7 diferencias entre compulsiones y obsesiones

¿Cómo viven sus obsesiones las personas con TOC? ¿Sabrías diferenciarlas de los comportamientos compulsivos? Las características que definen esta condición psicológica pueden ser muy complejas. ¡Descúbrelas!
7 diferencias entre compulsiones y obsesiones
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 17 mayo, 2023

Las diferencias entre compulsiones y obsesiones trazan el perfil clínico del trastorno obsesivo compulsivo (TOC), el cual ocupa el cuarto puesto entre los cuadros mentales más frecuentes en el mundo, de acuerdo con una publicación de la revista Medicientro Electrónica.

El TOC es una condición compleja y, en ocasiones, grave, pues altera la forma de pensar y el comportamiento de quien lo padece. Lo positivo es que se disponen de estrategias eficaces para tratarla.

Tanto los pensamientos obsesivos como la propia compulsión o los rituales asociados, son fenómenos que el paciente no puede controlar. Hay varias tipologías, todas relativas a conductas impulsivas que afectan por completo la vida de la persona. Los niveles de angustia y ansiedad son elevados. A continuación, conoce las particularidades de cada dimensión.

El TOC es un trastorno crónico que puede tratarse mediante terapias especializadas.

Diferencias entre compulsiones y obsesiones

Una persona que tiene TOC puede presentar pensamientos obsesivos acompañados, o no, por compulsiones. Es decir, es posible que aparezca la primera dimensión o ambas. Por otro lado, es frecuente que los pacientes experimenten estos síntomas durante mucho tiempo antes de recibir el diagnóstico.

Así, trabajos como el publicado en 2021 en la revista PLOS ONE, señalan que dar con la terapia adecuada puede tardarse hasta 17 años.

Es mucho tiempo, sin duda. De ahí la relevancia de conocer cómo se manifiesta esta condición y de comprender las diferencias entre compulsiones y obsesiones.

Se trata de procesos mentales y conductuales que cobran fuerza de manera progresiva hasta cronificarse. Llega un punto en que cualquier aspecto de la vida psicosocial se ve alterado en su totalidad. A continuación, las particularidades de cada esfera del TOC.



1. Las obsesiones son procesos mentales

La principal de las diferencias entre compulsiones y obsesiones es que las últimas son pensamientos o imágenes. Consisten en procesos mentales irracionales sobre los que no se tiene dominio alguno. Asimismo, a pesar de que se tenga conciencia de que esos productos mentales son ilógicos y frustrantes, no hay manera de detener su aparición.

Por otro lado, las obsesiones obstaculizan cualquier acción, interrumpen la vida diaria y la posibilidad de pensar con claridad.

2. Las compulsiones son respuestas a las obsesiones

Las compulsiones en el TOC corresponden a las reacciones comportamentales o mentales que la persona desarrolla como respuesta a las obsesiones. Es decir, con la conducta compulsiva se busca lograr cierto alivio ante la ansiedad que genera el pensamiento obsesivo e irracional.

Estudios como los realizados en la Universidad de Ciudad del Cabo, destacan que, aunque la persona busque sofocar la angustia con la conducta compulsiva o ritual, sabe que esa acción es excesiva, pero no puede controlarla.

Las obsesiones hacen vivir con mucha angustia, miedo o incluso asqueados por los pensamientos. Para liberar esa carga de ansiedad se deriva en las compulsiones o rituales.

Mente con muchos pensamientos simbolizando las diferencias entre compulsiones y obsesiones
El TOC es una condición a menudo con un origen genético que se manifiesta mediante obsesiones y compulsiones.

3. Hay distintos tipos de obsesiones

Las personas con un trastorno obsesivo-compulsivo presentan, por lo general, más de una obsesión. Son las siguientes:

  • Miedo a hacerse daño.
  • Pensar que es mala persona.
  • Pensamientos obsesivos por la perfección y el orden.
  • Creer que, si no rezan, les puede suceder algo malo.
  • Temor por contraer enfermedades o miedo a ensuciarse.
  • Imposibilidad de evitar imágenes intrusivas sobre prácticas sexuales poco éticas o desagradables.
  • Obsesiones por perpetrar conductas inmorales (tocar los genitales de otros, cometer infracciones, etc.).
  • Miedos por causar daños a otras personas, como atropellar a alguien o pegarle a un ser querido sin querer.
  • Temor intenso a perder el control. Ceder al pensamiento tentativo y terminar robando en una tienda, por ejemplo.
  • Acumulación debido al pavor irracional de tirar objetos inservibles que en algún momento creen poder necesitar.
  • Obsesiones relacionales. Estas tienen que ver con el TOC de amores y consisten en imaginar y temer de manera constante que su pareja les traiciona.

