6 tipos de textos para amantes de la escritura
Estamos rodeados de textos de naturaleza muy diferente. Algunos tratan de explicarnos cómo funciona un determinado objeto, otros buscan enseñarnos sobre una materia en particular, muchos son meramente descriptivos. Tampoco faltan aquellos que son directamente producto de la creatividad publicitaria.
La comunicación textual parece una asignatura árida, y que a su vez se da por superada a nivel social en la mayoría de los artículos de investigación. Entonces, ¿por qué estamos siempre tan mal informados? ¿Por qué tantas veces malinterpretamos un mensaje que parece simple a primera vista?
Aprender sobre los diferentes tipos de textos es primordial para poder aprender a pensar por nosotros mismos. Además, es necesario desarrollar una buena capacidad de análisis para conseguir, a nuestra vez, expresar correctamente lo que queremos decirle al mundo.
Tipos de textos principales
Texto narrativo
Los textos narrativos son aquellos que, como su nombre indica, cuentan unos hechos que se han producido a lo largo del tiempo. Estos acontecimientos suelen estar relacionadas con unos personajes que, a través de uno o varios hilos conductores, dan forma a una historia.
Esta puede estar basada en hechos reales o ser ficticios, aunque se busca, por lo general, la mayor verosimilitud/credibilidad posible en el texto. Para ello, podemos valernos de un narrador (o varios), que puede estar en primera o tercera persona; a veces, incluso puede ser omnisciente.
La narración está estructurada en presentación, nudo y desenlace. Dentro de esta categoría podemos encontrar algunas narraciones informativas del ámbito del periodismo, como la crónica y el reportaje.
Texto descriptivo
Los textos que se engloban dentro de esta categoría suelen confundirse erróneamente con los textos técnicos o científicos. Pese a lo que se suele creer, los descriptivos son fruto de una reflexión muy compleja, que busca expresar una impresión a través de las palabras.
Intentan plasmar, de forma subjetiva, la visión de una escena vista por el autor, todo ello animado por una función estética específica. De todos los tipos de textos, el descriptivo posiblemente sea el más enfocado en la observación.
Puede describirse casi cualquier elemento. Desde un objeto físico y tangible hasta una emoción o un sentimiento. De hecho, suele ser un recurso literario muy utilizado en novelas y poemas, y suele ser especialmente rica en adjetivos.
Texto expositivo
El texto expositivo está relacionado en cierta manera con el texto descriptivo. La exposición trata de ofrecer un tema al receptor de una manera clara y precisa, y requiere de un conocimiento formado de la materia. A través del desarrollo de diferentes ideas, el emisor busca explicar algo en concreto.
Dentro de los tipos de textos expositivos podemos encontrar la modalidad divulgativa y la especializada. La primera quiere informar sobre un tema de interés general de la forma más sencilla posible y la segunda requiere de un conocimiento más específico del tema. Podemos encontrar esta clase de textos en los manuales científicos, las obras de divulgación, algunos artículos periodísticos y, por supuesto, en cualquier desarrollo formal de un examen.
Texto argumentativo
La argumentación consiste en la exposición de una serie de ideas o pilares -que funcionan como argumentos- para fundamentar una postura. Los textos argumentativos tratan de convencer al receptor de que piense de una determinada manera. Juega un papel especialmente importante en temas controvertidos y/o polémicos.
Su objetivo es ofrecer una información lo más completa posible y desde el punto de vista dialéctico, se mueve sobre probabilidades, no sobre certezas. Frente a una argumentación, suele caber una contraargumentación.
Consta de tesis, cuerpo argumentativo y conclusión (al igual que el texto narrativo), aunque esta estructura no siempre se respeta. Por lo general, y dada sus características, los textos argumentativos son muy subjetivos y en ocasiones no atienden a razonamientos lógicos, sino al punto de vista del emisor.
“Lo más importante en la comunicación es escuchar lo que no se dice”.
-Peter Drucker-
El ensayo: el híbrido de los tipos de textos
El ensayo es un tipo de texto que cabalga entre la argumentación y la exposición. Al igual que la primera, tiene un carácter marcadamente subjetivo, utiliza las citas y diversos argumentos de personajes e instituciones de autoridad y su contenido es de una amplia variedad temática.
La relación que presenta con los textos expositivos se sustenta en las bases fundamentales del ensayo: precisión, sencillez y claridad. Su estructura es libre, lo que permite abarcar infinidad de temas y descubrir miles de ramificaciones durante el proceso.
Su principal intención es transmitir una información veraz, interesante y fundamentada al receptor, por lo que debe ser lo más breve posible. Para ello, se vale con frecuencia del lenguaje literario y los coloquialismos.
Los tipos de textos tienen muchos más elementos en común de los que solemos pensar. A fin de cuentas, la intención de cualquier texto es servir de inspiración (o como fuente de información) para otros, tratando, a su vez, de ser lo más asequible posible para el entendimiento del receptor.
De no ser así, habremos conseguido hacer realidad el mayor miedo de un escritor: provocar sueño y aburrimiento a nuestra audiencia con un lenguaje recargado, barroco e inservible.
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- Asunción Escribano, Las voces del texto como recurso persuasivo, 2009, ed. Arco/Libros S.L.
- Miriam Álvarez, Tipos de escrito I: Narración y descripción, 1994, ed. Arco/Libros S.L