¿Qué puedes hacer por ti?

La felicidad es mucho más simple de lo que pensamos. No está en títulos, puestos de trabajo o en el matrimonio. La felicidad es una decisión cotidiana.
¿Qué puedes hacer por ti?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 01 agosto, 2024

El problema con muchos de nosotros es que creemos que seremos felices cuando alcancemos un cierto nivel en la vida. Desafortunadamente esa espiral de situar la felicidad en el futuro, y de manera condicional, puede mantenerse en el tiempo. Así, esta especie de zanahoria que nosotros nos colocamos delante -dependiendo de cómo la gestionemos- puede ser una gran motivación o una fuente constante de frustraciones. Una vez expuesto el marco de la cuestión, la pregunta es: ¿qué puedes hacer por ti?

Piensa que ahora (y sus inmediaciones) es el único momento que tienes garantizado. Ahora es la vida. Dejar de condicionar toda la felicidad al futuro o romper las cadenas con los sentimientos de culpa que arrastras desde el pasado es aprender a vivir “aquí y ahora”, es darle una oportunidad al presente.

A menudo las personas dicen que aún no se han encontrado a sí mismas. Pero, el sí mismo no es algo que uno encuentra, sino algo que uno crea. Solo hay una pequeña parte del universo que tendrás la certeza de poder mejorar (aunque a veces no sepas cómo), y esa parte eres tú.

“Me mudé al bosque porque deseaba vivir deliberadamente, hacerle frente solo a los hechos esenciales de la vida, probar si podía no aprender lo que tenía para enseñarme, en vez de quedarme esperando la hora de mi muerte para darme cuenta de que no había vivido”.

-Henry David Thoreau-

Comienza a crear tu propia felicidad

Al que alguien te haga feliz, de alguna manera desprecias la capacidad que tienes para conseguirlo por ti mismo. La felicidad se encuentra a menudo donde nos decidamos buscarla. Si buscamos la felicidad dentro de las posibilidades que tenemos, es muy probable que la encontremos.

Chica sonriendo con un girasol en la cara

En la vida, rara vez se tiene una oportunidad, más bien se trata de provocarla. Nunca vamos a estar totalmente seguros de que algo funcione, pero siempre podemos estar seguros de instalarnos en el pasotismo no va a funcionar. Tenemos todo lo que necesitamos en este momento para dar el siguiente paso. Así que sal a buscar esas oportunidades.

En lugar de esperar a que las grandes cosas sucedan, el matrimonio, los niños, ganar la lotería, puedes situar la felicidad en lugares que están más cerca, a menos tiempo. Hablo de esas “pequeñas cosas”, como el tomar una taza de café, el olor de una comida hecha en casa, el placer de compartir algo que te gusta, disfrutar de momentos con tus amigos o con tu pareja.

“La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días”.

-Benjamin Franklin-

Empieza a ser tú mismo

Intentar ser otra persona es desperdiciar la persona que eres. Puedes ser tú mismo. Abraza a la persona que hay en ti. Sé la persona que sabes que eres, trabaja en la mejor versión de ti. Esa versión que llevas apartando tanto tiempo y que se ha vuelto una desconocida por falta de uso, a la que termes en parte porque se ha vuelto una precisamente una desconocida.

Uno de los mayores retos para las personas que quieren mejorar es aprender a aceptar lo que no es posible cambiar. A veces es mejor aceptar, adaptarse, que darle vueltas y vueltas a aquello que no tiene solución. No siempre querer una meta precisa es poder conseguir esa meta precisa. Por duro y triste que suene el mundo físico nos pone límites que no siempre podemos saltar o sortear. Así, no se trata de aceptar una vida de mediocridad, sino aprender a amar y valorar las cosas cuando no son perfectas, incluso a uno mismo.

Mujer sonriendo

Mientras muchos deciden en algún momento de sus vidas dedicarse a sus vocaciones, pocos son los que persisten después de toparse con los primeros obstáculos, las primeras caídas, los primeros resbalones. Intenta ser el dueño de tus elecciones y errores, y no te alejes de aquellos refuerzos que mantendrán a tu motivación encendida, porque la motivación no deja de ser la luz y la energía que te ayuda a seguir adelante.

“Si tienes el valor suficiente para ser tú mismo, otros pagarán el precio por ti”.

– John Updike-


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.