4. Modalidades de compulsiones o rituales

Las diferencias entre compulsiones y obsesiones se asocian también con las modalidades en que se manifiesta la propia compulsión. Existe una idea muy extendida de que el TOC se caracteriza por los clásicos rituales como encender y apagar muchas veces las luces o lavarse de formar repetida las manos.

Ahora bien, cabe señalar que esta característica es mucho más amplia. Mira sus tipologías:

  • Compulsiones de limpieza y de organización: ordenar libros o ropa por colores, es un ejemplo.
  • Hay diferentes compulsiones mentales: tener que contar números, elaborar listas, crear imágenes mentales positivas para reemplazar a otras perturbadoras, etc.
  • Verificación de compulsiones: esta conducta abarca una gran cantidad de comportamientos a modo de ritual, como asegurarse de cerrar el gas unas diez veces, quitarse y ponerse el abrigo cinco veces antes de salir de casa, etc. Si bien es probable que cualquiera incurra en estas acciones, la persona con TOC las lleva al extremo de la reiteración.

5. Diferencias de interrelación

Un factor clave que marca las diferencias entre compulsiones y obsesiones es comprender cómo se desencadenan. La obsesión puede derivar en muchos casos en una conducta compulsiva, pero no a la inversa. Es decir, la compulsión, por sí misma, no producirá un pensamiento irracional y obsesivo.

Por tanto, existe una interrelación que parte siempre de una idea, de un producto mental y de una mente que procesa la realidad de forma cada vez más inflexible. Así, investigaciones como las publicadas en Current Psychiatry Reports, destacan que el TOC tendría como origen una clara disfunción de los procesos cognitivos. La conducta compulsiva vendría siempre después.



6. El efecto y la finalidad

Para entender la anatomía del TOC ayuda clarificar cómo y por qué surgen las obsesiones y las compulsiones.

  • Una obsesión tiene una serie de efectos en la persona: le causa ansiedad, sensación de pérdida de control, angustia y preocupación desmedida.
  • La compulsión aparece por una «finalidad» y es la de paliar el «efecto» negativo que ocasiona el pensamiento obsesivo. No obstante, en ese intento por reducir la ansiedad, se cae en conductas igual de desgastantes.

7. Puede aparecer un TOC sin compulsiones

La principal característica del TOC son los pensamientos intrusivos, por norma indeseados. Es el fenómeno fundamental que rige esta condición. Ahora bien, una persona puede padecer TOC sin de derivar en conductas compulsivas; ejemplo de ello es el llamado «Pure O» o TOC puramente obsesivo.

La persona con TOC puede estar en medio de una reunión de trabajo y no poder controlar el pensamiento de levantarse e insultar a sus compañeros. Para controlarlo, puede recurrir a una conducta mental compulsiva, como intentar sustituir esa imagen por algo más amable.

Hombre en terapia psicológica tratando las diferencias entre compulsiones y obsesiones
La terapia basada en la exposición con prevención de respuesta es muy eficaz para tratar el TOC.

Vivir con un trastorno obsesivo-compulsivo

El trastorno obsesivo-compulsivo es una condición mental crónica que puede tratarse para mejorar la calidad de vida y, sobre todo, para lograr un control mayor sobre los procesos mentales. Ahora bien, el problema es que a este le acompaña una elevada incomprensión y sensación de vergüenza.

El entorno puede no entender por qué su familiar no es capaz de mantener un trabajo y lleva a cabo, por ejemplo, prácticas de higiene desmedidas e irracionales. Para abordar cualquier problema de salud mental es necesaria la comprensión social y la psicoeducación. El TOC es una enfermedad con desencadenantes genéticos y cerebrales. Nadie elige esa conducta ni esos pensamientos.

Si te identificas con estas características y cuadro clínico, no dudes en solicitar ayuda especializada. Hay terapias específicas para el TOC, como la técnica de exposición con prevención de respuesta (EPR). Da el paso lo antes posible.


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