¿Te autosaboteas en vacaciones?
Después de semanas de trabajo o estudio llega el momento de unas merecidas vacaciones, pero empiezan a surgir sentimientos y pensamientos que te impiden disfrutar de ese tiempo, y cuando te das cuenta tienes que volver a las actividades normales. Sientes que el tiempo se te escapó entre los dedos. En resumen, autosaboteaste tus vacaciones.
Es cada vez más común que en lugar de disfrutar el tiempo de descanso, caigamos en la trampa de planearlo todo para no descansar. Esto se convierte en una causa de malestar personal, así que es importante identificar el autosabotaje y tomar acciones para prevenirlo. Hoy veremos algunas formas en las que este fenómeno puede presentarse y cómo ponerle freno.
¿Qué es el autosabotaje y por qué no nos deja disfrutar de las vacaciones?
Se trata de actitudes, pensamientos y acciones que emprendemos nosotros mismos y que terminan generando obstáculos para nuestros objetivos. Los mecanismos detrás del autosabotaje pueden no ser evidentes, por lo cual es habitual que no seamos capaces de identificar la causa y solo suframos sus síntomas.
En el contexto de las vacaciones, nos planteamos objetivos que salen de la rutina; puede ser visitar un lugar especial, practicar algún pasatiempo, llevar a cabo un proyecto personal o simplemente descansar. Y aunque en nuestras actividades cotidianas no caigamos en la trampa del autosabotaje, puede pasar que en los tiempos de descanso sí nos afecte ese problema y nos impida disfrutar de las vacaciones. Algunos de los síntomas que podemos experimentar son los siguientes:
- Ansiedad, al sentir que estamos dejando alguna tarea desatendida y que por eso pueden pasar cosas malas.
- Temor, asociado a una sensación de pérdida de control.
- Pensamientos intrusivos, que pueden estar relacionados con tareas que creemos que están pendientes, con cosas que pueden salir mal, con contar el tiempo que queda antes del fin de las vacaciones, etc.
- Falta de concentración, especialmente al intentar realizar una actividad nueva.
- Dificultad para dormir, generada por la propia ansiedad.
- Irritabilidad, como consecuencia de un descanso inadecuado.
- Sentimientos de culpa, al pensar que estamos siendo menos productivos, o que estamos tomando un descanso mientras los demás trabajan.
Es decir, precisamente lo contrario de lo que esperaríamos en un periodo vacacional, en el que lo que queremos es desconectar de la rutina y dejar momentáneamente de lado algunas responsabilidades. No solo afecta el descanso a nivel físico, sino también mental y emocional.
¿Por qué nos autosaboteamos?
Podemos sabotearnos de muy diversas formas en vacaciones. Si has notado alguno de los síntomas anteriores en tus tiempos de descanso, tal vez puedas identificar alguno de los siguientes factores precipitantes:
1. Estrés crónico
Cuando el estrés se sostiene por mucho tiempo, el cuerpo se acostumbra a él, llegando a hacer incluso que permanezca. Actividades laborales o académicas en las que los niveles de estrés se sostienen por mucho tiempo nos vuelven propensos a esa condición y causan que tengamos manifestaciones de ansiedad, incluso en los tiempos de descanso.
El estrés crónico puede hacer que durante las vacaciones veamos problemas donde no los hay, o que exageremos los que llegan a presentarse.
2. Estilos de apego inadecuados
Un apego inseguro puede hacer que nos volvamos dependientes de ciertas personas o incluso de actividades, sin las cuales el día a día pierde significado. Ya que romper la rutina durante las vacaciones puede implicar poner distancia con esas personas o actividades, creándose sentimientos de inseguridad y malestar.
Cuando se trata de apegos inseguros no importa que hablemos de separaciones temporales: el viajar por unos días se percibe como negativo al necesitar todo el tiempo tener a cierta persona al lado, así que nos privamos de hacer ese viaje que nos llama la atención.
También puede pasar que establecemos relaciones en las que ocupamos roles protectores. Nos sentimos absolutamente responsables del bienestar de otros y la abnegación se convierte en la regla; así, al tener un tiempo de vacaciones para dedicar a nuestros deseos e intereses, aparecen sentimientos de culpa que no nos dejan disfrutar.
3. Baja autoestima, baja autoeficacia
La baja autoestima es una valoración negativa del valor propio. Entre muchas consecuencias negativas, trae consigo una distorsión cognitiva según la cual no merecemos cosas buenas. Esto hace que cuando llegan las vacaciones aparezcan sentimientos de culpa, al sentir que estamos recibiendo una recompensa que no merecemos. También puede causar temor y pensamientos pesimistas, anticipando el momento en el que pase algo malo que encaje con la imagen negativa que nos hemos formado.
Por su parte, la baja autoeficacia es una apreciación también negativa, pero enfocada en nuestras habilidades. Nos hace sentir que somos menos capaces que otras personas de lograr ciertas cosas, y eso puede impedirnos probar cosas nuevas. Un viaje por cuenta propia, practicar algún deporte extremo, tomar un curso para aprender un arte, son todas actividades que tal vez queramos hacer en vacaciones, pero que una baja autoeficacia nos puede persuadir incluso de intentar.
Dejar de autosabotearnos y disfrutar de las vacaciones
Las causas detrás del autosabotaje en vacaciones pueden ser estructurales, así que no hay una solución mágica. Puede ser necesario desaprender patrones de conducta.
Por otro lado, descansar no consiste en no hacer nada. El descanso activo es la mejor solución para combatir las causas estructurales del autosabotaje. Ayuda a disminuir los niveles de estrés y previene que se convierta en algo crónico. Además, un descanso emocional también ayuda a adoptar un punto de vista más constructivo frente a nuestras relaciones, alejando cargas que no nos corresponden y difuminando ideas equivocadas sobre nosotros mismos.
Algunas pautas adicionales que puedes aplicar para detener el autosabotaje son las siguientes:
- Organiza tu tiempo y tus prioridades, separa las actividades laborales de tu vida personal.
- No asumas responsabilidades que no te corresponden ni trates de arreglarlo todo siempre.
- Piensa en ti mismo, en tus intereses, tus gustos y tus planes.
- No esperes a las vacaciones para dedicarte algo de tiempo; hazlo cada vez que puedas.
- Invierte tiempo en actividades saludables, como la lectura, el ejercicio y la meditación.
Disfrutar de las vacaciones implica aprender a disfrutar de ti mismo, lo cual puede convertirse en un viaje emocionante y gratificante.
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- Fernández Jiménez, E., & Bermúdez Moreno, J. (2000). El pesimismo defensivo y el síndrome del impostor: análisis de sus componentes afectivos y cognitivos. Revista De Psicopatología Y Psicología Clínica, 5(2), 115–130.