¿Qué es ser «queer»?

Las personas «queer» desafían las etiquetas convencionales y defienden la diversidad sexual. Si quieres saber más sobre ellas, ¡sigue leyendo!

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Andrea Pérez

Última actualización: 09 octubre, 2023

¿Por qué no encajo en lo ya establecido?, ¿por qué las palabras que existen se quedan cortas para expresar mi interior?, ¿quién soy yo si no me identifico con aquello que debería ser? Estos interrogantes y muchos otros son los que se han planteado quienes se autodefinen como queer.

En la mayoría de las ocasiones, las palabras no son suficientes a la hora de clasificar la realidad. El mundo es un concepto demasiado abierto y, al intentar encapsularlo, corremos el riesgo de que algunas personas se queden fuera de esa burbuja inventada.

Qué significa ser queer

De acuerdo a la American Psychiatric Association, se conoce como queer a quienes no se ajustan a las normas sociales dominantes (heterosexual o cisgénero, femenino o masculino) o aquellos que no se identifican con las etiquetas convencionales de gay, lesbiana o bisexual.

Este término se emplea con frecuencia como una categoría general que engloba diversas identidades sexuales o de género dentro de una comunidad. De esta forma, un conglomerado queer puede estar conformado por individuos que se autodefinen como lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros, etc.

También se usa para describir un tipo de género en específico. Es decir, representa a sujetos que no están conformes con el binarismo de género o la famosa dicotomía masculino/femenino. Su identidad no se acopla a una noción biológica fija ni a los estándares sociales de género.

Según una publicación en Every, queer es todo aquello que se sale de la normatividad:

• Personas que no tienen una orientación sexual hegemónica: bisexuales, homosexuales, asexuales, entre otras.
• Conductas y formas de pensar que cuestionan los comportamientos sexuales normativos. Por ejemplo, una relación poliamorosa podría entenderse como queer.
• Sujetos no cisgénero.

Desde una perspectiva más amplia, la «teoría queer» rechaza la construcción social binaria de hombre/mujer y afirma que la identidad sexual es mucho más amplia y no puede reducirse a dos o tres etiquetas. Señalan, además, que la realidad no es fija e inmutable, sino diversa, rica y llena de matices.

De esta forma, el adjetivo queer englobaría multitud de personas que se sienten extrañas identificándose con los adjetivos absolutos que descartan otras alternativas. Estas descripciones, ficticias y socialmente construidas, no serían válidas para reflejar la riqueza propia de la sexualidad.

Soy transexual, soy andrógino, soy asexual, soy drag, soy intersexual, soy transgénero, soy mujer, pero no me siento identificada con este adjetivo, soy hombre, pero me gusta mi feminidad. Soy alguien que quiere definirse de manera libre y traspasar los límites socialmente establecidos. Soy queer.

Características de las personas queer

Es necesario aclarar que cada persona tiene sus propias características, creencias y actitudes. Recordemos que este término es muy amplio y abarca a sujetos cuyas identidades, orientación sexual y expresiones de género no se ajustan a las normas tradicionales. Por lo tanto, no hay una sola manera de ser queer.

No obstante, hay algunas características genéricas o básicas que se pueden identificar en la mayoría de estas personas:

• Centran sus identidades en el ser, el vivir y el sentir.
• Rechazan la clasificación hegemónica de las dicotomías de género.
• Sostienen que todos tiene derecho a autodeterminar sus propias vidas.
• Invitan a pensar más allá del binarismo y a reconocer la diversidad sexual.
• No viven, piensan y siente solo por su género, identidad u orientación sexual.
• Aceptan que son personas ante todo, más allá de las identidades que las definan.
• No aceptan que la sexualidad, la orientación sexual y la identidad de género sean fijas e inmutables.
• Rompen con las etiquetas que llevan a los seres humanos a pensarse en términos opuestos: blanco o negro, homosexual o heterosexual…
• Promueven la interacción entre personas y no entre etiquetas. Todos deben relacionarse por lo que son, de persona a persona, no por la clasificación a la que pertenecen.

Quienes son queer desafían el mundo y nos invitan a cuestionar el orden establecido y a celebrar y aceptar la diversidad. Las características que hemos presentado no son estrictas, definitivas o fijas, tan solo reflejan tendencias generales.

No todo es blanco o negro

Estamos acostumbrados a que muchas personas ordenen el mundo en opuestos enfrentados. Siempre hemos escuchado hablar de blanco o negro, bueno o malo, hombre o mujer. Sin embargo, al contrastarlo con la realidad, solemos encontrarnos con que los buenos no son siempre tan buenos como creemos o que entre el blanco y el negro existe una tonalidad de colores.

Lo mismo ocurre con la identidad sexual, ser hombre o mujer, y la identidad con el género, ser femenino o ser masculino. La sexualidad no se limita a dos adjetivos opuestos, sino a un continuo dentro de los mismos. Olvidarnos de la variedad existente entre ambos polos sería empobrecer la sexualidad.

Queer es la diversidad dentro de un continuo, es aceptar que no todo es blanco o negro y que la persona tiene derecho a definirse tal y como se siente y no tal y como se le ha impuesto. Queer es reivindicar la libertad de pensamiento y la forma de vivir la sexualidad de cada uno.

Quien pone límites es porque es limitado

Las etiquetas nos dan seguridad, ordenan esta vida caótica dentro de palabras con sentido que pueden clasificarse y ordenarse de manera racional. Fuera de la realidad que conocemos, todo es desconocido y en muchas ocasiones lo extraño nos genera inseguridad y miedo.

Quienes se autodefinen como queer son personas que no encajan dentro de la normalidad social. Su físico o forma de comportarse es considerada por muchos «extraña» y rompe los esquemas mentales de los más conservadores. Por ello, quienes son incapaces de abrir su mente más allá de sus ideas preconcebidas pueden rechazar todo aquello que consideren «raro».

Nos gusta creer que la realidad es tal y como nosotros la vemos. Cuando el mundo contradice nuestras ideas, en lugar de aceptar esta contradicción, transformamos la realidad para amoldarla a lo que ya pensábamos. De esta forma, buscamos aquello que apoya nuestra forma de pensar, ya que cuando nos topamos con algo diferente nos sentimos incómodos, cuestionados e inseguros.

Mi realidad es igual de válida que la tuya

Hay tantas realidades como personas en el mundo y todas son válidas y respetables. Que la visión de ambos no coincida no quiere decir que una sea correcta y otra no, simplemente nos indica que la realidad es diversa y depende de quien la percibe.

Hablar de queer es hablar de distintas posibilidades, siendo todas ellas válidas. Es romper con las dicotomías que empobrecen la realidad y aceptar que, más allá de lo que muchos creen, el mundo y las personas son diversas y en todas sus formas son aceptables.

Ser queer: una apuesta por la diversidad

El concepto queer es diversidad y ruptura. Desestabiliza el orden social con respecto a la sexualidad, la orientación y la identidad de género. Se contrapone a la heteronormatividad imperante y a la rigidez de los binarismos tradicionales.

Quienes se autodefinen de esa forma desafían las etiquetas convencionales y promueven una sociedad donde las personas puedan vivir y expresarse de acuerdo con su propia autenticidad. Aceptar la diversidad es imprescindible para construir un mundo más inclusivo, donde cada uno tenga la seguridad y la tranquilidad de ser lo que es.