Los 7 tipos de risa
La risa es una de las manifestaciones más enigmáticas que desarrolla el ser humano. El problema para su comprensión radica en que la expresamos en diferentes contextos: cuando estamos felices, tristes, solos, en compañía, ante situaciones graciosas y también frente a las desagradables.
Además, la risa tiene un fuerte componente social. Los expertos aseguran que es un mecanismo evolutivo para conectar emocional y socialmente con nuestros padres durante nuestros primeros meses de vida y se va afinando mientras crecemos hasta desarrollar diferentes tipos de risa.
Por otro lado, los investigadores han encontrado que los diferentes tipos de risa se relacionan con distintas conexiones cerebrales. A su vez, y tal y como indica la evidencia, la percepción y el procesamiento cerebral de la risa también están condicionados por estas.
A continuación te exponemos cuáles son los tipos de risa más comunes y sus características.
1. Risa contagiosa
Al igual que sucede con el bostezo la risa también puede llegar a ser contagiosa. De hecho, es muy probable que tengas un episodio de risa casi incontrolable en algún momento de tu vida, al margen de que conozcas cuál es el contexto que la ha motivado.
Por ejemplo, si entras en una habitación donde están varios amigos o familiares riendo, lo más probable es que de inmediato desarrolles también una risa involuntaria (o al menos una sonrisa).
Como curiosidad, no podemos dejar de mencionar la epidemia de risa en Tanganica ocurrida en 1962. Se trata de un caso bien documentado en el que miles de personas se vieron afectadas durante meses. Los expertos asocian a este episodio con una variante motora de enfermedad psicógena masiva.
2. Risa nerviosa
La risa nerviosa es la que desarrollamos en contextos que no son divertidos. Se considera una reacción involuntaria al estrés, la tensión y la ansiedad para minimizar una situación desagradable o vergonzosa. Por ejemplo, cuando te ríes en medio de un episodio de llanto sin algún tipo de causa aparente.
Paradójicamente, la risa nerviosa no busca relajar a la persona, sino que produce un efecto contrario: la estresa aún más. Las personas muy tímidas o introvertidas pueden manifestarla cuando son el centro de atención, al menos más que los extrovertidos.
3. Risa silenciosa
Normalmente, asociamos la risa con una expresión sonora. También con movimientos faciales y corporales que la denotan o la delatan. Sin embargo, entre los tipos de risa encontramos aquella que se manifiesta de forma silenciosa. Es decir, no genera una expresión sonora y no se acompaña de movimientos del rostro, del torso o de los brazos más allá de una leve mueca.
Todos podemos desarrollar esta risa, aunque en más común en determinados contextos. Por ejemplo, las personas introvertidas suelen apostar por ella, en parte porque es un excelente método de pasar desapercibido. También se usa en situaciones graciosas que pueden ser reprobadas socialmente: un chiste de humor negro. Algunos la manifiestan ante contextos sugerentes o insinuaciones eróticas.
4. Risa burlona
Se denomina risa burlona a aquella risa cuya intención explícita es burlarse de una persona. Como es bien sabido, la burla es una de las formas utilizadas para ridiculizar a una persona por su aspecto, lo que dice o lo que hace. Quien apela por la risa burlona busca humillar, ridiculizar y despreciar a alguien.
Dada sus características, este tipo de risa suele ser muy explícita. Se acompaña de carcajadas, una potente sonoridad y ademanes corporales que buscan acusar a quien va dirigida. Cuando es recíproca o bidireccional deja de ser un acto de crueldad o humillación para convertirse en una de las tantas manifestaciones inocuas del humor.
5. Risa cosquilleante
La risa cosquilleante se desarrolla en algunas personas cuando les hacen cosquillas. A grandes rasgos se distinguen dos tipos de cosquillas: knismesis y gargalesis. La primera no produce una reacción sonora, sino una ligera picazón. La segunda sí lo hace y por lo general suele ser incontrolable e incluso puede anticipar al contacto con la zona sensible.
De acuerdo con los investigadores, la risa cosquilleante se manifiesta debido a la intervención del hipotálamo. No se sabe muy bien la función biológica de esta reacción, pero sí se sabe que es más potente cuando se produce por personas íntimas. Por ejemplo, es más probable que desarrolles una risa cosquilleante si esta te la produce un amigo a que si lo hace un desconocido.
6. Risa social
Todos los tipos de risa tienen un componente social, aunque en este caso utilizamos esta denominación para aludir a la risa que forzamos para evitar ser excluidos de un grupo. Por ejemplo, si estás en un grupo y una persona cuenta un chiste que despierta carcajadas en todos, tú también te verás forzado a reír aunque no te haya parecido gracioso el chiste o no lo hayas comprendido.
La risa social la podemos manifestar para formar parte de un grupo, para evitar hacer sentir mal a los demás o simplemente para rehuir de un momento incómodo. Tendemos usarla ante personas que estimamos más, mientras que la desechamos frente a quienes no tenemos estima.
En efecto, utilizarás la risa social siempre ante los comentarios hilarantes de tu jefe, no así ante un colega que no toleras en tu trabajo.
7. Risa amistosa
El último de los tipos de risa que debes conocer es la risa amistosa. Se trata de aquella que solo desarrollas ante un leve movimiento de tus labios o por medio de una sonrisa explícita. La empleamos en señal de agradecimiento, empatía, para coquetear o para conectar con una persona a quien tenemos estima. No se acompaña de una expresión sonora y por lo general es muy sutil.
Aunque por supuesto podemos mencionar otros tipos de risa, estos son los más comunes y los más utilizados en nuestro día. Determinar el contexto en el que podemos usar uno u otro es imprescindible, ya que de ello depende el grado de aceptación social. Por ejemplo, está mal visto hacer una risa burlona en el trabajo tanto como lo está no reírse socialmente de los chistes de tu jefe.
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