Si el amor no se ve ni se siente, no existe o no te sirve
Si no me llamas o no puedes quedar conmigo pienso que estás ocupado. Si no me dices que me quieres pienso que tienes miedo a comprometerte. Si no me besas pienso que estás triste y si no te acuestas conmigo pienso que estás cansado, sin darme cuenta de que lo que debo pensar es que no siento tu amor, porque no existe.
Cuando el amor no se siente, cuando no hay un interés mutuo, es que es un amor que no existe y que no te sirve. Es muy complicado ser realista en este aspecto, pero es totalmente necesario si deseamos tener a nuestro lado a alguien que nos haga felices.
“Quédate con un amor que te dé respuestas y no problemas. Seguridad y no temor. Confianza y no más dudas.”
-Paulo Coelho-
Cómo es el amor completo y el incompleto
A veces, deseamos a alguien con toda nuestra voluntad, no podemos reprimir ese deseo de besar a esa persona, de poseerla, de hacerla nuestra. Pero falta algo. En otras ocasiones, sentimos un gran cariño y amistad por alguien pero no le deseamos, no sentimos ese impulso sexual tan fuerte del deseo. Y, quizás, otras veces, nos sentimos muy unidos a otra persona, tanto que sabemos cómo se siente, pero no hay deseo, aunque quizás haya amistad.
El amor es complicado, porque no sólo se tienen que dar todos los elementos que lo componen, sino que se tienen que dar al mismo tiempo y para las dos personas que intervienen en la relación. Todos hemos deseado a alguien que no nos desea, querido a alguien que no nos quiere, pero no es necesario sufrir, el amor no es sufrimiento. Un amor completo tiene tres elementos fundamentales:
Eros
Eros es el deseo sexual, la manifestación de la posesión. En esta fase lo más importante somos nosotros mismos, es una fase totalmente egoísta que se expresa en frases como: “Eres mía”, “Te quiero sólo para mi”. Pero Eros, por sí mismo, no basta. Se encuentra siempre en una eterna situación en la que falta algo, aunque si es bien llevado puede hacernos pasar al siguiente elemento del amor.
Philia
Philia se trata de la amistad de pareja, en la que el yo sigue teniendo preferencia, porque la amistad se puede entender como una forma de amarse a uno mismo a través de los amigos. Mientras el deseo sexual va decayendo y resucitando a lo largo de los años, philia se refuerza con el tiempo, si todo va bien.
Ágape
Ágape es la delicadeza, la ternura. No es el deseo sexual que atraviesa todo, que parece que todo lo puede, que no es posible frenar, es el amor que nos permite sentir lo que la persona que amamos siente, sentir su alegría, su dolor.
Los tres elementos son fundamentales en cualquier relación, si no se dan a la vez, la relación no funciona, le faltará algo siempre y antes o después una de las dos personas implicadas o ambas, sufrirán. No hay un amor, hay tres amores, y todos se tienen que dar a la vez.
“Si quieres entender a una persona, no escuches sus palabras, observa su comportamiento”.
-Albert Einstein-
Cómo es el amor que se siente, que existe
El amor lo tienes que sentir en la piel, en tu corazón. Lo sentirás cuando la otra persona te desee y te lo demuestre, cuando te robe besos, cuando te busque para demostrarte su cariño, cuando te llame para preocuparse por cómo estás, cuando te abrace fuerte si te sientes mal…
Una persona que te quiere hará todo lo posible por verte, por pasar tiempo contigo, por hacer cosas contigo, por disfrutar contigo. Un amor que se siente, es solidario porque ambos están presentes en los momentos difíciles, nadie desprestigia al otro ni a la relación, luchan conjuntamente por las metas comunes.
No se trata de pertenecer a otra persona, de hacer desaparecer a nuestro yo para volcarnos en el otro, se trata de participar en una relación en la que somos nosotros mismos fuera y dentro de la relación, con respeto y honestidad, compartiendo y disfrutando.
Y si no sientes el amor, si no te aman, lo mejor es que esa relación termine, porque no te aporta nada, porque no te hace feliz, porque te mereces que te amen tal y como eres, haciéndote sentir el deseo, la amistad y la ternura.
“Si no te aman, no ruegues ni te arrodilles. El amor no se suplica ni se exige, sólo acontece. Si no ocurre, te retiras dignamente y a otra cosa”.
-Walter Riso-
Imagen principal cortesía de Jiri Borsky