¿Sabes qué es el síndrome de París?

¿Sabes qué es el síndrome de París?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Yamila Papa

Última actualización: 06 agosto, 2023

En realidad, este síndrome fue identificado por un psiquiatra llamado Hiroaki Ota. Aunque lo padecen en su mayoría personas de origen japonés o asiático también puede producirse en viajeros de otras partes del mundo, sobre todo en aquellos cuya cultura es muy diferente a la parisina.

En el caso puntual de los orientales, lo que les ocurre es un profundo shock que pueden ocasionar hasta traumas o síntomas físicos, así como también crisis nerviosas. ¿Por qué ocurre esto? Básicamente por el “choque” de costumbres y por las expectativas que se depositan en el viaje.

La Embajada de Japón en Francia ha decidido ofrecer un servicio de atención a los turistas que sufran el Síndrome de París. Si bien no es una cantidad significativa (teniendo en cuenta que más de un millón de japoneses vistan la “ciudad luz”), lo cierto es que cada vez son más los que padecen este problema al pisar el mismo suelo que la Torre Eiffel o el Arco del Triunfo.

En su mayoría, las que sufren el Síndrome de París son mujeres de más de 30 años. Su idea de París como un lugar mágico, romántico, ideal para encontrar un amor, etc proviene de las películas y los libros, así como también del imaginario popular.

Aunque todos los turistas, de cualquier país, se pueden ver sorprendidos por el París real y la diferencia entre lo que se habían imaginado (lo que esperaban por una idealización del lugar), los japoneses han demostrado tener síntomas más intensos. Es tal el impacto por el choque cultural que se trauman y hasta necesitan asistencia médica. Puede parecer extremista, pero es verdad.

La visión idílica de París es debido a lo que vieron en películas como es el ejemplo de Amelié, donde se pueden ver los románticos Champs Elysees, el Museo del Louvre, la catedral de Notre Dame, el Río Sena, el pintoresco barrio de Montmartre y por supuesto, la fabulosa Torre Eiffel. En París hay mucho más, según nos muestran en el cine, como ser la moda, los cafés tradicionales y las mujeres bellas… pero también, bullicio, mala educación, empujones, ruidos, gente de aquí para allá, la suciedad, la contaminación…

El carácter de los franceses es típico del Mediterráneo y totalmente diferente a lo que ocurre en Japón, una cultura muy tranquila y cordial. Los parisinos suelen ser extrovertidos, elevan el tono de su voz, hablan a los gritos en la calle, no tiene problemas en discutir en un café, etc. Todo lo contrario ocurre en las ciudades de Japón, aún en la super poblada Tokio. Allí la gente es más educada, más servicial, más mesurada, menos “emocional” y más racional.

Entonces, un turista japonés que llega a París se encuentra con un comportamiento que le es ajeno. Si a eso se le suma el hecho de imaginarse a la capital francesa como sacada de un cuento de hadas, el cuadro empeora. Para cualquier viajero llegar a un sitio donde la gente grita, se escuchan las bocinas por el tránsito, los residentes no son corteses ni ayudan al visitante (esto no es una generalidad pero ocurre), puede ser un gran impacto.

Para los japoneses afectados con el Síndrome de París, la realidad de esta metrópoli les abruma y el cuerpo dice “basta”. Igualmente, como indican en la Embajada (que tiene habilitada una línea de atención las 24 horas del día), este choque se produce durante el primer día y no se extiende por más de 48 horas. Luego de esta etapa, los visitantes disfrutan sin problemas de todas las maravillas que la “Ciudad Luz” tiene para ofrecer.

Algo similar puede ocurrir con otras ciudades importantes y super conocidas. El ejemplo que más se asemeja a lo ocurrido en París es Nueva York, ya que en las películas vemos el Puente de Brooklyn, el Central Park y las calles nevadas en Navidad, pero al llegar, otra realidad nos recibe.


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