7 cosas que la gente feliz hace de manera diferente
La felicidad es un estado de ánimo que, como tal, va y viene. Sin embargo, hay gente que parece que siempre está feliz. ¿Es porque han alcanzado sus metas o porque han encontrado la plenitud en su vida? Lo cierto es que la gente feliz lo parece porque viven la alegría. Esa alegría atrae buenas cosas, retroalimentando así su estado de ánimo.
La felicidad es un cambio en la percepción. Depende de cómo mires las circunstancias y cómo decidas enfocar lo que ocurre. La felicidad también es un hábito. Por eso, incluso en circunstancias adversas, la gente feliz actúa de manera diferente.
“Cuando cambias la forma en que miras las cosas, las cosas que miras cambian”.
-Wayne Dyer-
Hábitos de la gente feliz
La felicidad es probablemente una de las cosas más buscadas en el mundo. De hecho, para muchos puede seguir siendo una búsqueda de por vida simplemente porque dan el sentido equivocado a la felicidad. Esto sucede especialmente cuando la vinculan a cosas materiales, en lugar de asumir que la felicidad viene de dentro.
“El dinero no hace feliz a la gente. La gente hace feliz a la gente”
-Steve Wynn-
Las personas felices tienden a seguir un determinado conjunto de hábitos que crean paz en sus vidas. De ellos, destacan los siguientes:
Miran con compasión, no con aversión
A las personas felices les encanta ayudar a los demás. Ellos saben que al dar y darse a los menos afortunados han marcado la diferencia en la vida de alguien. Y eso trae alegría a sus vidas.
Una persona que no tiene compasión es implacable y no puede ver la alegría que hay en el dar. Son egoístas y carecen de empatía. Sin embargo, las personas felices disfrutan más dando que recibiendo, ya que hacen de la empatía su forma de vida.
“Si quieres que otros sean felices, practica la compasión. Si quieres ser feliz, practica la compasión”
-Dalai Lama-
Muestran amor en lugar de apatía
Las personas felices aman a la gente. El amor emana de su ser. Al mirar a los demás con amor, las personas felices son capaces de ver lo mejor que hay en ellos. Esto les permite encontrar cualidades en los otros que para el resto suelen pasar desapercibidas. El amor hace brillar a las personas felices.
Sin embargo, la gente infeliz muestra apatía hacia sus semejantes. La ira y la intolerancia marcan su forma de relacionarse con los demás. Eso les conduce a juzgar a las personas desde el miedo, atrayendo negatividad a su vida y a su entorno.
Aceptan en lugar de resistir
La gente feliz acepta las circunstancias tal y como son. En lugar de resistirse para tratar de tener una vida diferente, lo que hace la gente feliz es tratar de aprender de todos los desafíos a los que se enfrentan para evolucionar y crecer.
Por el contrario, las personas infelices se resisten a aceptar su situación y luchan contra la circunstancias. En vez de tratar de sacar lo mejor de la situación, las personas que viven en una amargura constante pasan por alto el conocimiento y crecimiento que puede adquirir.
“Acepta – después actúa. Lo que quiera que contenga el momento presente, acéptalo como si lo hubieses elegido. Trabaja siempre con él, no contra él. Hazlo tu amigo y aliado, no tu enemigo. Esto transformará milagrosamente toda tu vida”
-Eckhart Tolle-
Ven los desafíos como una oportunidad de crecimiento
La gente feliz tienen que lidiar con problemas de todo tipo, como todos los demás. Sin embargo, encuentran que sus desafíos son una oportunidad para crecer y para hacer hacer algo diferente.
Incluso en los momentos más delicados, las personas felices encuentran una razón para mirar hacia delante con optimismo. Aceptan los cambios, enfocándolos como un reto, y en los más difíciles son capaces de ver las mayores oportunidades de crecimiento.
Perdonan en vez de ser implacables
La gente feliz no se aferra a rencores ni a resentimientos porque saben que eso afecta negativamente a su mente, cuerpo y espíritu. Dejan atrás el pasado para continuar buscando la alegría en lo que está por venir.
Las personas que son implacables atraen la negatividad y la miseria a sus vidas porque no saben entender el perdón. En vez de verlo como una forma de dejar ir, las personas infelices creen que perdonar es validar la ofensa. Sin embargo, para la gente feliz perdonar es aceptar que algo doloroso sucedió y que hay que dejarlo marchar.
“Perdonar es liberar a un prisionero y descubrir que el prisionero eras tú”
-Lewis B. Smedes-
Convierten sus debilidades en fortalezas
La gente feliz no se centra en sus debilidades, sino que trata de explotar sus fortalezas. En vez de apelar al victimismo, la gente feliz acepta sus debilidades y trata de sacar fuerza de ellas también.
La gente feliz sabe reconocer sus debilidades y las utilizar para seguir adelante. De su propia debilidad, una persona feliz saca fuerza para superarse. Esa labor de autoconocimiento le permite descubrir qué es lo que realmente quiere para sí mismo.
Admiran en lugar de criticar
Como tú y como yo, la gente feliz lucha para alcanzar sus objetivos, pero no se aferran a la auto-juicio ni a la crítica. Para ellos, alcanzar sus sueños pasa por mantener una actitud positiva.
Además, la gente feliz trata con dignidad y respeto a los demás, no les juzgan. En lugar de criticar a otros los miran con amor y admiran lo mejor que hay en ellos. Al contrario de lo que hace la gente infeliz, las personas felices no necesitan criticar a los demás para superar sus propias inseguridades.
Empezar a ser más feliz cambiando de actitud
Hay muchas cosas que no puedes cambiar, sin embargo, eres dueño de elegir cómo quieres ver las cosas. La felicidad no es algo que se encuentra, sino que es la búsqueda la que guarda la recompensa.
Si no estás abierto y dispuesto a ser feliz, la felicidad no llamará a tu puerta. La felicidad es una elección. Es la actitud lo que lo cambia todo. Depende de ti ser feliz, independientemente de lo que sucede a tu alrededor ya que tu guardas el control más poderoso, el de cómo lo que te sucede te afecta.
“Si comienzas a entender lo que eres sin intentar cambiarlo, lo que eres se somete a una transformación”
-Jiddu Krishnamurti-