Replantear tu vida ¿cuándo sería el momento de hacerlo?

Las dificultades siempre inspiran reflexión. Entonces, podemos preguntarnos, ¿qué deberíamos cambiar? ¿Qué sería mejor dejar atrás? Lo analizamos a continuación.

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 03 febrero, 2021

Replantear tu vida. ¿Cuándo hacerlo? ¿Qué circunstancias deben sucederse para hacer un cambio y emprender otros caminos? Decía Isaac Asimov que el cambio es inevitable y también el factor que hace progresar a una sociedad. Sin embargo, a nivel personal nada resulta más complicado que poner la mirada en nuevos horizontes y asumir que lo que nos rodea ahora no es enriquecedor ni saludable.

Ahora bien, es importante, antes de nada, profundizar en el término “replantear”. ¿En qué consiste realmente? Un replanteamiento implica partir de algo ya construido, pero siendo capaces de reformular, revisar o ver de otro modo dicha situación. En otras palabras, a la hora de generar un cambio que nos permita progresar rara vez se parte de cero. Siempre hay un punto de partida sólido.

Nadie hace un borrón y cuenta nueva de manera radical, los cambios de 180 grados a veces nos apartan de cosas que nos son útiles, necesarias y que definen lo que somos. Partamos desde una base, desde unos valores sólidos y recuperando quizá muchos de esos sueños y aspiraciones que un día dejamos aparcados…

Replantear tu vida: ¿cuándo y cómo hacerlo?

La necesidad de replantear tu vida es algo que aparece en diversos momentos a lo largo de tu ciclo vital. El hecho de que suceda esta necesidad, pensamiento o súbita voluntad, responde a múltiples eventos. Las rupturas afectivas, el desempleo, la pérdida de alguien querido y las crisis sociales suelen despertar este sentimiento.

Asimismo, cuando surge dicho estado interno es importante atenderlo. De lo contrario, podemos cronificar un estado de malestar, disonancia y contradicción constante. Cuando las necesidades no se transforman en actuaciones destinadas a satisfacerlas, emerge el sufrimiento que a todo se adhiere y lo deforma.

Es importante tener en cuenta que el campo de la psicología lleva años estudiando esta realidad. Así, un área que atiende dichas situaciones es la terapia narrativa, enfocada básicamente en reformular el presente. Esta forma de psicoterapia sostiene, por ejemplo, que nuestras identidades están determinadas por la forma en que nos contamos a nosotros mismos nuestra vida.

A veces, es necesario deconstruir ciertas cosas, ciertos enfoques o creencias erróneas para entonces, hallar nuevos sentidos a lo que somos, a lo que tenemos y necesitamos. Ese ejercicio de reflexión e introspección es idóneo para replantearnos muchas de las cosas que nos envuelven y afectan ahora mismo. Veamos, no obstante, en qué momento sería adecuado hacerlo y cómo llevarlo a cabo.

Toda pérdida te impulsa a una reformulación

Después de cada pérdida es bueno que pienses en replantear tu vida. Hechos como perder el trabajo, pasar por una ruptura afectiva o perder a un ser querido implica siempre reformular ciertas dimensiones y en ocasiones, hasta tomar nuevas decisiones.

¿Qué puedo hacer?

Decía el psicoterapeuta Carl Rogers que todos nosotros tenemos recursos para mejorar nuestro bienestar. De este modo, algo que debemos tener en cuenta es que un replanteamiento no implica siempre tener que hacer un gran cambio.

• No es necesario dejar nuestra casa, hacer las maletas o decir adiós a amigos y familiares para irnos lejos. No todo cambio demanda distancia para hallar el equilibrio.
• El mejor cambio proviene del interior, de la actitud hacia lo que nos sucede, del modo de procesar y entender la realidad.
• Toda pérdida requiere la aceptación de lo ocurrido y después replantearnos nuevos significados y situar en el horizonte otros propósitos capaces de motivarnos.

Has dejado de reconocerte en lo que haces y en las personas que te rodean

A veces sucede. Te encuentras envuelto en una dinámica y un contexto cotidiano en el que ya no te reconoces a ti mismo. Es decir, puede que ese trabajo que tienes ahora te aboque a un día a día demasiado estresante y demandante. Es posible también que tu relación de pareja haya derivado en una rutina carente de afecto, de trascendencia y de hueca de felicidad.

Ya no te ves a ti mismo en lo que te envuelve porque nada te motiva, no se respetan tus esencias ni valores. En estas circunstancias es urgente que empieces a replantear tu vida.

¿Qué puedo hacer?

Existe un interesante estudio, realizado en la Universidad Estatal de Moscú por parte de la doctora Cristina Kostromina, que fija una idea interesante. El concepto de personalidad ha cambiado, hasta el punto de que ya podemos hablar de la personalidad dinámica. Es decir, todos podemos en un momento dado tomar conciencia de lo siguiente:

• En ocasiones, lo que nos ofrece el entorno no se adecúa a nuestras necesidades. Es entonces cuando nos vemos impulsados a tomar nuevas decisiones. Esos cambios dejan en nosotros nuevas valías: decisión, proactividad, innovación… Son dimensiones que dan dinamismo a nuestra personalidad.
• Por otro lado, en una sociedad cada vez más fluida y cambiante, estamos casi obligados a replantearnos cada día grandes y pequeñas cosas. En cada plan generado, en cada variación que realizamos, nuestra forma de ser mejora y se adapta con mayor habilidad al entorno.

Replantear tu vida porque ahora mismo, eres infeliz

En ocasiones, el problema no está en el entorno, en el trabajo, la familia o la pareja. A veces llegamos a un instante en que hemos perdido el impulso, la ilusión, las ganas y hasta la felicidad. Son situaciones de gran complejidad emocional y psicológica que te obliga a replantear tu vida.

¿Qué puedo hacer?

La pérdida de la felicidad y la motivación siempre tiene un origen que debemos clarificar. Nada sucede porque sí, nadie deja ir esa luz interna que ilumina el bienestar de un día para otro. Es necesario ahondar en nuestro universo psicológico para saber qué falla y cuál es el origen de ese estado.

• En estos casos, hay que poner la mirada en nuestro interior y atender, por ejemplo, a nuestro diálogo interno. La manera en que nos hablamos e incluso las ideas erróneas a las que les damos validez determinan a menudo ese malestar.
• Decepciones, sueños frustrados, desilusiones, crisis existenciales… Hay muchas realidades que pueden estar teniendo un gran impacto en nosotros y a pesar de ello, no saberlo. Descuidar lo que duele por dentro tiene su impacto, nos altera y apaga poco a poco nuestra vitalidad.

Para concluir, replantearnos nuestra vida es un ejercicio de bienestar mental que todos deberíamos aplicar cuando así lo consideremos. Tomemos conciencia de ello.