Ameba comecerebros, ¿qué es y cómo nos afecta?
En estas últimas semanas hemos escuchado hablar en los medios de comunicación sobre la ameba comecerebros. Los telediarios han anunciado que varias personas han sido afectadas por esta ameba causando incluso la muerte. Pero, ¿qué es y cómo nos afecta? ¿De qué se trata?
Conocer un poco más sobre esta ameba nos dará una visión general y sabremos a qué estamos expuestos. El peligro que representan demanda un esfuerzo por nuestra parte como sociedad, especialmente en cuanto a prevención se refiere en aquellos lugares donde la amenaza es seria y el margen de actuación es grande.
Por otro lado, disminuir la alarma social es también uno de los objetivos de este artículo. Así pues, conozcamos un poco más sobre esta ameba comecerebros.
Ameba comecerebros: Naegleria Fowleri
El nombre oficial de esta ameba es Naegleria Fowleri. Pertenece a los protozoos de vida libre por su capacidad de sobrevivir y replicarse en el ambiente sin necesidad de un hospedador. Fowler y Carter fueron los primeros en registrar el primer caso de meningoencefalitis amebiana primaria (MAP) en 1965 producida por la Naegleria Fowleri.
El equipo de Fátima Petit (2006) destaca que “son amebas termofílicas que crecen muy bien en climas tropicales y subtropicales”. Se pueden encontrar principalmente en aguas dulces templadas y cálidas. Esto incluye lagos artificiales, lagunas, piscinas sin tratar, ríos, lugares de aguas termales y arroyos. También se reproduce en tuberías, calentadores de agua y sistemas de agua.
¿Cómo se introduce en el cuerpo humano y cómo nos afecta?
Se introduce en nuestro cuerpo a través de la nariz. Cuando buceamos o el agua contaminada entra en contacto con nuestra nariz, la ameba entra a través de ella y alcanza el cerebro. Primero se produce la infección a nivel de la mucosa nasal, de ahí se traslada al nervio olfatorio y a través de la lámina cribosa llega a los bulbos olfatorios del sistema nervioso central (SNC).
Una vez en el SNC provoca inflamación, y de esta forma se produce una liberación asociada a agentes citotóxicos que provocan daño tisular extenso y necrosis. La destrucción provocada por este agente lleva a la ruptura de la membrana de los eritrocitos y las células nerviosas de los alrededores.
La población de riesgo en este caso suelen ser los niños menores de 12 años y los ancianos. El sistema inmunológico de los niños todavía está en desarrollo, por lo que es más débil. En caso de los ancianos, sus defensas son más débiles y están más expuestos a los posibles daños causados por la ameba.
Síntomas
El periodo de incubación oscila entre los 2 y 8 días desde que se produce la infección. Los síntomas más comunes son: fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, fotofobia, confusión, convulsiones, signo Brudzinski positivo, signo Kerning positivo y hasta coma. Estos síntomas dan nombre al cuadro conocido como meningoencefalitis amebiana primaria (MAP). También se han detectado casos de anomalías en el ritmo cardíaco y necrosis miocárdica.
La tasa de mortalidad suele ser del 95% y la muerte puede llegar entre los 7 y 10 días desde la infección. Jacob Lorenzo, parasitólogo de la Universidad de la Laguna afirma que los efectos pueden ser más rápidos y que “es capaz de colonizar el cerebro rápidamente, degradándolo y causando la muerte del paciente entre las 24 y 72 horas después”.
Prevención y tratamiento
Hasta ahora la prevención es algo que se encuentra en pleno desarrollo. Resulta complicado mantener un control de la presencia de la ameba comecerebros. Sí se sabe que el agua con cloro y el agua salada reduce su presencia porque no sobrevive en estos ambientes. Por lo que para los más temerosos en playas y piscinas tratadas no deberíamos porque tener ningún temor.
Una de las medidas de prevención es evitar la exposición a aguas dulces como lagos, ríos o estanques, sobre todo en los meses de verano. En caso de no poder evitar el contacto con estos lugares, la recomendación es no salpicar ni sumergir la cabeza bajo el agua para evitar la entrada de la ameba por las fosas nasales. Las pinzas nasales también podrían servir de ayuda.
La prevención en estos casos es importante, por lo que a través del control de aguas se intenta evitar la proliferación de la Naegleria Fowleri. Otra medida para enfrentarnos a esta ameba es la investigación de nuevos fármacos para combatir la infección y nuevos sistemas de control para detectarla lo antes posible.
Cuando la persona está infectada por la ameba comecerebros el tratamiento que suele aplicarse es la anfotericina B. Sus efectos son antibióticos, antifúngicos, antimicrobianos y antiparásitos. También se incluyen medicamentos como el fluconazol, miconazol, miltefosina, azitromicina y la rifampicina. Lorenzo Morales asegura que “lo importante es parar a la ameba en su avance, porque si no se consigue el paciente acaba muriendo en cuestión de días“.