7 mitos sobre el poliamor
Mucha gente cree que los mitos sobre el poliamor no son tal, sino realidades. Sin embargo, cuando observamos investigaciones que muestran que hasta un 5% de la población norteamericana vive relaciones no monógamas, igual deberíamos hacer un esfuerzo por encontrar respuestas claras a ciertas cuestiones.
Decía Oscar Wilde que “amarse a uno mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida”. ¿Es posible compartir este amor con más de una persona, y que tenga una naturaleza similar al que se comparte con una pareja, y no un hermano o una madre? ¿O realmente el poliamor en sí es un mito, el mayor de todos lo que le rodean? Vamos a comprobarlo.
“He experimentado de todo, y puedo asegurar que no hay nada mejor que estar en los brazos de la persona que amas”.
-John Lennon-
Los mitos sobre el poliamor
Como bien decíamos al comienzo, parece ser que muchas de las ideas que imperan de alguna manera en el consciente y en el inconsciente colectivo sobre el poliamor son en realidad mitos. De hecho, en los últimos años, han surgido voces, como la del doctor Eric Anderson, que afirma que no es natural la monogamia en el hombre, que no dejaría de ser una norma meramente cultural.
El poliamor lo practican monógamos
Una vez expuesto el tema, dirijámonos a desmontar algunos mitos. Es el caso de aquel que afirma que quien practica el poliamor, mantiene una pareja principal y luego disfruta de otras relaciones fuera de esta pareja.
Para el psicólogo Bjarne Holmes, esto es un mito. Según sus investigaciones, este hecho es cierto únicamente en el 30% de las relaciones entre tres o más personas. De hecho, en la mayor parte de grupos no suele haber una jerarquía marcada: amor principal frente a amores secundarios.
El ser humano es monógamo por naturaleza
Otro mito, o así lo afirman Judith Eve Lipton y David P. Barash. Tras varias obras al respecto, argumentan que la naturaleza humana no es monógama, sino todo lo contrario.
Esta pareja de científicos entiende que el ser humano va contra las leyes de la biología. Al parecer, estamos dotados, como gran parte de las criaturas, para ser polígamos, pero intentamos mantener un vínculo social exclusivo entre hombre y mujer, aunque esta no sea nuestra verdadera inclinación evolutiva.
El poliamor solo es practicado por personas insatisfechas
Otro de los mitos del poliamor que desmontan psicólogos, como Melissa Mitchell. De hecho, esta psicóloga considera que es un prejuicio sin base alguna. Así al menos se desprende de sus estudios.
La búsqueda de segundos o terceros compañeros nada tiene que ver con la insatisfacción con una primera pareja. De hecho, en general, este tipo de relaciones, en el marco del poliamor, son bastante independientes unas de otras.
Las personas que practican el poliamor tienen problemas psicológicos
Vamos a desmontar uno más de los mitos sobre el poliamor. En este caso, si nos atenemos a las enseñanzas de Tristan Taormino, sostiene que una relación polígama no tiene por qué ser más o menos disfuncional que una monógama. Para tal afirmación, se basa en investigaciones que incluyen pruebas psicológicas estándar.
De hecho, los estudios demuestran que una persona con tendencia a las relaciones abiertas suele ser más creativa y menos conformista. Es decir, es alguien que se estimula con la complejidad, la inventiva, lo no convencional y el caos, pero no muestra problemas psicológicos.
El poliamor perjudica a los niños
Nuevo mito del poliamor que parece fácilmente desmontable. Muchos consideran que este tipo de relaciones perjudica especialmente a los más pequeños, que no tendrán un desarrollo adecuado.
En este caso, la profesora Elizabet Sheff ha entrevistado a niños criados en familias que practican el poliamor y cuyas edades van desde los 5 a los 17 años. ¿Resultado? En contra del mito, ha encontrado ventajas. Los adultos tienen más ayuda para cuidar de los chicos, y los pequeños siempre tienen una persona mayor de confianza con la que compartir juegos e inquietudes.
El poliamor lo practican las personas confundidas
Nuevamente nos acercamos a las tesis de Tristan Taormino, quien considera que una persona no monógama no está confusa ni tiene miedo al compromiso. De hecho, es todo lo contrario, suele tener muy claro lo que quiere y cómo lo quiere.
El poliamor esconde un perfil promiscuo
Otro de los mitos que desmonta Taormino en su obra. En este caso, relacionado con la promiscuidad. Sin embargo, afirma que una vida activa en cuanto a sexo, con dos o más personas, no tiene en realidad nada de negativo.
Después de leer esto, ¿crees todavía en los mitos sobre el poliamor? La propia ciencia va desmontando poco a poco las creencias antiguas o al menos abriendo un debate interesante con argumentos a considerar. La realidad es que muchos científicos defienden que hay razones sólidas para pensar que somos capaces de amar a más de una persona.
“Todo lo que sabemos del amor es que el amor es todo lo que hay”
-Emily Dickinson-