Zentangle, el dibujo que nos ayuda a meditar
El Zentangle es un método de dibujo que utiliza de manera repetitiva todas las formas geométricas y curvilíneas. El objetivo es fomentar la calma y la meditación a través del trazo de patrones estructurados que conforman bellas imágenes. Su técnica es fácil de aprender, además de relajante y divertida.
Sus creadores, Maria Thomas y Rick Roberts, afirman que casi cualquier persona puede conseguir realizar bonitas imágenes. Su objetivo principal es aumentar la concentración y la creatividad, así como proporcionar una gran sensación de bienestar a través de la satisfacción artística.
Se parte de la premisa de que descuidamos una parte fundamental de nuestro ser al olvidar la importancia de cultivar el arte como forma de vida. Así, se plantea que la exploración del método Zentangle y su puesta en práctica sea una manera de “liberarnos”.
Lo que debes saber sobre el método Zentangle
Según sus autores, el método es sencillo de entender y fácil de disfrutar incluso si uno no está convencido de que no es para nada hábil con el lápiz y las pinturas. Comprender el método y crear una pieza de arte Zentangle es como aprender el secreto que está detrás de un truco de magia.
Cada línea que se realiza se produce de manera consciente y meditada, como si de pensamientos, palabras o hechos se tratara. Es decir, le “ponemos trazo” a aquello que toma relevancia en nuestra vida.
No importa cómo se vea, se trata de conectar nuestra mente con nuestra mano y el papel. Esto permite nuevos pensamientos y nuestras perspectivas, lo que nos ayuda a fluir y a centrarnos en el presente. Por eso no se permite la goma de borrar, porque estaríamos borrándonos a nosotros mismos.
O sea, no saber qué va a resultar es algo que se plantea de manera intencional, siendo esto tanto una libertad como un desafío. El hecho de que no haya solución predeterminada como en otros pasatiempos puede resultar irritante al principio (hemos sido educados para buscar soluciones perfectas). Veamos por puntos lo que necesitamos:
- Cada prototipo de azulejo o recuadro Zentangle es de 8,89 cm de lado. Vale cualquier tipo de papel texturizado que no tenga patrones. Preferiblemente debe ser blanco y de las extensiones indicadas.
- Debe comenzarse por el dibujo de un hilo y proseguir enredando de manera repetitiva el patrón que estamos creando.
- Está diseñado para completarse en una sola sesión que puede finalizar en 15 minutos o en el tiempo que se desee. Así, la sensación de logro y satisfacción puede ser obtenida de manera rápida para quienes no disponen de mucho tiempo.
- La ceremonia que rodea la realización de nuestros patrones Zentangle necesita recrear un entorno personal, íntimo y único. Fundir nuestras sensaciones con la textura de las baldosas de papel Zentangle nos hará sentirnos maravillosamente relajados y conectados.
Lo que el Zentangle nos aporta
Hemos hablado en otras ocasiones de los beneficios emocionales y cognitivos que obtenemos al colorear mandalas y otros patrones. Sin embargo, el Zentangle va un paso más allá, pues fomenta la creación de patrones haciéndonos ver que también nosotros podemos generar bellas ilustraciones.
Así, alejándonos de la conciencia del espacio-tiempo, la creación de Zentangle:
- Nos relaja profundamente.
- Nos ayuda a liberarnos del insomnio si los hacemos antes de acostarnos.
- Fomenta que valoremos más nuestras capacidades.
- Nos une a una comunidad de apoyo y divertimento (hay varias páginas y grupos por la red).
- Alimenta y desarrolla nuestras capacidades creativas.
- Ejercita nuestro cerebro y nuestra mente.
Características del método Zentangle
No es de extrañar que el arte y la creación nos ayuden a reconectar con nosotros mismos, pues es una faceta que habitualmente dejamos de lado y que nos permite liberarnos de nuestro habitual encasillamiento de tareas y actividades.
El Zentangle nos ayuda a establecer interiormente un lenguaje no verbal de patrones y proporciones que abre la puerta a nuevas percepciones que habitualmente están bloqueadas. Así, como la técnica de los mandalas, este método es una forma de “meditación moderna”.
Entrecomillamos “meditación moderna” porque Jung ya usaba estos protocolos geométricos y arquetípicos como instrumento de terapéutico. Asimismo, el hecho de que el resultado no sea premeditado nos ayuda a plantearnos la vida como un arcoíris de colores y no tanto como blanco o negro.