¿Que hacen diferente las personas con éxito?
Para poder lograr nuestros objetivos no es preciso ser tocados con una varita mágica ni haber nacido en una cuna de oro. Se trata más que nada de una cuestión de actitud, como todo en esta vida. Así es como se presenta la Ciencia del Éxito, un estudio realizado desde hace más de dos décadas. La directora del Motivation Science Center de Columbia, Heidi Grant Halvorson, indica que en primera instancia debemos aprender a actuar como alguien exitoso.
Claro, porque a diferencia de lo que se cree, con ser buenos en algo no alcanza. Si es necesario, pero no lo único. Hay otros ingredientes en la receta del éxito (sea profesional, emocional, personal, etc).
En este estudio se muestra claramente que las personas más exitosas no son las que tienen el índice de IQ (inteligencia) más alto, sino las que cuentan con una buena actitud en la vida. El talento ayuda, pero con eso sólo no basta. Es más, podría decirse que suma más puntos esforzarse y tener una estrategia bien desarrollada a contar con una alto coeficiente intelectual. La clave, dice la investigadora, está en mantenerse enfocado en lo que se desea lograr y trabajar para que se haga realidad.
Las personas exitosas, como se decía antes, no son aquellas que han “caído” en un buen entorno, como por ejemplo, los hijos de empresarios millonarios. Los verdaderos hombres y mujeres con éxito son los que han podido sacar a relucir sus aptitudes en los momentos adecuados.
En primer lugar, para poder ser exitoso, es necesario ser específico. Esto quiere decir, delimitar el objetivo con una frase corta y concisa. Por ejemplo, si la idea es tener una empresa, piensa a partir de ahora “quiero ser el dueño de una empresa de informática”. Si tu objetivo es bajar de peso, es mejor que el planteo sea “deseo perder diez kilos en dos meses”. De esta manera, estarás más enfocado en esa meta en particular y tendrás menos posibilidades de fallar.
Prepárate de manera tal que tu cerebro esté preparado para actuar en el momento adecuado. Así como un atleta se dispone en la línea de partida en una carrera, tu mente ha de estar bien entrenada para correr de manera explosiva cuando escuche el sonido de largada. Busca ese instante único para poder actuar y cumplir tus sueños. Así, las probabilidades de tener éxito se incrementarán en un 300%. Presta mucha atención a las señales que te ofrece la vida y aprende cómo aprovecharlas.
Mide lo que te resta para cumplir el objetivo. Si sabes que tu meta es perder 10 kilos en dos meses, puedes medirlo en dos variables. Por un lado el peso y por el otro el tiempo restante. Si quieres, puedes ir poniéndote paradas intermedias, como ser semanales o de a un kilo, así al cumplirlas te sentirás mejor contigo mismo y tendrás más voluntad para seguir adelante. Sin medir las estrategias no podrás ajustar tus esfuerzos ni darte cuenta de lo que ya has logrado.
Conviértete en una persona realista y optimista. Sí, es posible ver el medio vaso lleno cuando tienes el recipiente frente a tus ojos. Pensar de manera positiva es uno de los secretos de la gente exitosa, en cualquier lugar del mundo. Eso no quiere decir que dejarás de observar los obstáculos o que no le darás importancia real a las adversidades, pero siempre sabrás que todo puede mejorar y que los errores son sinónimo de aprendizaje.
Por otra parte, debes estar más concentrado en mejorar y no en convertirte en el mejor. Es verdad que te encantaría estar primero en el ránking de empresarios exitosos o ser el único de tus amigos que bajó tanto de peso en menos tiempo, sin embargo, los cambios son más valiosos si se hacen para uno mismo. Trata de sacar todo tu potencial sin compararte con el resto, da lo mejor de ti recordando que siempre habrá gente con resultados superiores a los tuyos. Y que no te importe en lo absoluto.