Tik Tok, efectos psicológicos de la red social más influyente
La generación Z, es decir, los jóvenes nacidos entre 1997 y el 2015 adoran Tik Tok. Para quienes no conozcan esta red social y el nombre les suene a marca rusa de patatas fritas, cabe señalarles que gracias a esta aplicación y a sus miles de usuarios, se logró boicotear el último mitin de Donald Trump en Tulsa. Bastó solo con hacer un llamamiento a través de este medio solicitando la reserva de asientos para dicho evento.
Más tarde, el objetivo era evidente: no acudir. De este modo, si el recinto tenía un aforo de 20 000 asientos, la estrategia de boicot elaborada a través de Tik Tok, consiguió que 14 000 de esas plazas quedaran vacías. Trump tuvo que dar su mitin en un estadio medio vacío, tomando conciencia así de que hay una nueva red social abriéndose paso y desbancando ya a Twitter, Instagram y un Facebook que cada día pierde más y más la confianza de sus seguidores.
Ahora bien… ¿qué tiene de especial esta plataforma china lanzada hace poco más de 4 años? Su principal atractivo es que es dinámica, vertiginosa y creativa. Se ajusta además a estos tiempos líquidos en los que todo discurre de forma rápida, ajustándose a un tipo de consumismo basado en la imagen y la inmediatez.
Tik Tok consiste en crear vídeos de una duración mínima de 15 segundos y máxima de un minuto en los que cada usuario genera su propia creación. Tiene hashtags, se hacen menciones, comentarios, podemos dar likes… Y lo más atractivo de todo, alguien con muy pocos seguidores puede convertirse en viral.
Tik Tok, la nueva adicción de nuestros jóvenes
Si definiéramos a Tik Tok como una simple red de reproducción de vídeos nos equivocaríamos. Difiere en mucho a Youtube y tiene muy poco que ver con otras plataformas a las que solemos estar acostumbrados, como puede ser Instagram. Es algo más, es una ventana a la que asomarse sin saber muy bien qué está sucediendo, pero donde todo va muy deprisa y a la vez quedamos atrapados y enganchados casi al segundo.
Los vídeos se reproducen de manera automática sin hacer click. No da tiempo a nada más, solo a observar porque su diseño es estratégico y está orientado a ver un vídeo tras otro. No hay una página de inicio estática como en Facebook. En cuanto uno activa su perfil en esta red, el visionado es automático y en cuanto termina una reproducción empieza la siguiente.
Casi sin saber cómo, somos recibidos con originales bailes, posados, ejercicios, bromas, mascotas encantadoras, gente que canta, personas que hacen tutoriales, escenas de películas… Tik Tok es todo eso e infinitamente más, porque las posibilidades son inmensas y todo depende de lo que la originalidad creativa de cada usuario.
¿Qué implicación tiene este tipo de formato para quien lo consume? Más aún, sabiendo que en esta plataforma pueden darse de alta adolescentes desde los 12 años… ¿Qué efectos psicológicos puede tener en ellos?
Productos altamente creativos pero con una coste oculto
Esta red social potencia la capacidad creativa de sus usuarios, es cierto. Se pueden crear videos originales añadiendo música, filtros, efectos especiales, es posible hacer playback, ralentizar la grabación y editarlos de manera sencilla y rápida.
Los resultados pueden ser asombrosos. Aún más, en vista de que cualquier vídeo puede hacerse viral sin tener muchos seguidores, un objeto común entre los más jóvenes es aspirar a ser un tiktok star.
¿Qué implicación psicológica tiene todo esto? La verdad es que es más profunda y compleja de lo que pensamos.
- En vista de que los adolescentes de 12 años ya pueden acceder a esta red, estamos viendo vídeos de niñas de esta edad hipersexualizadas de manera temprana con el fin de crear impacto y acumular seguidores.
- Muchos padres desconocen por completo la existencia de esta red social. Por tanto, no saben tampoco que sus hijos dedican muchas horas del día a esta aplicación, tanto a ver vídeos como a producirlos ellos mismos. En muchos casos, se dejan a un lado las responsabilidades académicas.
- Son muchos los adolescentes que han empezado a mostrar conductas adictivas hacia Tik Tok. Aspiran a la exposición pública y al like, a ser virales, a que su video sea compartido miles de veces. Sin embargo, la producción de videos es constante de manera que si reciben un refuerzo, este es breve, porque a los pocos segundos surge otro vídeo aún más sorprendente que el que uno ha creado.
- Si una parte de nuestra generación más joven solo tiene en mente obtener interacción y me gustas a ese vídeo que ha publicado, es que hay algo que no va bien en nuestra sociedad.
- Las consecuencias psicológicas en las que pueden derivan nuestros adolescentes a raíz del uso abusivo de Tik Tok, es basar su autoestima e identidad en base a lo que logran en esa red social.
Tik Tok, una hábil estrategia de inteligencia artificial para crear adictos
Toda tecnología, aplicación, programa o escenario virtual tiene sus excepcionales beneficios y sus peligrosas desventajas. Una vez más, todo depende del buen uso que hagamos de estos recursos. Por tanto, redes sociales como Tik Tok están cautivando a los más jóvenes mediante una hábil inteligencia artificial que está creando adictos en masa.
La estrategia que sigue con el usuario es hipnótica y busca que se quede aferrado a esta aplicación durante horas. Para ello, uno puede empezar viendo el cover de su artista favorito para después, ver a un gato bailando, un profesor haciendo un experimento de química, dos gemelas bailando… más tarde un tutorial de cocina, después a un bebé haciendo algo gracioso y seguidamente a alguien haciendo una broma pesada.
La concatenación de videos nunca se detiene y lo más llamativo de todo: no hace falta que busques nada. Los algoritmos y la inteligencia artificial ya lo hace por ti. Todo ello, como bien podemos imaginar, cra usuarios más pasivos, más adictos, con más problemas para planificar, mantener la atención o simplemente pensar en otra cosa que no sea Tik Tok.
Llega un momento en el que una parte de nuestros jóvenes entienden su mundo, su realidad y motivaciones a través de esa pantalla dinámica y siempre en constante cambio y movimiento. Lo que sucede a su alrededor no solo no importa, sino que a menudo, ni se percibe. Y es ese, el auténtico peligro, ese el auténtico drama.
El buen uso de estos recursos es lo que marca la diferencia. Es la frontera entre el entretenimiento original y saludable y la propia adicción y el sufrimiento. Tengámoslo en cuenta.