6 cosas que es mejor mantener en secreto según el hinduismo
El hinduismo nos transmite un modo de comportarnos ante la vida y un sentido de responsabilidad donde a veces, el silencio es nuestro mejor aliado. Así, hay cosas que es mejor mantener en secreto, aspectos sobre nuestras aspiraciones, esencias y logros que pertenecen al rincón de la privacidad, a esa sala delimitada por la sabia reserva personal.
Algo que suele decirse muy a menudo sobre la filosofía hinduista es que es una invitación directa a replantearnos nuestra existencia, a reflexionar sobre ella a través de otro prisma mucho más amplio y a la vez, responsable. El objetivo último de esta religión presente sobre todo en la India y Nepal es guiar al ser humano por el camino de la liberación, ahí donde nuestros pensamientos, emociones, actos y palabras nos conduzcan a la serenidad, a un estado de conciencia donde todo está en armonía.
Así, dentro de todas estas corrientes con una esencia espiritual, es más que común que nos encontremos con una serie de recomendaciones que llevar a cabo para hallar ese equilibrio interno donde se contiene el bienestar o la calma. El hinduismo, por su parte, representa la esencia de varias doctrinas donde se nos indica a su vez, qué no debemos hacer, qué es mejor evitar o restringir.
No podemos olvidar que dentro de este marco filosófico toda acción tiene su efecto, su consecuencia. El buen hindú, por ejemplo, es la persona que sabe cuál su deber, cuál su responsabilidad, ese “Dharma” donde todo progreso material tiene su trascendencia espiritual, y el vínculo que dará forma a una felicidad real en esta vida y en la siguiente reencarnación. Por ello, es interesante saber qué es mejor mantener en secreto, favoreciendo ese sentido de responsabilidad para con nosotros mismos y los demás.
1. No escampes rumores, chismes o comentarios negativos sobre terceras personas
Si alguien llega hasta nosotros con un rumor, con un comentario despectivo sobre otra persona, una crítica ofensiva al respecto de un comportamiento ajeno, lo mejor es correr un velo. Seamos ese muro que contiene la negatividad y la afrenta sin sentido. Aquí, viene bien recordar una vez más el triple filtro de Sócrates, es decir, si la información que nos llega no es ni buena, ni útil ni verdadera, lo adecuado es no darle validez y llevarla al rincón del silencio.
“Antes de juzgar a una persona, camina tres lunas con sus zapatos”.
-Proverbio hindú-
2. Cosas que mantener en secreto: tus proyectos
Si tienes un sueño, una meta elevada, un proyecto personal, sé prudente. No lo comuniques a los demás antes de hora, camina con pies de plomo y sé cauto, mejor no precipitarse. Deja que esos planes maduren y sean casi una realidad.
En ocasiones, cuando comunicamos un deseo o un objetivo, hay quien lejos de compartir nuestra ilusión nos regala su escepticismo o peor aún, sus críticas. Sé cauto y no dudes en mantener en secreto esas cimas personales que un día sueñas con alcanzar.
3. Tus logros emocionales, los momentos en que has sido tu propio héroe
Solo tú sabes las batallas que has ganado, las barricadas personales que has sobrepasado para demostrarte a ti mismo que sí podías, qué sí merecías tus triunfos. En ocasiones, el ser humano se ve obligado a sortear piedras en el camino que solo uno entiende (una decepción, una mentira, un abandono, una frustración…) son hechos de delicada dureza que nos han esculpido, que nos han dejado marca, pero que a su vez, han sacado lo mejor de nuestro ser.
Esas victorias, las más íntimas, pertenecen a menudo al ámbito privado. Porque a veces, al ponerlas en voz alta, pierden trascendencia, no son entendidas o se interpretan de forma equívoca, como si en nuestras palabras hubiera pinceladas de arrogancia.
4. Las intimidades de tu familia
Si hay aspectos que sin duda debemos mantener en secreto son las privacidades del propio hogar, de la propia familia, la propia pareja. Ese tejido singular e íntimo nos pertenece solo a nosotros mismos; son dinámicas, legados, situaciones y lazos que no deben ponerse en voz alta como quien sopla las semillas de un diente de león al viento.
Solo cuando la situación lo requiera o si la finalidad última es la de recibir ayuda para mejorar la calidad de esos vínculos, podremos dar el paso para comentar con terceras personas ciertas cosas. No obstante, seremos prudentes y elegiremos bien a quien revelar esas intimidades.
5. Tus actos de bondad
Otro aspecto de nuestra vida que es mejor mantener en secreto son nuestras buenas acciones, nuestros actos de nobleza. La bondad no necesita espectadores, las buenas acciones no necesitan ser publicadas en pancartas o luces de neón, ni son menos reales cuando no hay miradas observándonos.
La bondad real es la que no se ve, la que se practica a diario de forma discreta con actos que suman, en las grandes proezas y en las situaciones más anónimas.
6. Tus carencias
Hay personas que tienen fijación con aquello que les falta, se obsesionan con lo que no tienen y no son capaces de ver lo ricos que en verdad son al contar con aspectos realmente valiosos.
Evítalo, porque otra de las cosas que es mejor mantener en secreto es aquello que no tienes. Si careces de un teléfono móvil de alta gama, guárdalo en silencio, puede que estés ante alguien que no puede permitirse el tener uno. Si no tienes pareja, si no tienes la casa de tus sueños, si este año no puedes pagarte unas vacaciones, no te lamentes, no lo proclames como si esa carencia fuera objeto de absoluta infelicidad.
A veces, lamentamos no tener cosas que en realidad, no son vitales.
“Los objetos externos son incapaces de dar plena felicidad al corazón del hombre”.
-Proverbio hindú-
Para concluir, tal y como hemos podido ver, la sabiduría hinduista nos provee de consejos que en cierto modo todos hemos pensado alguna vez. En realidad, solo se trata de aplicar ese arte tan enriquecedor que escasea cada vez más: la prudencia, la reserva y el respeto ajeno.
Por tanto, no olvidemos que tal y como nos indica este marco religioso tan inspirador, todo acto tiene sus consecuencias. Así, seamos un poco más reflexivos y entendamos que el silencio es a veces ese lugar más que acertado donde guardar ciertas palabras, ciertos sueños y pensamientos.