4 mitos sobre cómo debe ser una relación de pareja
Las relaciones de pareja están influidas por muchos mensajes que nos llegan de cómo debe ser este tipo de relación. Son mensajes que hemos adquirido sin cuestionarlos.
Por todas partes nos llega mucha información de cómo ha de ser una relación de pareja: a través de la literatura, el cine, la música, la televisión, los anuncios, etc. Muchas de estas ideas se quedan ancladas a nuestras creencias, y en definitiva, a nuestra conducta.
Estas creencias contribuyen a crearnos unas expectativas, manteniendo relaciones que no se asemejan con lo que esperábamos, por lo que resulta inevitable caer en la frustración.
Estos son algunos de los mitos más comunes:
1. Nuestra media naranja existe y alcanzaremos nuestra plenitud si la encontramos
Es una idea muy común creer que todos tenemos nuestra media naranja, una persona que nos va a complementar, con la que estaremos siempre bien y hallaremos nuestra plenitud.
Es un error pretender buscar una persona que sea la que nos haga alcanzar nuestra plenitud. Con esta creencia estamos cargando de responsabilidad a la otra persona, de que tenga que ser ella la que nos complete.
No existe el amor perfecto ni pleno, al pretenderlo lo único que podemos conseguir es frustrarnos y con ello obtener infelicidad y problemas de pareja.
En cuanto surjan los conflictos y diferencias propias de la relación de pareja, creeremos que no estamos con la persona adecuada. Que ya no sentimos lo mismo por nuestra pareja. Veremos la relación como un problema e iremos a la solución más rápida, que es terminar con la relación.
Cuando ya no sabemos qué hacer, colapsamos y empleamos esta solución; en relaciones que podrían reforzarse, salir adelante y madurar frente a situaciones que suponen un reto.
Mantener una relación de pareja de forma saludable no supone que nos llene de plenitud de forma constante, es inevitable vivir momentos difíciles donde el compromiso y la comunicación se ponen a prueba. Es la única forma de que una relación de pareja se consolide y madure.
2. Mi pareja debe saber lo que quiero sin necesidad de decírselo
Esta es otra creencia muy extendida que está en la mente de muchos de nosotros, y pocas veces son las que nos damos cuenta de que esta idea es absurda y muy poco realista.
A veces, creemos que nuestra pareja tiene poderes adivinatorios y debe saber lo que necesitamos, lo que queremos y esperamos de ella, sin que haya que decírselo. Además, si no se da cuenta nos enfadamos, y comienza así todo un largo recorrido de conflictos que deterioran la relación.
Nos vamos envenenando poco a poco nosotros mismos al no expresar nuestras necesidades, al pretender que sea nuestra pareja quien se tenga que dar cuenta.
3. La sexualidad debe ser algo espontáneo en la pareja
Las creencias de cómo deben ser las relaciones sexuales en la relación de pareja, son otro punto a destacar en los mitos que se sostienen.
El mito romántico de que todo debe de fluir y darse en el momento idóneo es todo un cuento que nada tiene que ver con la realidad. Para mantener buenas relaciones sexuales es necesaria la comunicación, intercambiar gustos, opiniones y creencias al respecto.
Aprender juntos sobre cómo va evolucionando la relación sexual en la pareja. Hacer nuevas propuestas, ir innovando y prender la llama de la pasión, siempre que sea posible; respetando los tiempos y las necesidades de cada cual.
Hay muchas situaciones en la pareja que requieren de una planificación para mantener encuentros sexuales; ya sea por el cansancio, por disponer de poco tiempo o tener una vida familiar con niños.
Hay situaciones que si se esperan a que tengan que venir de manera espontánea, estamos de nuevo reprimiendo nuestras necesidades dejando que se enfríe la relación y se vuelva monótona.
4. El amor es suficiente para solucionar los problemas de pareja
El amor es necesario, pero no es suficiente para que una relación de pareja se mantenga. Intervienen muchos otros factores. El principal, sin lugar a dudas, es el cuidado mutuo de la relación y del amor.
Los conflictos son algo natural en la pareja, van surgiendo a medida que la relación avanza. Resultan sanos si se atajan desde el respeto y la honestidad.
Puede haber relaciones en las que haya mucho amor, pero si este no se cuida, por diversas circunstancias, es inevitable que acabe fracasando la relación. Esta no se mantiene si no es igual de importante para ambos, y si no hay una implicación real, considerando a la otra persona como una prioridad.
Estos mitos forman parte de nuestras creencias más arraigadas sobre cómo debe ser una relación de pareja, que, aunque hayamos reflexionado sobre ellas, pueden ser difícil de asimilar y romper con ellas. Requiere de un gran esfuerzo, implicación, y trabajo personal; salir de este modo automático de actuar.