Recuerda cómo vivir, reír y amar como un niño
Mucha gente cree que la adultez implica que tu vida se llena de responsabilidades, ansiedad y dudas. Quizá por eso nos encontramos con adultos que a los 40 buscan vivir como sus hijos. Otros están tan llenos de dudas y quejas que se plantean el dejarlo todo y huir.
Si has llegado a este punto de tu vida es momento de tomar como ejemplo a los niños . Ellos saben vivir, reir y amar de una forma tan natural que parece que no existe nada negativo en la vida.
“Los niños ven la magia porque la buscan”
-Christopher Moore-
Reencuentra aquello que te hace brillar
Los niños son como un sol que alumbra todo a su paso. Ellos realmente no saben lo que es preocuparse por el futuro o las responsabilidades y su carga.
Nunca se sentirán avergonzados por caer y volver a comenzar, por equivocarse o por mostrar sus sentimientos.
Todas estas características son las que debes recordar para volver a vivir, reir y amar como un niño. Cada día debes darte el tiempo para descubrir y emocionarte con pequeños detalles.
No hay receta mágica para olvidarte de las preocupaciones. Debes permitirte ver la realidad desde una perspectiva más positiva y entusiasta.
¿Qué hacer para vivir, reír y amar como un niño?
1. Ríe tanto como puedas y siempre que tengas la oportunidad
No necesitas ir por la vida haciendo bromas tontas o burlándote de los demás. Eso no funciona. De lo que hablo es de desarrollar un sentido del humor que te haga feliz .
“La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano”.
-Victor Hugo-
2. Confía en tus superpoderes
¿Qué no tienes poderes? Te reto a que encuentres cinco cosas en las que eres bueno . Toma en cuenta que no tienen que ser las habilidades más sorprendentes:
- ¿Eres capaz de hacer que los demás olviden sus problemas con tus chistes?
- ¿Tienes la habilidad de preparar una pasta deliciosa?
Estos son solo dos ejemplos, pero no los únicos ni los últimos. Un superpoder es aquello que te hace único.
4. ¡Atrévete!
Los niños no se pasan el día preguntando “¿Podré hacer x cosa?”, ¿Tengo la capacidad para…?”. Ellos solo van y hacen las cosas. Por desgracia, muchos adultos olvidan que es importante seguir probando cosas nuevas.
¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo que te causaba inseguridad? Aquí vale desde salir a una cita hasta lanzarse en paracaídas. ¡Haz cosas diferentes!
“Todo lo que quieres en la vida está fuera de tu zona de confort”
-Robert Allen-
3. Sal con tus amigos
¿Te has dado cuenta de que los niños siempre están rodeados de más niños? Esto los hace felices porque pueden compartir los buenos y malos momentos. Estos momentos nos dan el tesoro más grande: el recuerdo de los mejores momentos de la vida.
Después de todo, ¿de qué sirve todo lo material y los éxitos profesionales si no hay nadie con quien compartirlos?
5. Sé un rebelde
Ya sé que dirás que no tienes tiempo o que tienes muchas obligaciones que no puedes dejar de lado. No te preocupes, no necesitas abandonar tu empleo para lanzarte a viajar por el mundo (por cierto, sí que es posible aunque no fácil).
Ser rebelde significa no conformarse .
¿Has caído en la monotonía del status quo? ¿Qué haces ahí? ¡Sigue tus sueños!
Los niños siempre están buscando nuevas opciones. Un nuevo juego o hacer nuevos amigos. No se encasillan y eso es lo que les permite ser ellos y desarrollarse como personas.
“Estamos aquí para dar un mordisco al universo. Si no, ¿para qué otra cosa podemos estar aquí?”
-Steve Jobs-
6. Abraza a tus seres queridos
Si tienes hijos o compartes algún tiempo con niños ya sabrás que ellos pueden llegar en cualquier momento y abrazarte sin motivo. Bueno, en realidad si que hay un motivo: desean hacerlo.
Así demuestran que te quieren y sin duda los verás reír y disfrutar del momento . De eso se trata la vida.
No temas que la gente se tome a mal esta acción. Quizá les parecerá raro si nunca lo haces, pero luego se sentirán tan bien que también lo harán parte de su vida.
¿Y bien? ¿Estás listo para vivir, reír y amar como un niño? No dejes que la rutina deje que tu niño interior quede arrumbado. Así tengas 20 o 60 años, seguro que puedes traerlo de vuelta y dejarlo disfrutar de la vida.
¡Solo hazlo!