Con más sentido del humor, las cosas serían distintas

Con más sentido del humor, las cosas serían distintas
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 22 septiembre, 2019

“Si el hombre tuviera más sentido del humor, las cosas podrían haber resultado diferentes”

Stanislaw Lem

 

La Real Academia de la Lengua Española define frívolo como: ligero veleidoso, insustancial. ¿Cómo interpretamos cada uno de nosotros este término?

De vez en cuando podemos permitirnos ser frívolos… eso sí, como todo en la vida en su justa medida, porque no en valde, dicen que en el término medio está la virtud. La frivolidad bien entendida nos enseña a ver muchas veces la vida de otra manera, con una sonrisa o incluso mil risas. Momentos tristes se pueden solucionar con un rimmel y unos tacones, ¿Por qué no?.

¿Por qué tenemos que ser tan intensos las 24 horas del día, ser responsables y trabajadores, buenos padres, hijos o hermanos tiene que estar reñido con dedicar un espacio a una charla divertida?. ¿Por qué no podemos hablar de cosas absurdas y superfluas que nos hagan reír?

“La frivolidad alegra la vida, nos anima, nos ayuda a cambiar el chic y a aprender que ser frívolos también es algo muy serio”

Humor

A lo largo de la historia la frivolidad ha estado siempre relacionada con las mujeres; nos han tachado de vanidosas, excesivamente presumidas, superficiales o chismosas. Sin embargo con el tiempo se ha descubierto que la frivolidad no tiene nada que ver con ser de uno u otro sexo; dependiendo del uso que le demos cada uno de nosotros, la frivolidad puede ser una maravillosa válvula de escape o tan sólo un juego de tontos.

Así es que ¿Por qué no podemos ser intelectuales, profundos y también muy coquetos y un poco absurdos sin sentir que estamos pecando de frívolos? ¿Por qué la rubia es tonta, el intelectual aburrido y un largo etc. de estereotipos en el lo que más tememos es que los demás nos etiqueten?

                               “Dale una chica los zapatos adecuados, y se puede conquistar el mundo”

Marilyn Monroe

Ser superficial, no tomarse todo en serio puede ayudarnos en muchos momentos, puede equilibrar nuestra balanza personal; por eso debemos hacer un alegato de la frivolidad sin miedo y sin vergüenza; la frivolidad también es una actitud ante la vida, quizás… no cuestionarse a uno mismo y a los demás continuamente.

“Humor es posiblemente una palabra; la uso constantemente. Estoy loco por ella y algún día averiguaré su     significado”.

Groucho Marx

Eso sí, ser frívolo todo el tiempo puede ser tan perjudicial como ser intenso en todos y cada uno de nuestros momentos.  Por eso no está nada mal que desde pequeños nos enseñaran a cultivar todas nuestras facetas. Seguramente tendríamos que hacerlo conforme a nuestra personalidad, aprendiendo que todo puede convivir en nosotros.

Seguramente si sólo inclinamos la balanza hacia un lado, nos estemos perdiendo un montón de cosas; porque la vida es un gran rompecabezas con pequeñas piezas de todos los colores, ¿Por qué conformarnos solo con una gama?

Puede que en algún momento te des cuenta de que estuviste descoordinado, que tenías que haber intentado mantener mejor tu balanza personal; aunque nunca es tarde, a veces el tiempo sí que nos apremia un poco y ya nos resulta un tanto tedioso estudiar o cuidar nuestro punto frívolo. Y es que ya nos sentimos mayores y cada vez nos cuenta más aprender a desaprender.

Así es que como dice el dicho popular, ese que aparecía al principio de nuestra reflexión:

“En el término medio está la virtud“… pero como alcanzar la virtud es tan difícil por no decir casi imposible, podemos intentarlo, eso sí sin tener en cuenta lo que digan los demás.

“¡No fabriquéis tragedias con triquiñuelas ni matéis mariposas con escopeta! ¡Tomadlo a broma!”

Anónimo

 

 

 

 

 

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.