Vasopresina, la hormona antidiurética
La vasopresina o arginina vasopresina es una de las hormonas más conocidas a la vez que importantes de nuestro organismo. Es clave en la homeostasis; es decir, en el correcto equilibrio electrolítico de nuestro organismo mediante la retención y reabsorción de agua, sodio y glucosa. Asimismo, se sabe que este tipo de oligopéptido actúa también como analgésico reduciendo el dolor.
La vasopresina es una hormona natural que producimos las personas así como una buena parte de los mamíferos. Sin embargo, es conocida sobre todo por el gran número de usos médicos que tiene la versión sintética. Así, es común administrarla en determinados tipos de diabetes, para tratar hemorragias, problemas cardíacos o incluso cuando un paciente sufre una infección severa.
Dentro de ese universo que configura la endocrinología, podríamos decir que pocos elementos cumplen tantas tareas y funciones básicas para nuestra supervivencia. Es más, hay aspectos curiosos que experimentamos muy a menudo y que no relacionamos con esta hormona. Por ejemplo, se sabe que cuanto más estrés sufrimos, menos vasopresina recibe nuestro organismo.
La consecuencia de este efecto es por tanto muy amplia: mayor retención de líquido, problemas cardíacos, alteraciones renales… Todo ese equilibrio interno que favorece este oligopéptido se ve mermado. Conocer por tanto cómo actúa, qué funciones desempeña y qué alteraciones se relacionan con la vasopresina puede sernos sin duda de gran ayuda.
La vasopresina se utiliza también para el tratamiento de varias afecciones que ponen en peligro nuestra vida, como pueden ser las hemorragias o el shock séptico.
¿Qué es la vasopresina?
La vasopresina fue descubierta y descrita por primera vez por Turner du Vigneaud en 1950. Así, lejos de verla como un elemento unitario cabe señalar que se trata en realidad de un oligopéptido, es decir, en ella hay hasta 9 aminoácidos.
Por otro lado, es importante saber que esta hormona se produce en el hipotálamo y se secreta a través del lóbulo posterior de la glándula pituitaria, el cual, la libera después a nuestro torrente sanguíneo en base a distintos tipos de necesidades. Son las siguientes:
- En nuestro corazón y en los vasos sanguíneos hay diversos receptores que detectan si hay una disminución en el volumen sanguíneo o si además de ello, nuestra tensión arterial está bajando. Estos factores se entienden como un riesgo, y como tal se libera vasopresina.
- Por otro lado, si estos receptores detectan que hay un exceso de sal, favorecerán la liberación de esta hormona para hacer que experimentemos la sensación de sed antes de que nos deshidratemos.
- Asimismo, si en un momento dado experimentamos náuseas o dolor también aparecerá este elemento.
- La hormona antidiurética además, también se libera como respuesta al estrés, a las señales inflamatorias y ante determinados medicamentos.
Asimismo, y como curiosidad, cabe señalar que el funcionamiento y la liberación de este oligopéptido se ve seriamente alterado cuando ingerimos alcohol. Tal y como nos explican en un estudio llevado a cabo en la Universidad de Maryland, hay una clara evidencia de una fallo en la regulación de la vasopresina, producida por la ingesta del alcohol, en el origen de diferentes trastornos.
Funciones de la vasopresina
Las funciones de la vasopresina se pueden englobar en dos tipos de procesos bien diferenciados: los homeostáticos y los sociales. Así, además de esas tareas básicas con las que salvaguardar el equilibrio interno y con los que prevenir desde la deshidratación hasta la acidosis, es interesante saber que la hormona antidiurética cumple un fin estratégico en muchos de nuestros comportamientos sociales e incluso en los procesos cognitivos. Veámoslo a continuación.
Homeostasis
Este tipo de oligopéptido favorece el correcto equilibrio electrolítico de nuestro organismo. Además de favorecer la concentración de agua, sodio y glucosa, potencia con ello que se mantenga un volumen sanguíneo adecuado y el correcto retorno venoso.
Además, la vasopresina, favorece la retención de agua desde los riñones. De ese modo, podemos controlar mejor la micción y eliminar los productos de desecho cada determinado tiempo. Si no pudiéramos retener esos líquidos, sufriríamos una deshidratación continua.
Favorece la producción de glóbulos rojos
El doctor Balázs Mayer, del Instituto Nacional de Investigación de Maryland, en Estados Unidos, realizó un estudio este mismo año con el cual demostrar algo esperanzador: la vasopresina estimula la formación de glóbulos rojos. Es más, se ha podido ver que es más potente que la eritropoyetina.
Este descubrimiento se asume ahora como esperanzador de cara al desarrollo de nuevos tratamientos para la anemia e incluso para distintas tipologías de cáncer.
Favorece la presión arterial
La hormona antidiurética se caracteriza por una función muy conocida: el aumento de la presión arterial. Es más, estudios como el realizado en el 2006 demuestran que la vasopresina es más efectiva que la epinefrina en casos de paro cardíaco asistólico. Aunque en la mayoría de las veces se prefiere usar ambas hormonas de manera combinada.
Reduce el dolor
La vasopresina actúa a menudo como un neurotransmisor. Lo hace cuando interacciona con determinadas neuronas para favorecer así distintos tipos de procesos. Uno de ellos es la reducción del dolor. De hecho, estudios como el llevado a cabo en la Universidad de Montreal, en Canadá nos explican algo interesante.
La vasopresina reduce el dolor en situaciones de estrés. Es decir, cuando pasamos por épocas caracterizadas por una elevada ansiedad y estrés, la aplicación de vasopresina sintética reduce el clásico dolor muscular, las cefaleas, etc.
Memoria y aprendizaje
Otro de los efectos que tiene la vasopresina en nuestro organismo, y más concretamente en el cerebro, es la mejora de la memoria y el aprendizaje (De Wied y Versteeg, 1993). Se cree que este conjunto de aminoácidos actúa en el hipocampo favoreciendo la formación de los recuerdos.
Vinculación y crianza
La vasopresina media y favorece el proceso de vinculación entre la madre y el hijo. Asimismo, se ha podido ver que también tiene un efecto muy relevante en la figura del padre: aumenta en él el deseo de protección, cuidado y atención durante el proceso de embarazo con la madre y también en la crianza con el recién nacido.
Para concluir, cabe señalar que en la actualidad se sigue investigando (y experimentando) en muchas más funciones de la vasopresina. En determinados países, por ejemplo, se ha desarrollado un tipo de “spray nasal” a base de esta hormona concentrada para tratar la amnesia relacionada con los procesos de adicción.
Estamos por tanto ante un futuro lleno de posibilidades que pasa por comprender mucho mejor todo este fascinante universo de la endocrinología. Estaremos pendientes.
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