Terapia asistida con animales en personas con Alzheimer
La terapia asistida con animales se trata de intervenciones en las que un animal se incorpora como parte del proceso terapéutico para promover mejoras en las funciones físicas, psicosociales y cognitivas de los pacientes.
Según algunos estudios, la terapia asistida con animales es uno de los tratamientos no farmacológicos que más beneficios proporciona a las personas con Alzheimer. Debido a su efectividad, se utiliza en conjunto con otras actividades de estimulación cognitiva que se desarrollan a diario en las instituciones. Por ejemplo, la musicoterapia, la risoterapia o el ejercicio físico.
Además, debemos tener en cuenta que el contacto controlado entre una persona con Alzheimer y un animal es beneficioso a nivel cognitivo, social, emocional y autónomo. De hecho, al ser la memoria afectiva lo último que desaparece en una persona con Alzheimer, es posible la creación de un vínculo emocional positivo para ambos. Profundicemos.
Efectividad de la terapia con animales para tratar el Alzheimer
Son muchos los estudios que corroboran los beneficios de la terapia asistida con animales en personas mayores con Alzheimer u otras demencias. El principal objetivo de estos tratamientos no farmacológicos es mejorar la calidad de vida de estas personas. Esto se consigue incidiendo en cuatro áreas fundamentales: física, cognitiva, emocional y social.
Los animales pueden convertirse en la mejor medicina para los pacientes. Su estado de ánimo mejora notablemente con el simple contacto con una mascota.
El uso de este tipo de terapias constituye una de las opciones más demandadas tanto por instituciones públicas como privadas. Esto se debe a que proporcionan beneficios de forma inmediata en los pacientes. Especialmente, esto es cierto en las fases iniciales de este tipo de demencia.
Los animales con los que habitualmente se trabaja en la terapia suelen ser perros. Aún así, también se usan gatos y caballos en menor proporción. En principio, cualquier raza canina es válida para el trabajo terapéutico. El único requisito es que el animal haya sido debidamente adiestrado. Por lo general, se trabaja con perros como el labrador retriever, el golden retriever, el yorkshire terrier y el perro pastor.
La selección de los animales utilizados en la terapia debe ser muy estricta. Así, deben cumplir los criterios de fiabilidad, predictibilidad, control, y adaptabilidad. Además, tienen que inspirar confianza a todo el equipo terapéutico.
Beneficios de la terapia asistida con animales en personas con Alzheimer
1- Mejora de habilidades
Las mascotas ayudan a los enfermos de Alzheimer a mejorar aspectos como la motricidad y el equilibrio. Actividades como pasear al animal, cepillarlo, darle comida o interactuar con él de alguna forma, facilitan la capacidad motora y sensorial. Así, los terapeutas pueden usar a estos animales para ayudar a los pacientes a ser más autónomos.
Además, una mascota de apoyo es un incentivo novedoso que reacciona ante los estímulos comunicativos, despierta el interés, centra la atención y favorece la concentración.
2- Mayor calidad de vida
La relación con los animales proporciona a los pacientes más calidad de vida. Además, ayuda a mejorar su atención y capacidad de comunicación.
Las mascotas utilizadas en terapia han sido adiestradas de manera específica para interactuar con los mayores. Por ello, con su sola presencia y compañía facilitan mayor bienestar y felicidad. Además, les aportan serenidad, a la vez que les ayudan a responsabilizarse de determinadas tareas que les hace sentirse útiles.
3- Fortalecimiento de la memoria
Con este tipo de terapia también se consigue que las personas que padecen Alzheimer no olviden actividades básicas de la vida diaria, como abrocharse la ropa o peinarse. Esto se debe a que tienen que responsabilizarse de la vida de otro ser vivo. Así, la mayoría de ellos se preocupa especialmente por no olvidarse de cuidar a los animales.
4- Mejora del estado de ánimo
Este tipo de terapia también se usa para disminuir la agitación y la agresividad en personas con demencia. Un animal constituye un fuerte estímulo motivador en manos de un profesional. De esta manera, genera emociones positivas y facilita y mejora las relaciones personales y la comunicación dentro del grupo.
Por otro lado, las atenciones que requiere un animal pueden favorecer la actividad física, cognitiva y social, además de fortalecer la autoestima y mejorar el bienestar en general.
Conclusión
Los resultados obtenidos con la terapia asistida con animales resultan novedosos e interesantes para los investigadores de la enfermedad de Alzheimer. Una mascota puede cambiar la vida de una persona con demencia. Esto se debe a que le puede ofrecer una motivación para mantenerse ocupada, favorecer su actividad física y sostener su equilibrio emocional.
En la actualidad, no existe una cura para las demencias. Por el contrario, lo que persiguen las terapias es reducir el impacto de la enfermedad. De esta manera, se busca ralentizar el progreso del deterioro cognitivo y retrasar la aparición de complicaciones. La terapia asistida con animales puede servir para controlar los trastornos de conducta y abordar los problemas concretos de salud que puedan presentarse.
“Hasta que gozamos de la oportunidad de amar a algún animal, una parte del alma permanece dormida”.
-Anatole France-