Vamping, un hábito que afecta al sueño

¿Has notado que quedarte mirando a la pantalla de tu tableta, móvil o TV antes de acostarte te despeja y hace que tardes más tiempo en dormirte? A este fenómeno se le conoce como vamping, y aquí te explicamos de qué se trata y qué hacer para que no afecte a la calidad del sueño.
Vamping, un hábito que afecta al sueño
Andrés Navarro Romance

Revisado y aprobado por el psicólogo Andrés Navarro Romance.

Última actualización: 27 septiembre, 2019

Quizá pueda parecer lógico que, para inducir el sueño y matar los últimos minutos antes de dormir, mirar la pantalla de nuestra tablet, portátil o móvil -fenómeno conocido como vamping– nos puede ser de ayuda. Sin embargo, lo que encontramos es precisamente un obstáculo para conciliar el sueño.

Y es que dado que la experiencia nos dicta que actividades tranquilas, como la lectura o escuchar algo de música en la cama antes de dormir, tienden a originar somnolencia y a hacernos dormir más rápidamente, ¿quién no pensaría que lo mismo podría ocurrir si vemos un capítulo de una serie o consultamos las últimas actualizaciones en nuestras redes sociales?

Así pues, la irrupción de las nuevas tecnologías no solo ha afectado a las relaciones interpersonales, como la literatura científica lleva tiempo alertándonos, sino que procesos biológicamente más básicos, como la conciliación y el mantenimiento del sueño, pueden en ocasiones verse también afectados.

Son muchos los casos de personas que, sin conocer verdaderamente la causa, afirman que “extrañamente” a veces quedan desvelados tras haber pasado un rato frente a la pantalla antes del momento de dormir. 

Mujer en la cama con el teléfono

El vamping: los efectos de la tecnología sobre el sueño

Resulta que varios de los dispositivos tecnológicos que campan por nuestros hogares -y, en concreto, los de base digital que cuentan con pantallas o dispositivos de visionado- contribuyen a mantenernos despiertos durante más tiempo de lo esperado. Además, lo pueden hacer de diferentes formas: aumentando el número de vueltas que damos en la cama antes de quedarnos dormidos o retrasando la hora en la que nos vamos a dormir.

Aunque tener el móvil o la tablet en el dormitorio, cerca de la cama, pueda parecernos algo perfectamente normal, los estudios nos dicen que no debería serlo. El impacto que tienen sobre nuestra salud puede llegar a ser realmente importante salud.

Actividades tan aparentemente inocuas, como jugar a un videojuego, configurar la alarma en el móvil mientras se está en la cama, o navegar por Internet antes de dormir pueden restarte, sin que lo sepas, valiosas horas de sueño. Así, te proponemos algunas estrategias para que este no sea tu caso.

“Somos del mismo material del que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada de sueños”.

-William Shakespeare-

Mantienen a tu cerebro en estado de alerta

Por mucho que echar un último vistazo a tu cuenta de correo electrónico o ver durante unos minutos una película mientras estás en la cama, antes de dormir, parezcan actividades inofensivas e incluso saludables, lo que estas acciones originan en realidad es que tu cerebro permanezca activo. La tecnología, en este caso, le hace creer a tu cerebro que, justo cuando parecía que era momento de pasar al sueño, necesita activarse y ponerse a funcionar.

Tras haber pasado un día entero -con cuestiones laborales, académicas, sociales o familiares-, en muchas ocasiones exigentes a nivel mental, la noche es el momento preciso y adecuado para que tu cerebro reciba el descanso que necesita. En caso contrario, los procesos de regeneración y eliminación de sustancias tóxicas se verán enlentecidos o directamente interrumpidos. ¿Cuántas veces te has levantado con la sensación de no haber descansado?

Someter a tu cerebro a eventos de alta carga emocional, como leer un e-mail de contenido negativo o hallar algo interesante en una red social, no logrará sino hacerle entrar una actividad excesiva para el momento.

Pueden suprimir la liberación de melatonina

La luz azulada que los interfaces de teléfonos móviles, ordenadores portátiles, televisores y tabletas emiten mientras están encendidos, dificulta la liberación normal de la hormona melatonina en el sistema nervioso. Esto es importante porque la melatonina es esencial para la regulación de los ciclos sueño-vigilia.

Una reducción en los niveles de melatonina, molécula responsable en gran medida de los ritmos circadianos del organismo, dificulta sustancialmente la conciliación del sueño.

Te pueden mantener despierto

Aunque te hayas asegurado de no emplear tu móvil o tu tableta antes de ir a la cama, es posible que estas tecnologías encuentren todavía más de una vía para alterar tu sueño: pueden reclamar tu atención con sonidos o vibraciones cuando comienzas a sentirte somnoliento o, todavía peor, cuando ya te encuentras dormido.

Por eso, si están cerca, lo mejor es que estos dispositivos permanezcan apagados: inútiles para recibir cualquier mensaje durante la noche. Para evitar el vamping, c analizar las emergencias reales a través del teléfono fijo puede ser una gran opción.

Para un sueño profundo y sin interrupciones lo lógico, al menos, sería silenciar por completo estos aparatos.

Mujer dormida en la cama

Conclusión

¿Qué te proponemos para evitar el vamping? Idealmente, que hagas de tu dormitorio una zona lo más libre posible de tecnologías de la información -en general, de estímulos muy poderosos que no estén enfocados al descanso-; puedes tener libros o una radio, pero aparatos con pantalla como móviles y tablets deberían quedar relegados para otros momentos y estancias.

Si ves poco probable esta opción, entonces puedes optar por dejar transcurrir al menos 30 minutos entre que apagas el aparato y te vas a la cama.

Pocas cosas hay tan valiosas para el bienestar como un sueño reparador; ¿por qué no quitar de en medio todo aquello que lo dificulte y produzca vamping?

Dispositivos electrónicos, como tabletas, portátiles y teléfonos móviles están tan integrados en nuestra rutina, que a veces puede resultar complicado apartarlos y no prestarles atención.


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  • Sociedad Española del Sueño (SES) (2014). Tratado de medicina del sueño. Barcelona: Ed. Panamericana.
  • Littlehales, N. (2017). Dormir: el mito de las 8 horas, el poder de la siesta... y un nuevo plan para revitalizar cuerpo y mente. Madrid: Ed. Planeta.

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