La vida no es corta, el problema es que empezamos tarde a vivirla
A menudo, nos quejamos de lo corta que es la vida, cuando en realidad el problema está en que empezamos tarde a vivirla de verdad. Solo cuando dejamos caer las máscaras, los pesos y los vínculos caducos, damos el paso: abrimos por fin la puerta a esa criatura hermosa que como un lobo hambriento, emerge libre en busca de su propio territorio.
Okot p’Bitek fue un interesante poeta y escritor ugandés que dedicó gran parte de su carrera a ensalzar la cultura tradicional africana. Según él, las personas nunca seremos completamente libres. Todos ocupamos un puesto en nuestra sociedad: somos hijos, hermanos, madres u hombres-medicina. Sin embargo, todos estos vínculos no son más que puntos de origen. Porque tenemos también la oportunidad de crear nuevos horizontes, aún manteniendo unas raíces comunes.
“La libertad significa responsabilidad, por eso la mayoría de hombres le tiene tanto miedo”
-George Bernard Shaw-
Todos llegamos siendo libres a este mundo. Sin embargo, la vida, nuestras familias y el propio contexto social que nos envuelve va moldeándonos poco a poco con sus múltiples manos y tibios alientos. Lejos de asumir cada trazo inscrito y cada forma, somos nosotros los auténticos artesanos, nosotros quienes en un momento dado deberemos elegir qué aceptar de esa transmisión de valores y enseñanzas y qué denegar.
Okot p’Bitek nos dejó una gran sabiduría en libros como “Son of Lawino”. Nunca dejaremos de ser hijos de alguien, hermanos de alguien o nativos de un pueblo concreto… Sin embargo, aún sabiendo cuáles son nuestros orígenes tenemos pleno derecho a DESPERTAR y a construir el tipo de vida que deseemos.
Y tú, ¿ya has empezado a vivir de verdad?
Es posible que el concepto “vivir de verdad” sea algo desconcertante para muchos. ¿No estamos todos vivos? ¿No gozamos del don de la vida solo por haber nacido y respirar en este mismo momento? La verdad es que hay una clara diferencia entre existir y alcanzar esa vida plena donde uno goza con autenticidad de lo que es, de lo que tiene y de lo que hace. Porque entre que nacemos y nos vamos de este mundo hay un tiempo precioso llamado vida que merece aprovecharse con intensidad.
Ahora bien, pero ¿cómo hacerlo? ¿cómo propiciar ese despertar? Erich Fromm, célebre psicoanalista, psicólogo social y humanista alemán, solía decir que el ser humano pasa gran parte de su existencia ajustándose a lo que la sociedad etiqueta como normal pensando que eso, es “lo bueno y lo correcto”. Sin embargo, la mayoría de las veces acabamos anclados a ciertos vínculos, comportamientos y actividades que van en contra de nuestros auténticos deseos.
Nos tragamos nuestras amargas frustraciones y escondemos los anhelos en las profundidades de nuestro ser como navíos oxidados, como tristes reliquias que es mejor no mirar porque la cotidianidad nos arrastra. Porque hay que cumplir, encajar y formar parte de ese engranaje que conforma el pensamiento único donde por supuesto, no existe la libertad. Despertar de este triste ensueño requiere valentía. Porque solo quienes están dispuestos a iniciar su propia revolución personal, empezarán a vivir como de verdad desean.
Cómo iniciar tu despertar en 5 pasos
Puede parecer una ironía. Sin embargo, son muchas las personas que avanzan por sus senderos vitales con el corazón apagado y la mente conducida por un piloto automático programado para dejarse llevar. Es una existencia más fácil, pero sin duda, menos feliz, menos auténtica y satisfactoria.
La alquimia esencial para favorecer ese despertar o esa transformación se basa en cinco sencillos pasos en los que podemos reflexionar unos instantes. Son los siguientes.
No dejéis que el ruido ahogue vuestra propia voz interior. Ella ya sabe lo que vosotros realmente queréis ser”
-Steve Jobs-
Claves para empezar a vivir la vida que deseas
Volvamos a ahora a ese dato del que hablábamos al inicio del artículo citando al escritor ugandés Okot p’Bitek. A día de hoy, hay diversos aspectos que sin duda te definen, lo quieras o no. Eres hijo de alguien, eres hermano/a, y eres compañero o amiga. A su vez, también tienes una posición determinada en esta sociedad marcada por tu desempeño laboral.
- Esas cosas te vinculan a ciertas entidades, pero no tienen porqué definirte hasta vetar tu capacidad decisión. Tú controlas el tipo de conexión que deseas mantener: cercana si te da felicidad, distanciada si te causa sufrimiento.
- Deja de fingir. Este aspecto es esencial, hemos de ser capaces de dejar de aparentar que estamos bien cuando lo que nos rodea nos quema por dentro. Dejar de decir “estoy genial” cuando no es así . No gires más la cabeza cuando algo no te agrade. Sé auténtico, que tus pensamientos vayan en concordancia con tus actos y que tu voz, suene con firmeza.
- Aprende a renunciar. Entiende que para empezar a vivir la existencia que de verdad deseas, tal vez debas dejar atrás muchas cosas, muchas personas.
- Vive el momento presente, practica una atención plena y recuerda que el mejor momento para todo, siempre es AHORA.
- Sigue tus intuiciones. Aprende a escucharte, a conceder valor a esa voz interior que te dice antes que nadie qué merece la pena y qué no.
Para concluir. Recuerda que en realidad no se trata de vivir mucho o poco, se trata solo de darle significado a cada momento y valorar la propia vida como lo que es: un regalo que no podemos desaprovechar.
Imágenes cortesía de Sophie Wilkins