Tres pasos para controlar el estrés rápidamente
Cuando el estrés aumenta en nuestra vida todo a nuestro alrededor se ve influenciado. Nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo o de estudios, nuestra pareja e incluso nuestros hijos sufren las consecuencias de nuestras tensiones, las absorben y las devuelven en forma de más estrés y tensión para todos. Poco a poco, las tensiones van haciendo mella en nuestra salud y en nuestra felicidad.
Encontrar y aplicar una manera rápida de manejar el estrés sería fantástico para todos, ¿Verdad? Aplicar el siguiente método en tres pasos te ayudará a ti y también a los que tienes alrededor. Es tan eficaz que podrás enseñárselo a quienes generan tensión a tu alrededor para que, poco, el ambiente sea, en la medida de lo posible, menos propenso al estrés.
#Paso 1: Cálmate
¿Cómo? Conócete, descubre cuando entras en “modo estrés” y qué técnicas rápidas de relajación te funcionan. Es fundamental que sepas cómo reacciona tu cuerpo y que identifiques los desencadenantes que te producen tensión para adoptar una actitud más adecuada. Tal vez te funcionen los ejercicios de respiración, la visualización, pequeñas meditaciones o salir y entrar del lugar para cambiar unos segundos de aires y ver las cosas al volver de otra manera.
En definitiva, haz lo que sea necesario para calmarte.
#Paso 2: Enfréntate al problema de forma positiva
Dejar pasar el problema no es una solución, solo una manera rápida de salir del paso o para evitar crear tensiones adicionales mientras se solucionan. Pero el problema volverá y, lo que es peor, estará generando y acumulando tensión hasta entonces. Una vez que te has calmado te resultará mucho más fácil enfocarlo de manera positiva, en la medida de lo posible.
Afrontar los problemas de forma positiva ayuda a tomar el control sobre los mismos, lo que implica no sentirse dominado o superado por ellos.
#Paso 3: Crea hábitos para la gestión del estrés
Si cada vez que te enfrentas a un problema que te genera tensión y estrés tomas medidas para calmarte, poco a poco estas acciones se irán convirtiendo en hábitos que realizarás casi sin darte cuenta ante situaciones estresantes; es más, si las situaciones se repiten con frecuencia, te afectarán cada vez menos. Realizar ejercicios para tranquilizarse en el momento que somos capaces de darnos cuenta que la situación nos ha sobrepasado o intentar ver las cosas de forma positiva, incluso después de que hayan sucedido, ayudarán a identificar las situaciones y las reacciones, es decir, a conocernos, y a identificar también el modo en que podemos enfrentarnos a esas situaciones.
Es más fácil de lo que parece. Poco a poco se puede conseguir, aunque al principio puede que cueste un poquito de esfuerzo, sobre todo para reconocernos a nosotros mismos.