Sadorexia: síntomas, causas y tratamiento
La sadorexia es un trastorno de la conducta alimentaria poco conocido. Se trata de una evolución de la anorexia nerviosa tradicional, pero mucho más peligroso para la salud porque incluye conductas autolíticas o de auto-maltrato.
Las personas que padecen esta enfermedad suelen alcanzar una delgadez máxima, hasta que se quedan sin fuerzas y dañan gravemente su organismo. Con frecuencia, son personas con muy baja autoestima y que atesoran sensación de no controlar lo que pasa a su alrededor, de modo que centran todos sus esfuerzos en lo poco que piensan que sí pueden controlar: su dieta.
En la actualidad, los medios de comunicación ejercen el papel de transmisores de valores y modelos de conducta. De esta manera, se han encargado de sobredimensionar la importancia de la parte física en la imagen que proyectamos. Este es el contexto que nos rodea y el que ha dado lugar a los primeros casos de sadorexia.
La búsqueda ansiosa de los cánones de belleza ha llevado a que muchas personas, la mayoría mujeres, intenten modificar su imagen con medidas que ponen en riesgo su salud. Las pasarelas, lugares donde desfilan las modelos (el nombre no es casual), están llenas de transformaciones, cirugías, excesivas dietas de adelgazamiento, etc. Hablamos de una exposición pública que no es más que la punta del iceberg de lo que en realidad sucede en el seno de la sociedad.
La sadorexia y otros trastornos de la conducta alimentaria
Los trastornos de la alimentación se caracterizan por alteraciones graves de la conducta alimentaria. Existen dos trastornos clásicos: la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa.
La anorexia se caracteriza por una imagen corporal distorsionada o por una restricción muy estricta del consumo de alimentos. En cambio, el control de impulsos en la bulimia funciona de diferente manera: la dieta de la persona que la padece suele estar poblada de atracones y medidas purgativas. En los dos casos suele existir un rechazo de la imagen corporal por una valoración negativa de la misma.
En esta ocasión nos vamos a centrar en la anorexia, puesto que está directamente relacionada con la sadorexia. Entre los síntomas más frecuentes de la anorexia nerviosa se encuentran los siguientes:
- Ideas, incluso obsesiones, por tener un peso por debajo del considerado “ideal”.
- Percepción distorsionada del cuerpo, sintiéndose “gorda” cuando objetivamente se está delgada.
- Suspensión de la menstruación (amenorrea).
- Ingesta progresivamente baja de alimentos, especialmente de los considerados como “peligrosos” (grasas, dulces…).
- Disminución en el deseo y la actividad sexual.
- Mala salud física: infecciones respiratorias, mala digestión, dolor de cabeza y espalda.
- Sensación de frío constante, sequedad de la piel, caída del cabello, aparición de vello fino en el cuerpo, pérdida de peso importante.
- Debilidad.
Desde el punto de vista psicológico, son trastornos que aparecen en personas que le dan un peso excesivo a la imagen corporal a la hora de definirse . Son comunes pensamientos del tipo “valgo más si estoy delgada”.
Al mismo tiempo, es común que la sadorexia se alimente y alimente un estado de ánimo de valencia negativa, en el que predominen emociones como la tristeza o sentimientos como la melancolía. En este marco encontramos una gran dificultad -incapacidad incluso- para disfrutar de situaciones placenteras, necesidad de complacer a los demás y ser aceptados, aislamiento o deterioro en las relaciones sociales, dificultad para concentrarse, ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, etc.
¿Cómo podemos detectar la sadorexia?
La sadorexia (sadomasoquismo + anorexia) se considera un trastorno alimentario de segunda generación que, como ya hemos dicho, ha evolucionado de la anorexia. Conjuga comportamientos anoréxicos junto con un maltrato corporal y el empleo de métodos de adelgazamiento masoquistas que infringen dolor y quitan las ansias de comer. Esto termina provocando pérdidas de peso rápidas y permanentes.
La sadorexia es un método empleado para conseguir una delgadez extrema, la cual es visible sólo para los ojos de los demás. Quienes padecen esta enfermedad empiezan a perder más y más quilos con la sensación de que nunca es suficiente o presos de un intenso miedo a recuperarlos.
Por lo tanto, a día de hoy, el dolor como fórmula de adelgazamiento máximo también está identificada. Existen tres tipos de auto-maltrato o self-injury:
- Mutilación o desfiguración permanente: es decir, la amputación de un miembro.
- Mutilación estérea: golpearse, morderse, cortarse profundamente…
- Mutilación superficial: cortes, quemaduras, romperse algún hueso, etc.
Las autolesiones también pueden utilizarse como una forma de dejar salir sus emociones y sentimientos. Estas personas piensan que el dolor físico evita prestar atención al dolor emocional que su enfermedad les provoca, y hace que se hagan daño a sí mismas.
¿Existen tratamientos eficaces para la sadorexia?
Lo cierto es que se trata de un trastorno muy actual sobre el que casi no se han realizado estudios. Debido a la rapidez con la que avanza la información en las redes sociales y en Internet, prácticamente a diario se crean entidades diagnósticas nuevas.
Así, es muy difícil para la ciencia responder a la misma velocidad que la sociedad plantea problemas y demanda soluciones. En cualquier caso, a falta de estudios que nos permitan hablar de una intervención específica y efectiva, en consulta se están adaptando protocolos que sabemos que funcionan con otros trastornos en los que la imagen corporal y la autoestima están afectadas.