Relación entre la clase social y la deshumanización
Deshumanizar consiste en negar que otras personas tienen rasgos humanos. En otras palabras, deshumanizar consiste en considerar a alguien “menos persona”. Generalmente, la deshumanización se produce hacia miembros de grupos; es decir, consideramos menos humanas a algunas personas porque pertenecen a cierto grupo.
Aunque existen diversas diferencias que pueden dar lugar a distintos grupos, una de las más importantes es la clase social. La clase social es una forma de estratificación social en la cual un grupo de individuos comparten una característica común que los vincula social o económicamente. Así, a grandes rasgos, podemos diferenciar dos clases sociales: los ricos y los pobres. Por tanto, las personas, independientemente de su clase, podrían llegar a deshumanizar a estos grupos.
¿Cómo deshumanizamos?
Deshumanizar consiste en creer que alguien es menos humano. Sin embargo, encontramos que hay diferentes formas de deshumanización. En concreto, destacamos dos: la animalización y la mecanización. Según el modelo dual de Haslam (2006) hay dos formas de animalización, las cuales surgirían cuando negamos rasgos que típicos de los humanos. Dependiendo de qué rasgos negamos, estamos animalizando o mecanizando.
“La deshumanización, aunque es un hecho histórico concreto, no es un destino dado sino el resultado de un orden injusto que engendra violencia en los opresores, que a su vez deshumaniza a los oprimidos”.
-Paulo Freire-
Así, por un lado, animalizar consiste en negar los rasgos que son exclusivamente humanos. Estos rasgos son los que nos distinguen de los animales. Por ejemplo, la aptitud cognitiva o el refinamiento y ser civilizados.
Por otro lado, mecanizar consiste en negar los rasgos que son típicos de la naturaleza humana, pero no necesariamente únicos en relación con otros animales, como la calidez y la emotividad. De esta forma, los grupos a los que se les niega aquello que les hace humanos son comparados con animales y a los que se les niega la naturaleza humana se les compara con objetos inanimados como robots o autómatas.
Funciones de la deshumanización
¿Para qué sirve la deshumanización? La deshumanización presenta tres funciones principales. En primer lugar, deshumanizar a otro grupo sirve para justificar la violencia. Cuando consideramos que los miembros de un grupo son menos humanos, es más fácil que pensemos que tenemos derechos sobre sus miembros. Así, estará justificado el uso de la violencia cuando no se comportan como esperamos.
En segundo lugar, la deshumanización legitima el “status quo”. Hay grupos que tienen más estatus y otros que tienen menos. De esta forma, si otro grupo es deshumanizado y, por tanto, menos humano, también tendrá menos estatus. De esta forma, nuestro grupo será superior al grupo deshumanizado.
“Era tan terrible que ya no era terrible, solo estaba deshumanizado”.
-F. Scott Fitzgerald-
En tercer lugar, deshumanizar desinhibe la moral. Todos poseemos valores morales que rigen nuestra conducta, como por ejemplo considerar que “matar está mal”. Sin embargo, estos valores se aplican a los humanos. Así, si no consideramos humana a una persona, va a ser más fácil usar la violencia contra ella, aunque nuestros valores nos lo impidan. Piénsese en cómo los nazis pensaban que los judíos eran cucarachas.
Deshumanizando según la clase social
El clasismo se entiende como un conjunto de actitudes, creencias y conductas dirigidas hacia un grupo de personas como consecuencia de su pertenencia a una clase social/estatus socioeconómico determinada. Puede dirigirse a clases sociales aventajadas o desaventajadas. En otras palabras, el clasismo son las actitudes hacia ricos y pobres. Así, una consecuencia del clasismo sería la deshumanización, o sea, considerar menos humanos a ricos y/o pobres.
En el caso de los pobres, se les animaliza. A los pobres tiende a considerárselos como menos humanos y más animales. Algunos de los rasgos típicos que se les niegan son el civismo, la capacidad de racionalizar y el refinamiento. A los pobres se los considera animales sin la capacidad de salir de su situación.
En el caso de los ricos, no se les animaliza. Al contrario que con los pobres, a los ricos se les mecaniza. No es común pensar que los ricos son incívicos y mucho menos que no sean refinados. Sin embargo, sí que es posible pensar que se les puede negar la calidez y la emotividad. Así, a los ricos se los consideraría fríos, sin sentimientos, sin empatía. Esto es, como máquinas.
En conjunto, los ricos serían vistos como máquinas y los pobres como animales. De esta forma, los grupos de la clase media mantendrían su estatus. Las consecuencias son que los pobres serán tratados con desprecio, como animales, lo cual permitiría conductas despreciables hacia este colectivo. Sin embargo, a los ricos se los trataría con distancia, con miedo y respeto porque se los consideraría capaces de cualquier cosa con tal de conseguir sus objetivos.
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