7 psicotrampas del pensamiento
La palabra psicotrampa es un término inventado por el psicólogo y psicoterapeuta italiano Giorgio Nardone. También es el título de uno de sus libros que, dicho sea de paso, tuvo mucho éxito. Las psicotrampas del pensamiento, en particular, son una modalidad de estas expresiones en el área cognitiva.
Las psicotrampas del pensamiento tienen que ver con razonamientos equivocados, que conducen a una visión distorsionada de la realidad. Tales razonamientos cumplen con la función de crear una ilusión de control , calmar la ansiedad o simplificar la realidad para hacerla más asimilable.
Lo más paradójico es que, al final del día, todas estas psicotrampas del pensamiento llevan precisamente a obtener resultados opuestos a los que se buscaban. En lugar de transferir control, contribuyen a que alguien lo pierda. En vez de calmar la ansiedad , la incrementan. Y en lugar de hacer más simples las cosas, las vuelven innecesariamente complejas. Algunas de esas psicotrampas son las siguientes.
“La racionalización se puede definir como el autoengaño por el razonamiento”.
-Karen Horney-
1. Expectativas engañosas
En principio, las expectativas se refieren a lo que se espera del futuro, tomando como base un análisis de las probabilidades. Sin embargo, lo que ocurre muchas veces es que tal análisis no se lleva a cabo tomando como base lo probable, sino en lo deseado. Esa es una de las psicotrampas del pensamiento.
Esto no es grave si tiene que ver con asuntos menores. Sin embargo, si está vinculado a decisiones trascendentales, o incluso a todo un proyecto de vida, los resultados pueden ser desalentadores. Esperar lo imposible no es ser optimista , sino engañarse a uno mismo.
2. Ilusión de la respuesta absoluta
Esta es una de las psicotrampas del pensamiento que surge del anhelo de certidumbres, en el marco de una realidad que siempre tiene algún grado de incertidumbre. Tiene que ver con la idea de que hay una fuente de verdades absolutas o que existen respuestas universales.
Esto lleva a que la persona busque continuamente acceder a esa fuente, con el fin de que resuelva los grandes enigmas de algo en particular, o de su vida en general. Al no encontrar esa respuesta absoluta, siente frustración y probablemente acuda a otra fuente, con iguales resultados. Cree que su problema es no encontrar esa respuesta absoluta, cuando el problema es no reconocer que la misma no existe.
3. El engaño del razonamiento perfecto
Es una psicotrampa del pensamiento similar a la anterior. Supone la idea de que el pensamiento debe ser cien por ciento coherente, para que sea real y válido. Esto es también una ilusión, ya que no existe algo semejante en el mundo de lo humano.
Todas las personas, incluso en la ciencia, incurrimos en contradicciones y paradojas frecuentemente. Eso no está bien o mal, sino que simplemente es inevitable. Son muchas las variables que operan en el razonamiento humano y, por lo mismo, este nunca llega a ser completamente coherente y radicalmente sólido.
4. Sentimiento interior y existencia exterior
Algunas personas incurren en el equívoco de asumir una división entre su mundo interno y externo, como si fuesen dos realidades separadas de manera tajante, cuando no es así. Por la misma vía, separan intenciones y acciones, así como propósitos y hechos.
Lo que sucede entonces es que se instalan en una continua paradoja, en la cual contraponen lo que desean y a lo que están obligados; o lo que sueñan y lo que pueden hacer realidad. De este modo, impiden que su pensamiento se traduzca en actos y viceversa.
5. El pensamiento positivo, otra de las psicotrampas del pensamiento
El optimismo es una gran virtud, siempre y cuando no se lleve al punto de convertirlo en un idealismo ingenuo. Algunas de las filosofías de lo que se ha dado en llamar “pensamiento positivo” inducen a que algunas personas lleguen a ese extremo.
Es una de las psicotrampas del pensamiento porque se basa en la idea de que todo es bueno, cuando no es así. Hay muchas situaciones negativas que se deben reconocer para poder superarlas y aprender de ellas. Autosugestionarse con la idea de que todo está bien y va a estar bien puede llevar a graves errores.
6. La coherencia absoluta
Hay quienes desean ver el mundo, la vida y a sí mismos como si fueran un rompecabezas en el que todas las piezas encajan. La realidad es muy diferente. Justamente, si algo define todo lo humano es precisamente el hecho de que siempre falta al menos una de las piezas para que las realidades sean completas.
Esto no es una deficiencia, sino una realidad. La falta nos habita y habita todas las situaciones en las que estamos involucrados. Por lo mismo, no existe coherencia absoluta, ni en nosotros mismos, ni en los demás, ni en la sociedad. Desde siempre y para siempre estará presente esa falta y las contradicciones que ello implica.
7. La infravaloración y la sobrevaloración
Aunque no lo parezca a primera vista, las tendencia a sobrevalorar o a infravalorar casi siempre van juntas. Esta psicotramapa de nuestro pensamiento se apoya en el predominio de las emociones a la hora de evaluar una persona, una situación o a uno mismo.
Se trata de una visión de la realidad en perspectiva lineal y vertical, cuando en la práctica no es así. La realidad es mucho más compleja y por eso no siempre las cosas están por encima o por debajo de algo, sino que tienen un comportamiento dinámico, inestable y, por tanto, cambiante.
Las psicotrampas del pensamiento no permiten percibir la realidad plenamente. Introducen sesgos importantes que impiden acciones más certeras y puntuales en los pequeños y grandes episodios de la vida. Son una forma de autoengaño y, con frecuencia, traen consigo problemas o sufrimientos innecesarios.
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- Izquierdo, F. M. (2014). Reseña" Psicotrampas" de Giorgio Nardone. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 34(123), 627-628.