Si tienes que buscar algo, empieza siempre mirando cerca

Si tienes que buscar algo, empieza siempre mirando cerca
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 08 noviembre, 2022

Es probable que, en algún momento de nuestra vida, tú y yo hayamos coincidido en una cosa: hubo una ocasión en la que estábamos mirando y buscando en un lugar lejano, mientras que lo que necesitábamos estaba mucho más cerca. Resulta que eso que tanto queríamos encontrar no lo habíamos visto, pero estaba más próximo a nosotros de lo que habíamos pensado. Puede además, que en alguna ocasión, tú también comprendieras esto tarde.

Si, por el contrario, aún no has vivido algo así, déjame decirte algo que, aunque parezca de sentido común, olvidamos a menudo:  es mejor comenzar mirando cerca, agachar la mirada y fijarse en lo que nos rodea. Quizá todos esos lugares que nos rodean y que hemos transitado tantas veces escondan objetos y personas que aún tienen valores y actitudes que pueden sorprendernos. 

“El problema era que no nos colocábamos en el lugar adecuado para observar la realidad”

-Juan José Millas-

Lugares y personas que damos por conocidos

Conocer a alguien nuevo puede ser una sensación muy especial y comenzar a descubrir su personalidad poco a poco suele ser divertido y enriquecedor. Sin embargo, llega un momento en el que nos acomodamos y suponemos erróneamente que su capacidad para sorprendernos se ha agotado.

pareja distante

Formamos nuestro círculo de amistades y damos por hecho que el tiempo ya nos lo ha enseñado todo de ellas, pero nos equivocamos. Es más, decía un dicho popular que nunca se termina de conocer a nadie: ni su personalidad ni su historia.

De esta manera, es beneficioso reflexionar si de verdad no pueden volver a sorprendernos, si eso que anhelamos tanto no nos está ofreciendo su mano y tenemos los puños cerrados. A veces uno se pierde mirando lejos porque considera que en lo cercano no quedan rincones donde buscar.

Resulta paradójico buscar el amor sin descanso e ignorar incluso sin ser conscientes a quien nos lo ofrece. Ironías de la vida.

Empeñarnos en ver a veces nos ciega

No hay más ciego que el que no quiere ver o solo vemos lo que deseamos ver. Ambos refranes españoles nos dan cuenta de lo mismo: por alguna razón específica somos capaces de cegarnos hasta el punto de no observar la realidad y de mentirnos.

¿Quién nos dice que eso que tanto deseamos no está a nuestro lado?, ¿por qué nos empeñamos en mirar hacia otro lugar? Es posible que esté cerca y nosotros no tengamos el valor de reparar en ello o quizá esté mandándonos alguna señal y no la veamos por tener los ojos en el sitio equivocado.

“Normalmente sólo vemos lo que queremos ver; tanto es así, que a veces lo vemos donde no está”

-Eric Hoffer-

El corazón suele ver con mayor claridad que los ojos, pues estos pueden estar nublados por las expectativas. Además, el tiempo pasa rápido, no da tregua ni espera. La vida es demasiado corta para desaprovechar oportunidades, para dejar escapar trenes por no estar atentos.

Cerrar los ojos para ver mejor

Vamos a cerrar los ojos para ver mejor en aquellas circunstancias en las que más necesitemos ver. Como decíamos, muchas veces hemos ignorado al corazón haciéndonos creer que era la razón la que nos llevaría al lugar adecuado y hemos perdido.

Por eso, desgraciadamente todos hemos experimentado en carne propia otra frase que forma parte del conocimiento que dan los años “no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos” y, la verdad, es que a veces no hacemos una buena estimación de un valor hasta que no nos da la espalda para macharseEn este sentido, quizás conocíamos lo que teníamos pero no eramos capaces de entender lo extraordinario que era. Por eso es bueno que cuando te alejes, al volver, dediques un rato a ver que es lo que tú si tienes cerca y los demás no.

“¿Cuántas veces cierra uno los ojos para no ver y cuántas para ver mejor?”

-Ángela Mastretta-

Las emociones son las que nos dirigen y las que nos enseñan. Es el corazón el único capaz de mostrarnos el camino especial en el que sentirnos a gusto. Es necesario sentir, palpar lo cercano y llegar a conocerlo hasta el final. Exprime tus sentimientos y reconoce bien el camino por el que tienes que seguir. 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.