¿Qué son las actitudes?
¿Qué son las actitudes? Normalmente, hablamos de actitudes positivas o negativas, buenas o malas. Sin embargo, ni siquiera desde la psicología social se ponen de acuerdo en definir las actitudes. Estas van más allá de ser negativas o positivas y cuentan con distintos componentes cuya relación es ambigua.
En general, se puede decir que las actitudes son evaluaciones que tienen un función: conseguir conocimiento. Así, al conocer a una nueva persona, lo primero que vamos a hacer es evaluarla y desarrollar una actitud hacia ella. En otras palabras, vamos a hacer un juicio de esa persona. La información emitida a través de ese juicio nos va a permitir simplificar y estructurar el mundo. Por tanto, las actitudes se pueden entender como un conocimiento social construido a partir de experiencias, creencias y sentimientos.
Características de las actitudes
Para comprender mejor la noción de actitudes, presentamos algunas de sus características definitorias:
- Son dinámicas y flexibles. Es decir, suelen modificarse dependiendo de las experiencias y características personales de los individuos.
- Determinan la expresión de determinadas conductas.
- Son respuestas a estímulos del entorno.
- Reflejan emociones y sentimientos.
- Se adquieren con la experiencia y la obtención de conocimientos.
Componentes de las actitudes
Ahora bien, según el modelo tripartito de las actitudes, éstas están conformadas por tres componentes:
- Componente cognitivo: se trata de la información y percepción que tiene la persona sobre el objeto de actitud. Es decir, son las creencias, los valores, las opiniones, los conocimientos y las expectativas que llevan a uno a actuar de un modo concreto ante un objeto o situación.
- Componente afectivo: comprende el sentimiento de agrado o desagrado hacia el objeto actitudinal, junto a la valoración positiva o negativa del mismo.
- Componente conductual: es la tendencia que uno tiene a comportarse de una forma favorable o desfavorable ante el objeto. Dicho de otra manera, es la disposición o intención conductual que uno muestra.
Estos 3 componentes están determinados por los aprendizajes y las experiencias que uno experimenta a lo largo de su vida. Asimismo, según este modelo, las actitudes comprenden cómo nos sentimos, el qué pensamos y la inclinación a actuar que adoptamos. Sin embargo, otros modelos nos dicen que las actitudes son las creencias, y los demás componentes vendrían dados por lo que pensamos.
Un ejemplo que refleja claramente los tres componente es la distinción muy conocida que se hace entre el estereotipo (componente cognitivo), el prejuicio (componente emocional o afectivo) y la discriminación (componente conductual).
“Cuando nos acordamos de algunas personas que hemos amado no hacemos, a veces, la diferencia entre lo que ellas fueron para nosotros y lo que nosotros habíamos querido que fueran”.
-François Mauriac-
Relaciones entre los componentes de las actitudes
Otro de los puntos donde no existe un consenso por parte de los expertos, es en la relación entre actitud y comportamiento. Quienes afirman que las actitudes tienen los tres componentes -cognitivo, emocional y conductual-, encuentran un problema cuando las creencias y los comportamientos no se corresponden. En muchas ocasiones no nos comportamos en sintonía con lo que creemos. Por ejemplo, tenemos una opinión muy positiva de una persona, pero cuando nos pide ayuda no se la damos.
Una de las soluciones a esta discrepancia entre las creencias y los comportamientos está en las emociones. Lo que sentimos va a ser lo que una lo que creemos y lo que hacemos. De esta forma, si pensamos que una persona es muy positiva, la ayudaremos siempre y cuando se generen emociones positivas en el momento en que nos pide ayuda.
Otra de las soluciones toma de referencia a los comportamientos pasados. Así, los comportamientos en el presente serán los mismos que tuvimos en el pasado. Por tanto, solo ayudaremos a la persona si cuando nos pidió ayuda previamente se la dimos. En caso contrario, no la volveremos a ayudar.
“Siempre en nuestra vida hay algo que desearíamos no haber hecho. Pero ya está hecho. Y lo único que podemos hacer es sacar de este error las consecuencias más favorables”
-Hugo Betti-
Otras formas de entender las actitudes
También existen formas de ver las actitudes como unitarias. Esto es, no tener en cuenta los tres componentes previamente citados al pensar en qué son las actitudes. Así, una definición unitaria nos dice que las actitudes son una disposición evaluativa para responder a un objeto o evento de manera favorable o desfavorable. De esta forma, los tres componentes serían tres formas en las que la actitud se expresaría de forma observable.
En fin, la definición de las actitudes no es simple. Aun así, dejamos una de las más usadas: las actitudes son categorizaciones de un estímulo producido por un objeto en una dimensión evaluativa basada, o generada, por tres clases de información: cognitiva, afectiva/emocional y/o concerniente a comportamientos pasados o intenciones comportamentales.
Actitud y aptitud
Para concluir, queremos aclarar la distinción entre la actitud y la aptitud, dos conceptos que suelen confundirse debido a la gran similitud que guardan en su pronunciación y escritura.
Aptitud de origen latín aptus, significa “capaz para” y consiste en la idoneidad que posee un individuo para ejercer una determinada labor. Asimismo, el concepto de aptitud puede referirse a los objetos, en este caso es la cualidad que hacen que sea adecuado para un fin determinado.
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- Zanna, P. y Rempel, J. K. (1988). Attitudes: a new look at an old concept. En Bar-Tal, D. y Kruglanski A. W. (Eds.), The social psychology of knowledge. Cambridge: Cambridge University Press.