Tener detalles: la máxima demostración de amor
Las relaciones personales se forjan en el día a día a base de acumular experiencias vividas con la pareja, la familia y los amigos. Las alegrías, los buenos ratos o logros comunes contribuyen a asentar las bases de esta interacción. Pero también los sufrimientos, las decepciones e incluso la rutina pueden edificar endeblemente la misma. Por eso, en una relación, tener detalles puede marcar la diferencia.
Después de años de relación, estos pequeños gestos mantienen encendida la chispa, que, en momentos de monotonía y pesadumbre, son muy necesarios. ¿Por qué? Porque son la máxima demostración de amor en pareja. Por ejemplo, una improvisada velada romántica, preparar un baño relajante o mismamente un abrazo en un momento inesperado, pueden contribuir a avivar la llama de la pasión.
¿Es mala la rutina en la pareja?
Vivir el día a día en la pareja y mantener cierta rutina no es algo negativo. Incluso todo lo contrario: puede ayudar a construir pilares sólidos de la relación y a mantener cierta organización y estabilidad. Por eso, es aquí, en el ritmo frenético del día a día, donde los detalles de amor cobran mayor importancia.
Si tu pareja los tiene continuamente y a todas horas, llega un momento en el que no se valoran lo suficiente y se acaba convirtiendo en una costumbre. En cambio, los detalles, esas pizcas de azúcar especial, edulcoran la rutina y demuestran tu amor, preocupación y cariño por la otra persona.
No es necesario esperar a una ocasión especial para tener detalles, ¿por qué esperar si a lo largo del día surgen innumerables oportunidades? Además, en un cumpleaños o un aniversario esas demostraciones son esperadas y, por lo tanto, no aportan ese plus de sorpresa y significación. En cambio, tener detalles inesperados un día cualquiera de la semana endulza la relación haciéndola avanzar, aportando frescura y llenándola de pequeñas alegrías.
La importancia de centrarte en el otro
Lo más importante a la hora de tener detalles con tu pareja es que pienses en la otra persona, que pongas los ojos, la mirada y la atención en el otro. Ten en cuenta que el gesto es para tu pareja, no para ti. Por tanto, tiene que ser especial y hacerle sonreír.
Todo esto tiene un doble efecto. Por un lado, te olvidas de ti mismo y de tus preocupaciones para poner el foco en tu pareja, porque vas a pensar comentarios o acciones que la van a sorprender y a alegrar el día. Por otro, si tu propósito cumple las expectativas, conseguirás satisfacer a tu compañero, lo cual repercutirá enorme y saludablemente en vuestra relación.
Es necesario recalcar que los detalles tienen que ser recíprocos. A todos nos gusta que nos demuestren afecto y ver que los demás se preocupan por nosotros y nuestra relación. Es intrínseco al ser humano querer que nos tengan “en palmitas”. Pero ni esto puede servir para que seamos meros sujetos pasivos ni para aprovecharnos de esas demostraciones.
Ha de ser bidireccional. Tienes que ser activo y cumplir el principio de reciprocidad básico en toda relación. En ocasiones, es importante dejar a un lado tus propias apetencias y gustos y pensar, por un instante, solamente en tu pareja, en sus gustos y en lo que le puede hacer feliz. Es en esta generosidad donde consigues ponerte en segundo plano, para poder centrar tu mirada en el otro. Ahí es donde se consigue la máxima demostración de amor.
Tener detalles ni es caro ni egoísta
Realmente, no se necesita invertir ni mucho dinero ni mucho tiempo para tener detalles. La creatividad basta para poner un toque dulce en la relación. Eso sí, es fundamental ponerse en los zapatos del otro para dar con el detalle preciso. Seguro que ya has escuchado en muchas ocasiones la frase “los pequeños detalles son los que marcan la diferencia”. Pues vamos a exponer algunos ejemplos de estos gestos.
Detalles con la pareja
Si tu pareja normalmente es la que se ocupa de acostar a los niños, puedes empezar a llevártelos tú durante la semana, agradecerle el cuidado que muestra hacia ellos con un leve masaje o aprovechar para ir adecentando la casa. También puedes sorprenderla recogiéndola del trabajo, mandarle una foto que le saque una carcajada o cocinando su plato favorito con mimo y esmero y, por supuesto, ¡que no se te olvide recoger la cocina!
A nivel intelectual y laboral, es conveniente que escuches, entiendas y asesores en los pequeños conflictos que le puedan ir surgiendo en su día a día. Y, todo ello, implicándote en sus decisiones. Uno de los detalles más importantes y que suelen pasar desapercibidos es que le regales un abrazo nada más veros. Un abrazo que sea acogedor, sincero y lleno de amor para que encuentre el descanso que necesita en tus brazos.
Como veis, lo más importante es que pienses en tu pareja, en sus gustos, te pongas en su piel y logres mostrarle mucho con un pequeño detalle. Los beneficiados seréis los dos, aunque la que sin duda saldrá ganando, será vuestra relación, porque daréis pasos hacia un futuro mejor y más comprometido.