5 claves para ser feliz en el trabajo
Por más que uno adore su trabajo, no es raro que existan momentos que produzcan una sensación de agobio y agotamiento. Los compromisos, las responsabilidades y las limitaciones que impone pueden resultar estresantes. Sin embargo, siempre se puede ser feliz en el trabajo, incluso cuando no nos agrade mucho la labor que hacemos.
Una actitud constructiva junto a niveles altos de motivación contribuyen a que nos sintamos mejor en el ámbito laboral. Quizás no sea todo lo que deseamos, pero hay formas de adoptar una perspectiva que nos permita concentrarnos en todo lo positivo que nos aporta.
“Cuando el trabajo es un placer la vida es bella. Pero cuando nos es impuesto la vida es una esclavitud”.
-Máximo Gorki-
Cuando uno logra ser feliz en el trabajo, gana un verdadero tesoro para la vida. El trabajo es uno de los espacios en los que más tiempo permanecemos y del que dependen muchos de nuestros planes y en definitiva, nuestro bienestar. Por ello, hemos traído algunas de esas claves que nos ayudan a hacer del trabajo una experiencia mejor. Estas son cinco de ellas.
1. Concéntrate en el presente
Muchos de los problemas , especialmente los que están asociados al estrés y a la ansiedad, existen más en la mente que en la realidad. Nacen de expectativas negativas frente a lo que pueda pasar en el futuro. Por ejemplo, se imaginan dificultades que aún no se han presentado, hechos negativos que aún no han sucedido o desenlaces terribles que no necesariamente se tienen que dar.
Todo ello genera un enorme desgaste psicológico. En esas circunstancias, resulta imposible ser feliz en el trabajo. Todo lo contrario. El ámbito laboral se transforma en un espacio de angustia, porque siempre se está temiendo lo peor. El antídoto para esto es concentrarse en el presente . Ocuparse solamente de la tarea de hoy. Si lo hacemos bien, las consecuencias serán también positivas.
2. Colabora con los demás para ser feliz en el trabajo
Son muchas las circunstancias de la vida en las que la mejor manera de ayudarnos a nosotros mismos es ayudando a los demás. El hecho de ser sensible a las necesidades y problemas de otros es algo que nos enriquece como seres humanos. Al mismo tiempo, nos ayuda a salir de esa burbuja egocéntrica, que solo trae malestar.
Si nos planteamos el propósito de hacer cosas positivas por otros, seguramente conseguiremos ser felices en el trabajo y en el resto de entornos en los que estamos involucrados. Notaremos, poco a poco, que la disposición de los otros hacia nosotros es más amable y comprensiva. Esto mejorará notoriamente nuestro clima laboral y llenará nuestros días de una energía especial.
3. Aprende a descansar
Uno de los problemas más comunes en los trabajadores es la falta de equilibrio entre sus labores y el descanso. Las pausas son tan o más importantes que las mismas labores. Una persona fatigada no es productiva y está más propensa a cometer errores y pasar por alto detalles importantes. También es menos creativa y aguda en sus apreciaciones.
Cuando estamos cansados, hacemos en una hora lo que podríamos hacer en media. Aparte, fácilmente caemos en estados de mal humor. Por lo tanto, tenemos que estar combinando constantemente el trabajo y el descanso. Durante la jornada con pausas activas y fuera de la jornada cortando con las actividades laborales.
4. Valora y agradece
Ser feliz en el trabajo es más fácil si cada día tomamos un minuto para reflexionar, antes de comenzar la jornada. Dar valor a nuestro trabajo y detenernos a pensar en sus beneficios, tanto para nosotros como para el resto del mundo nos permite cambiar la perspectiva.
Así mismo, seguramente tenemos muchos motivos por los cuales agradecer cada día laboral. El solo hecho de tener las facultades para desempeñar nuestra labor es ya un motivo de gratitud. También la posibilidad de generar ingresos para nosotros y para muchas otras personas. Cuando compramos pan contribuimos a que otros tengan un trabajo y medios para vivir. Nunca nos olvidemos de agradecer.
5. Crea “un nido”
Es más fácil motivarnos a nosotros mismos cuando hacemos de nuestro espacio de trabajo un lugar agradable. Si es posible, personalicemos tanto como sea posible los objetos que nos rodean. Imprimamos nuestro toque único en ello y seguramente nos sentiremos mejor.
También es adecuado que crees tus propios “nidos” de descanso. Lugares o situaciones especiales para refugiarte durante tus ratos libres. Entornos que te hagan sentirte liberado de responsabilidades y preocupaciones.
Ser feliz en el trabajo es una auténtica bendición. Ahora bien, en raras ocasiones esa felicidad viene por sí sola. Generalmente tenemos que crear las condiciones para que aflore. Si lo logramos, habremos dado un paso gigante en la construcción de nuestro bienestar.