Tricotilomanía en la infancia: trastorno por arrancamiento de pelo

Tricotilomanía en la infancia: trastorno por arrancamiento de pelo
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Sara Clemente

Última actualización: 13 julio, 2018

Algunas personas tienen una necesidad irresistible de arrancarse el pelo o el vello de distintas partes del cuerpo. La consecuencia física inmediata son importantes y perceptibles pérdidas de cabello, que les hacen tener calvas en diferentes zonas (cabeza, cejas, pestañas…). A edades tempranas, la tricotilomanía en la infancia puede ser un trastorno especialmente molesto.

No obstante, es importante realizar el diagnóstico diferencial con algunas enfermedades dermatológicas (por ejemplo, con alopecias) o con otro tipo de problemas clínicos que puedan explicar la existencia de esas claras en el cabello o vello del paciente.

Características clínicas en la infancia

  • Se estima que la prevalencia en población infantil se encuentra entre el 0,6% y el 6%; aunque varía en función de la edad.
  • Existe mayor incidencia entre los pequeños de entre dos y seis años.
  • El pronóstico es mejor cuanto menor es la edad de inicio.
  • La parte más afectada por el arrancamiento suele ser la cabeza, en especial las zonas temporales, frontales y parietales combinadas. Pero la tricotilomanía en la infancia también puede ir dirigida a otras partes del cuerpo, como las cejas, las pestañas, las axilas o hasta el pubis.
  • Cuando se arrancan el vello, los niños suelen jugar con él. Muchos optan por hacer pequeños mechones o bolas con los que jugar. Otros se lo meten en la boca. Algunos los rompen en pelitos más pequeños; mientras que otros simplemente los hacen montoncitos y luego los tiran, por miedo a ser castigados por sus padres.
  • Sin embargo, en otras ocasiones, este trastorno se acompaña de tricofagia: comerse el pelo. Esto, además de añadir gravedad, puede provocar complicaciones digestivas de muy diversa índole. Desde obstrucciones severas hasta náuseas y vómitos.
Niña con tricotilomanía

Edad de aparición

Si se produce en la primera infancia, se tiende a desencadenar antes de los 2 años o a partir de los 3 o 4 años. Durante esa etapa del desarrollo, los arrancamientos de pelo suelen ser considerados por el pequeño como simples hábitos, al igual que chuparse el dedo. Esto se debe a que no son conscientes de su compulsión.

Momento de aparición

Es habitual que emerjan en períodos de tensión familiar (padres en períodos de separación, trámites de divorcio, constantes discusiones…). También cuando se encuentran relajados (en la cama), aburridos o cansados. Por eso y, entre otras cosas, es tan importante estimular a los niños, para evitar que desarrollen automatismos dañinos para su salud física y psicológica.

En los adultos, este trastorno puede ser resultado de una situación de tensión, ansiedad y estrés. O, conforme al denominado modelo “automático”, que supone el 75% de los casos, darse ante cansancio, aburrimiento, o en situaciones sedentarias (ver la televisión, conducir, estudiar…).

Así, en función del grado de conciencia durante el arrancamiento del pelo, se puede distinguir entre aquellos pacientes cuyos actos son más conscientes y tienen un carácter más compulsivo en respuesta a estados emocionales negativos. O aquellos que lo hacen de forma automática, sin ser conscientes, posiblemente durante actividades sedentarias.

Causas de la tricotilomanía en la infancia

No existe una única causa que pueda explicar este trastorno. Estas son múltiples, dependen de cada persona y pueden englobar un conjunto de factores psicológicos, genéticos, biológicos o ambientales.

Así, puede presentarse en niños cuyos padres han padecido previamente el trastorno. Debido a una escasez o un exceso de un determinado neurotransmisor. O ser simplemente consecuencia de variables externas, tales como la tensión familiar, el estrés, la depresión o un estado de privación afectiva, por ejemplo.

Niña tirándose del pelo

Cómo detectarlo

En cualquier caso, la presencia de alopecia en ciertas zonas del cuero cabelludo suele producir aislamiento en el pequeño o acomplejamiento por parte del mismo. Además, graves lesiones dermatológicas o infecciosas en esas zonas poco pobladas que pueden llegar a ser realmente preocupantes si el trastorno no remite. De ahí que sea tan importante que los padres sepan detectar la tricotilomanía.

Sumado a la apariencia desigual del cabello, estos niños pueden tener obstrucciones intestinales, molestias o dolor agudo estomacal. Asimismo, son manifiestos los tirones o retorcimientos de pelo que realizan, al tiempo que niegan estar haciéndolos. Suelen presentar una creciente tensión antes de arrancarse pelo y tener otras conductas de autoagresión.

Tratamiento

Normalmente, la tricotilomanía en la infancia suele remitir antes de que el niño comience el colegio. Para ello, es fundamental el apoyo de los padres y hacerles conscientes de la condición de su hijo, para que puedan ayudarle y facilitarle el abandono del arrancamiento de pelo.

Si no remite, en ocasiones el tratamiento es de tipo farmacológico y psicológico, mediante terapias cognitivo conductuales, principalmente. El objetivo de estas últimas es eliminar el hábito, mediante el fortalecimiento de otras conductas alternativas incompatibles con el trastorno y mucho más adaptativas y adecuadas.


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