  • «No tengo palabras para describir lo mucho que disfruté la fiesta anoche. ¡Fue genial!».
  • «¡Estoy tan feliz con el resultado de mi examen! Me siento muy aliviado después de tanto esfuerzo».

Reuniones familiares

  • «Estoy orgulloso de todos los logros de cada uno».
  • «Ver a los niños jugar me llena de alegría. Esos momentos son los que importan de verdad».
  • «Me siento un poco distante de todos últimamente, me gustaría que pudiéramos pasar más tiempo juntos».

Resolución de conflictos

  • «Quiero que sepas que me dolió tu comentario, no esperaba que dijeras eso».
  • «Siento que no me escuchas, y eso me hace sentir poco valorado en nuestra relación».
  • «Me siento frustrado cuando no se toman en cuenta mis opiniones en las decisiones del equipo».

Redes sociales

  • «Hoy fue un día agotador. Necesito recargar energías para seguir adelante».
  • «A veces, solo necesito un momento para llorar y liberar todo lo que tengo guardado».
  • «Me siento tan afortunado de tener amigos tan increíbles en mi vida. ¡Los quiero mucho!».

Relevancia del lenguaje expresivo en las interacciones sociales

La función expresiva es esencial para conectar emocionalmente con los demás y generar empatía. Cuando compartimos lo que sentimos, permitimos que los otros nos entiendan mejor, lo que fortalece los vínculos y crea un ambiente de confianza.

Expresarnos de esta forma ayuda a desahogarnos y facilita una comunicación más fluida y auténtica, contribuyendo a nuestro bienestar emocional.

En momentos de conflicto, esta función se convierte en una herramienta poderosa. Decir algo tan simple como «me siento herido cuando me ignoras», revela el estado emocional del hablante e invita al otro a reflexionar sobre sus acciones, simplificando el camino hacia una resolución más comprensiva.

Además, comunicar nuestros sentimientos de manera honesta es crucial para aclarar malentendidos y construir relaciones saludables y respetuosas. Cuando somos abiertos sobre lo que sentimos, creamos un espacio donde los demás se sienten seguros para hacer lo mismo.



Un gran recurso para comunicarnos

Las emociones son una parte esencial de nuestra experiencia humana, y la función expresiva del lenguaje nos brinda la oportunidad de compartirlas. Mediante ella, nos liberamos de cargas emocionales y creamos puentes que nos conectan con quienes nos rodean.

Al reconocer y valorar la importancia de expresar los sentimientos, no solo enriquecemos las relaciones, sino que también fomentamos un entorno más abierto y solidario. Recuerda que abrazar esta dimensión al comunicarnos nos permite vivir de manera más auténtica y cercana con otros.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.