Alexia, la incapacidad adquirida de leer
La alexia es quizás uno de los trastornos que más llaman la atención por sus consecuencias. Fue descrita por primera vez en 1881 por el neurólogo francés Joseph Jules Dejerine. Lo hizo tras estudiar a un paciente con un accidente cerebrovascular; los síntomas se manifiestan en alteración de la habilidad para leer después de una lesión.
Es importante diferenciar la alexia de un trastorno del desarrollo o del aprendizaje. La incapacidad para leer es adquirida, lo que significa que después de una lesión, una persona que podía leer perfectamente deja de poder hacerlo.
Parece difícil que esto suceda si no se daña la vista, pero la lectura no se reduce a un sentido. Los seres humanos tenemos zonas específicas del cerebro que se orientan al procesamiento del texto -tanto en forma como en contenido- y su integridad es fundamental.
Tipos de alexia
Este trastorno adquirido puede presentarse acompañado de otras afecciones neuropsicológicas, dependiendo del tipo de lesión y también de las facultades del lenguaje afectadas. En principio podemos establecer cuatro tipos de alexia:
- Literal (con agrafía). El paciente pierde la capacidad de leer y escribir, ya que no puede reconocer las letras. Esta pérdida se correlaciona con daño parietotemporal del hemisferio izquierdo, especialmente implicado en el lenguaje.
- Pura (sin agrafía). Los sujetos pueden escribir y reconocer las letras, pero no logra secuenciarlas correctamente para formar las palabras.
- Frontal. Relacionada principalmente con la afasia de Broca. Los pacientes tienen una lectura agramatical y mal secuenciada.
- Espacial. Consiste en la aparición de defectos en la lectura por alteraciones espaciales. Este tipo de alexia suele aparecer cuando hay una lesión del hemisferio derecho y por tanto los componentes espaciales de la lectura se ven directamente afectados.
Tipos de lesión que derivan en alexia
Ya vimos las diversas clasificaciones según los síntomas y el grado en que se ve afectada la lectura. Así mismo, las funciones no están tan delimitadas en un cerebro como países en un mapa, por lo que cuando hay una lesión, son diversas las funciones afectadas. En términos generales, la alexia aparece en las siguientes lesiones:
- Parietal derecha. Alexia y agrafía espacial.
- Parietal izquierda. Alexia y agrafía global.
- Temporal izquierda. Alexia sin agrafía.
- Daño en arteria cerebral posterior. Produce una alexia verbal.
- Daño en arteria cerebral media (rama angular): Alexia con agrafía.
Principales síntomas
Alexia literal
Dado que la lesión suele producirse a nivel parietotemporal, dicha alexia se manifiesta en concomitancia con agrafía. Los problemas son evidentes en la lectura, tanto en voz alta como baja.
Este tipo de alexia abarca una incapacidad general para reconocer códigos de lenguaje simbólico, como musicales y/o escritos. A pesar que los pacientes se esfuerzan por escribir algunas letras, no pueden estructurarlas en un orden que permita la escritura.
Alexia pura
Esta alexia está caracterizada por no presentar agrafía, por ende se mantiene la capacidad para escribir. Igualmente esta función se ve encarecida, ya que el paciente puede escribir, pero no puede leer lo que escribe.
Las lesiones suelen ser occipitales y, a pesar de que los pacientes puede leer las letras del alfabeto, les es imposible articularlas.
Alexia frontal
Como bien dice su nombre, suele aparecer en lesiones frontales. Al contrario que en la alexia pura, los pacientes pueden leer algunas palabras, pero no puede identificar las letras que conforman dichas palabras.
La escritura por tanto suele ser también deficiente, salteándose letras y signos gramaticales importantes.
Alexia espacial
Consecuencia de un daño en el hemisferio derecho, encargado del procesamiento espacial. Los pacientes no pueden organizar la mirada para lograr una lectura.
En resumen, no pueden mantenerse en un renglón o seguir el orden espacial de las palabras (de izquierda a derecha). A su vez, se produce una heminegligencia espacial, por ende el paciente no reconoce la mayoría de los estímulos del lado izquierdo.
Posibles causas
- Accidentes cerebrovasculares. El daño u oclusión de una arteria deriva en falta o exceso de irrigación.
- Enfermedades neurodegenerativas. La pérdida, daño o degeneración de los tejidos es un componente principal de las demencias como Alzheimer o Parkinson, donde suele haber alexia.
- Tumores. La mayoría de tumores cerebrales producen presión y alteración del metabolismo cerebral, dañando así los tejidos.
- Traumatismo craneoencefálico. Accidentes y golpes pueden derivar en la alteración de la lectura si alguna de las estructuras mencionadas se ve dañada.
Diagnóstico
El primer indicativo para un diagnóstico, es la zona donde se produjo el daño o lesión. En base a eso, los neurólogos y neuropsicólogos aplicarán pruebas de rastreo y específicas. Estas pruebas suelen consistir en tareas de lectura, denominación y orden espacial.
- Rastreo: Primeras pruebas que intentan estipular en qué grado se ve afectada la capacidad de lectura. Son pruebas rápidas y generales que tienen por objetivo dar pistas sobre los síntomas.
- Específicas: Dependiendo del tipo de lesión y el resultado de las pruebas de rastreo, se aplicarán pruebas específicas para dar con el tipo de alexia presente en el paciente.
Tratamiento
El tratamiento suele ser de carácter multidisciplinar, con estrategias que incluyen el labor de diversos profesionales como psicólogos, logopedas, neurólogos, neuropsicólogos. Si bien el daño cerebral identificado es permanente, la intervención facilita nuevas estrategias para que el paciente la mayor funcionalidad posible. Para ello, aunque existen pautas y protocolos, cualquier intervención debe ser adaptada a las circunstancias de cada persona.
En este sentido, la estimulación cognitiva y la psicoeducación son dos ingredientes frecuentes en la mayoría de las intervenciones que se han realizado con éxito. Además, la interacción lo más autosuficiente posible del sujeto con su entorno es objetivo compartido por todas las intervenciones.
Destacar que los avances tecnológicos permiten abordar este trastorno de manera más eficiente a través de aplicaciones y realidad virtual. A pesar de ello, cualquier profesional de la salud o persona cercana a un paciente con alexia debe hacer el ejercicio de mirar una palabra escrita e imaginarse no pudiéndola leer. Es algo tan simple como importante para empatizar y entender las emociones y pensamientos derivados de dicha dificultad o incapacidad.
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- Habib M, Démonet JF, Frackowiak R. Neuroanatomie cognitive du langage: Contribution de l’imagerie fonctionelle cérébale. Rev Neurol (París) 1996; 152: 249-260.