14 consejos para superar una crisis de pareja
Cuando hablamos de superar una crisis de pareja, existen principalmente 2 actitudes que las personas adoptan ante esta situación. Por un lado, se encuentran aquellas cuyo principal objetivo es salir ilesos del temporal. Son personas con miedo a sentirse vulnerables, individuos evitativos, que desde niños aprendieron que expresar te convierte en débil.
Su mayor propósito ante la crisis será preservar su autoestima (ocultamente dañada). Por ello es posible que se nieguen a dialogar, que se muestren duros, fríos o esquivos. Probablemente afronten las circunstancias ocupando su mente con cualquier otro asunto, debido a su incapacidad para manejar las emociones.
En el polo opuesto se encuentran aquellas personas cuya mayor expectativa será salvar la relación a toda costa. El sentimiento de angustia que les provoca la idea de la separación es tan grande que son capaces de olvidarse de sí mismos con tal de evitar el abandono de la pareja. Serán incapaces de proporcionar espacio y llegarán, incluso, a traicionarse a sí mismos con tal de no perder el afecto del otro. Vamos a ver todo esto en perspectiva.
Apego y crisis de pareja
Las anteriores situaciones surgen de haber establecido un vínculo de apego inseguro (evitativo o ambivalente, respectivamente) durante la infancia. Si deseamos superar una crisis de pareja, o simplemente mantener una relación sana y feliz, hemos de sanar y modificar nuestro estilo de vinculación.
Hemos de aprender a relacionarnos sin miedos, desde el amor propio y el respeto. Sin huir y sin depender. Hallando un equilibrio.
Pautas para superar una crisis de pareja
Es posible superar las crisis en una pareja. Es cierto que al principio se tiene una visión catastrofista del problema, pero con la actitud adecuada, la voluntad de arreglarlo y una comunicación abierta y honesta se puede llegar a salvar a relación. Vamos a ver algunos de estos consejos.
1. Sé consciente de la situación
Toma consciencia del intercambio negativo. En muchas ocasiones, la pareja se deteriora porque, sin darse cuenta, ambos inician un intercambio de comunicaciones negativas que va escalando. Uno de los miembros tiene un mal día y hace un comentario desafortunado, el otro responde con ira o con desprecio y, así, los reproches y desaires se recrudecen con el paso de los días. Identificar este ciclo te ayudará a frenarlo y comenzar, conscientemente, un intercambio positivo.
2. Tómate un tiempo si lo necesitas
Toma un tiempo si lo necesitas, pero recuerda que la comunicación es la clave. Es posible que, en un momento determinado, no desees hablar con tu pareja o no te encuentres preparado para hacerlo. Pídele aplazar la conversación unas horas o unos días, pero no caigas en la evitación. Si huyes del diálogo por no hacer frente a tus emociones, estarás impidiendo un desenlace sano y maduro.
3. No te traiciones por amor
No olvides que el amor más importante es el propio. Es totalmente lícito que desees arreglar la situación con tu pareja y muestres tu intención de llegar a un acuerdo. No obstante, nunca renuncies a tu integridad y a tu dignidad como persona para mantener a alguien a tu lado. No hay nada más doloroso que perderte a ti mismo.
4. Nunca dejes de respetar a tu pareja
Dialoga con amor y con respeto. No importa si te sientes enfadado, dolido u ofendido. No hay excusa para tratar sin respeto a otro ser humano y menos si se trata de alguien con quien compartes un vínculo tan valioso. Ten presente el aprecio que sientes hacia tu pareja y ábrete a escuchar, comprender y expresarte sin herir.
5. Actúa con claridad y madurez
Comunícate de forma asertiva. Expresa cómo te sientes tú ante la situación y en qué te gustaría que cambiara. Evita poner etiquetas o adjetivos al otro y céntrate en cómo tú te sientes. Los reproches generan barreras, la expresión sincera de sentimientos y propuestas de mejora, tiende puentes.
Recuerda que cada persona percibe e interpreta la realidad de una forma. Por ello trata de comprender la visión de tu compañero e intenta explicarle la tuya. De esta forma se podrán resolver muchos malentendidos.
6. Establece una comunicación clara y honesta
Sé claro contigo mismo y con la otra persona. Identifica cuál es el problema y en qué consistiría la solución al mismo. Si esta pasa por un cambio, comunícalo, pero si la única solución es la ruptura, sé igualmente claro. Ambos merecéis sinceridad y felicidad, juntos o separados.
7. Sé firme y comprométete con tus decisiones
Comprométete de forma firme contigo, con tu pareja y con la relación. Si escoges continuar, hazlo teniendo claros los cambios que son necesarios para la pareja funcione y decidido a ponerlos en práctica desde el primer momento.
8. Aprende de la crisis
Extrae un aprendizaje de la crisis de forma que vuestro vínculo salga fortalecido. Las dificultades pueden suponer un reto pero también una excelente herramienta de crecimiento personal. Si abordáis la adversidad de la manera adecuada, la relación puede alcanzar un mayor nivel de profundidad, intimidad y compromiso.
9. Trabajad la inteligencia emocional
Gestionar las emociones es una tarea ardua, pues son inevitables, automáticas e influyen mucho en el pensamiento y las decisiones. Por eso, ante un escenario tan intenso en cuanto a los sentimientos que despierta, es necesario que os centréis en desarrollar la inteligencia emocional para que las soluciones que pongáis en marcha para solventar la crisis sean efectivas.
10. Revisad todos vuestros hábitos del día a día
Las dinámicas tóxicas que desembocan en crisis suelen tener sus raíces en hábitos establecidos en la convivencia diaria. Por eso, aunque algunos de ellos no tengan que ver con la propia crisis de pareja, haced una revisión general de todos ellos y tratad de reestructurarlos para que sean positivos.
11. Llevar un diario de problemas
Esta técnica es útil para que ninguna manifestación de los problemas de pareja caiga en el olvido. Para ello, cada miembro puede anotar hasta 3 aspectos de la relación que le hicieron sentir mal en el momento concreto.
Eso sí, esto no debe ser una lista para llevarle la cuenta al otro. Siempre debe anotarse y expresarse desde lo constructivo y lo positivo, no la venganza.
12. Revisa tus propios límites y tu comportamiento
Seguís siendo personas individuales, por lo que la relación se verá afectada, inevitablemente, por las características de cada persona. Por tanto, el intervenir en cómo te relacionas con tu pareja pasa por conocerte mejor, establecer tus propios límites y observar cómo te comportas en los momentos negativos.
13. No olvides los autocuidados
Si no estás bien (o tu pareja no lo está), es lógico que el malestar se refleje en la relación. Por eso, nunca olvidéis los autocuidados. Para afrontar una crisis de pareja es necesario tener la cabeza lo más despejada posible y los sentimientos puestos en su lugar.
14. Acude a terapia
Ya sea terapia de pareja o individual, acudir a un profesional siempre es un buen pie de apoyo para superar las crisis. En las sesiones serás capaz de identificar los problemas y adquirir estrategias de resolución de problemas con mayor facilidad y efectividad.
Es posible recuperar el amor después de una crisis de pareja. No siempre es así, pero llevar el conflicto con madurez y respeto siempre será necesario para evitar las cicatrices emocionales y los conflictos serios con la otra persona. No dudes nunca en aplicar el amor, aunque sea a un problema.
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