American history X: ¿qué hay detrás del racismo?
En 1998 se estrenó American History X, una película norteamericana dirigida por Tony Kaye y protagonizada por Edward Furlong y un irreconocible Edward Norton. La película se enmarca en la sociedad norteamericana de la época, no muy distinta a la actual; un mundo en el que la inmigración ha cambiado la silueta de nuestras ciudades y ha propiciado que algunas de las ideas más radicales, que parecían adormecidas, vuelvan con fuerza y se asienten en las mentes más jóvenes.
American History X arranca con una escena en blanco y negro a modo de flashback, una escena violenta en la que un joven neonazi, Derek Vinyard, asesina brutalmente a dos jóvenes afroamericanos que trataban de robar su coche, todo esto mientras en su casa duermen su madre, sus dos hermanas y su hermano pequeño contempla asombrado la escena.
Instantes después asistimos al presente, esta vez en color, donde el joven Daniel Vinyard, hermano de Derek, parece que sigue los pasos de su hermano y presenta en su instituto un ensayo sobre el Mein Kampf. En un intento por evitar que eche su vida a perder, el profesor Sweeney le encarga un peculiar trabajo llamado “Historia americana X” en el que deberá reflexionar sobre las acciones de su hermano.
La propuesta de American History X es interesante y la trama está bien planteada, sin embargo, generó opiniones un tanto contradictorias, algunos críticos la tacharon de ser melodramática y resaltaron la dificultad para empatizar con el personaje de Derek; resulta difícil creer que es la misma persona tras volver de la cárcel y resulta difícil entender el comportamiento de su madre y su hermana. ¿Puede ser tan fácil el perdón?
Como espectadores, no podemos olvidar en pocos minutos la brutalidad de la escena inicial; por ello, la sensación es de extrañeza y nos cuesta creer que el Derek del final es el mismo que el del comienzo.
La labor de Norton por encarnar a Derek es realmente sorprendente, nos creemos su interpretación, pero el personaje puede no terminar de calar, quizás, esto sea por la complejidad que plantea su redención. Nos resulta difícil aceptar su nueva situación, su intento por alejarse de su oscuro pasado y, por este motivo, la película genera en el espectador numerosas dudas morales y hace que pierda credibilidad. A pesar de ello, es interesante ver el trasfondo de las ideas de los dos personajes principales, la manipulación que sufren los más vulnerables y entender, en cierta medida, por qué se genera este tipo de odio en nuestras sociedades actuales.
Así, entre escenas pasadas en blanco y negro y escenas presentes en color, vamos descubriendo los motivos que llevaron a Derek a su encarcelamiento y posterior redención. Una visión vinculada a la transmisión de ideas de generación en generación, que nos hace pensar en nuestros propios prejuicios y en la naturaleza de los mismos.
Inmigración y racismo
Cada día estamos más acostumbrados a caminar por el centro de una ciudad y encontrar personas de diversas procedencias, religiones, culturas, etc. Sin embargo, y aunque muchos tratemos de evitarlo, existen muchos prejuicios hacia diversas culturas, prejuicios que están muy arraigados en nuestra sociedad e, incluso, en las instituciones y que son muy difíciles de combatir.
Cada pueblo tiene su identidad cultural y a todos nos gusta sentirnos parte de algo; es normal defender nuestras costumbres, nuestra lengua y cultura, queremos que “lo nuestro” perdure, que lo que nos han transmitido nuestros padres y abuelos no desaparezca. Por ello, en cuanto vemos que esa idea que teníamos de “lo nuestro” se tambalea, que empieza a difuminarse, pueden surgir algunos conflictos y, en el peor de los casos, rescatar ideas que pueden desencadenar en el odio.
American History X nos sitúa en un barrio de gente trabajadora, un barrio al que, con el paso del tiempo, han ido llegando personas de procedencias muy diversas. Muchas de estas personas se ven condenadas a la marginalidad, algo que ocurre muy habitualmente en nuestras ciudades. Esta llegada en masa provoca una reacción entre la población autóctona, una reacción de rechazo y de odio. Al mismo tiempo, las personas inmigrantes sienten rechazo hacia la población del lugar debido a su condición de marginados, así, el odio fluye hacia ambos lados imposibilitando las relaciones y la integración.
Tras la pérdida de su padre, Derek culpará a la población negra y latina de su muerte y de todos los problemas de la sociedad, a partir de aquí, experimentará cambios en su visión del mundo que le llevarán a relacionarse con Cameron, un hombre de mediana edad y de ideología neonazi.
Cameron ve en Derek a un joven frustrado, un joven vulnerable, pero con mucho potencial, pues es inteligente y siente mucha rabia hacia todas las minorías étnicas. Cameron se aprovechará de esta situación y le encomendará la tarea de dirigir su propio “ejército”, un grupo de jóvenes skinheads similares a Derek que se dedicarán a tomarse la justicia por su propia cuenta.
Del mismo modo, veremos una reacción por parte de la otredad, del lado de los negros; los jóvenes de ambos grupos formarán bandas donde la violencia será fundamental. Lo interesante es que Cameron, el cerebro de toda la operación, se mantendrá siempre al margen de cualquier altercado, sin ensuciarse las manos, manipulando a los jóvenes y organizándoles fiestas. Todo ello para que se agarren fuertemente a esas ideas que él ha implantado y que actúen violentamente por voluntad propia.
American History X: de verdugo a víctima
Danny ha idolatrado a Derek a pesar de que se encuentra en la cárcel por asesinato, el grupo de skinheads que dirigía se ha hecho más y más fuerte y consideran a Derek un héroe. Sin embargo, mientras en su antiguo entorno se empeñan por alabar sus acciones, Derek se convierte en “negro” a su llegada a la prisión, sufrirá abusos por parte de otros presos y tratará de buscar su lugar junto a los blancos.
Derek se une a un grupo de neonazis en la prisión, pero se dará cuenta de que estos ya no creen en nada, su ideología no es fuerte y no es más que una simple fachada. Al mismo tiempo, compartirá su trabajo en la lavandería con un joven afroamericano que intenta que su día a día en la cárcel sea un poco menos duro. Al principio, Derek se mostrará reacio a hablar con él debido a sus ideas, pero, finalmente, se abrirá y se convertirá en un aliado en prisión.
Derek se convierte en la otredad al llegar a la cárcel, sentirá en su propia piel los abusos y la violencia que él mismo había propiciado a otras personas solo por su color de piel o procedencia. De este modo, y con la ayuda de las visitas del profesor Sweeney, llegará la redención. Obviamente, no puede devolver a la vida a las dos personas que asesinó, pero puede hacer que su hermano escoja otro camino. Al salir de la cárcel, deberá enfrentarse a la dura realidad que dejó atrás y tratará de ayudar a su hermano para que no cometa el mismo error que él.
Pensamos con ideas heredadas que se transmiten generación tras generación, sentimos vínculos afectivos hacia nuestro origen, no queremos que desaparezca nuestra identidad cultural. Al mismo tiempo, las políticas sociales tampoco favorecen que la integración sea positiva y surgen conflictos ante la llegada de nuevas culturas. Sin embargo, nuestra historia, nuestro mundo, es fruto de movimientos migratorios, de intercambios culturales, lingüísticos, etc.
American History X nos descubre la verdad tras las ideas de Derek, cómo estas fueron fruto de la herencia de su padre y se reforzaron con la ayuda de Cameron. Trágica, violenta y cruda, nos presenta las consecuencias más radicales de una realidad que no resulta desconocida.
“El odio es un lastre, la vida es demasiado corta para estar siempre cabreado”
-American History X-