Ansiedad y estrés en la búsqueda de empleo, un sufrimiento silencioso
A veces, hasta el simple hecho de preparar nuestro currículo nos produce ansiedad. El estrés en la búsqueda de empleo es una realidad cada vez más patente por un hecho muy concreto: a menudo, caemos en estados de completa indefensión al ver que nadie llama, que no hay respuesta ante nuestras solicitudes. Las bajas expectativas sumadas a la incertidumbre incrementan aún más el sufrimiento.
Cuando buscamos información sobre el estrés y ansiedad ligadas a la búsqueda de empleo, es común encontrar información, por ejemplo, sobre cómo superar una entrevista con éxito. No falta como sabemos esos buenos consejos para lidiar con los nervios durante los procesos de selección. Sin embargo, hay un aspecto que a menudo se deja a un lado, una dimensión muy presente en la sociedad de la que apenas se habla.
Nos referimos a las personas con depresión o algún trastorno del estado de ánimo que están desempleadas y que se ven incapaces de encontrar un empleo. Hace unos días, de hecho, se celebró el día mundial de la salud mental, y no se destacó ni se visibilizó a este colectivo en concreto acostumbrado a pasar casi desapercibido.
Así, y aunque nos sorprenda, hay un dato que no podemos pasar por alto. Nos referimos al que nos demuestran estudios como el llevado a cabo por Barbara J. Jefferis, de la University College London: el desempleo y la búsqueda frustrada de un trabajo está directamente relacionado con la depresión mayor.
A menudo, los primeros indicios de esta condición empiezan a darse cuando el mero proceso de rellenar nuestros datos para una solicitud de empleo, se convierte ya en un hecho estresante. Veamos más datos a continuación.
Ansiedad y estrés en la búsqueda de empleo, una realidad muy común
Sufrir cierta ansiedad y estrés en la búsqueda de empleo es cotidiano. La siente quien acaba de terminar sus estudios y ve que al rellenar su currículum vitae tiene más peso la formación que la experiencia. La sufre también quien, con más edad y más rodaje, se ve de pronto en un escenario abrumador, caótico y lleno de incertidumbre como es el que se presenta ante la búsqueda de empleo.
La alta demanda y la escasa oferta nos aboca a menudo a quedarnos en eternas antesalas donde aguardar una oportunidad. Como dato curioso, la Universidad de Chicago realizó un estudio a lo largo de varios años en una muestra de 282 personas, donde concluir que a la hora de dar con un empleo, lo de menos era “cuánto sabes o qué sabes hacer”, lo más significativo fue “a quién conoces”.
Este tipo de realidades nos abocan a menudo a estados de indefensión y abatimiento. De ese modo, es muy frecuente que muchas personas, sin importar su edad y formación, empiecen a condicionar cualquier aspecto relacionado con la búsqueda de empleo y que lo van como un foco altamente estresante. El tiempo discurrido, sumado a los fracasos y el teléfono que no suena, alimenta la frustración e intensifica aún más la ansiedad.
Indicadores asociados al estrés en la búsqueda de empleo
Veamos a continuación qué conductas, pensamientos y situaciones son las que suelen caracterizar a las personas que sufren ansiedad y estrés en la búsqueda de empleo:
- Falta de confianza ante cada oferta de empleo leída o recibida.
- Sensación de que la incertidumbre es cada vez más complicada de afrontar, de digerir y de soportar.
- Aplazar el momento de llevar a cabo el envío de los currículos.
- Ansiedad cuando deben rellenar una oferta de empleo.
- Desmotivación a la hora de participar en un proceso selectivo debido a los fracasos anteriores.
- Poco a poco la persona empieza a dudar de sus propias capacidades personales y profesionales.
- A menudo, el entorno tampoco es facilitador. La familia y los amigos de la persona que busca empleo también puede proyectarle bajas esperanzas y negativismo ante la posibilidad de encontrar un empleo.
¿Cómo superar el estrés en la búsqueda de empleo?
Todos somos competentes, todos somos válidos y merecedores no solo de un empleo, sino de un buen empleo. Podríamos hablar sin duda de la necesidad de ser creativos, de en lugar de buscar un empleo ofrecer nosotros mismos nuestros recursos y capacidades innovadoras; alzarnos como esa figura capaz de dar algo nuevo al mercado laboral. Todo ello sin duda son excelentes ideas, pero a menudo chocan con una realidad evidente.
Si no estamos bien psicológicamente, resulta muy difícil dar lo mejor de nosotros mismos. Porque las experiencias continuadas de fracaso sumen a las personas en un túnel donde no siempre se ve la luz. De ahí que en estos casos no valgan las fórmulas mágicas: lo que cuenta es recibir ayuda profesional y especializada.
Así, la terapia cognitivo conductual nos puede permitir no solo reorientar el diálogo interno, romper el pesimismo y aliviar la sensación de fracaso. Nos conducirá además a desarrollar mejores habilidades para crear nuevas conductas, nuevos comportamientos con los que enfrentarnos al mercado laboral con más ideas, ánimo y fortaleza.
Por último, y sumado a la ayuda psicológica, siempre será adecuado incorporar estas ideas sencillas pero poderosas:
- Los pensamientos negativos frenan oportunidades.
- Hay que cambiar la actitud mental.
- Debemos cuidarnos y atendernos: el ejercicio, la lectura y la buena alimentación son indispensables.
- Es necesario también contar con buen apoyo social, evitando a esas personas que nos ahogan con su pesimismo y derrotismo.
- El mindfulness también es muy adecuado para desarrollar una atención más plena, para manejar mejor nuestras emociones.
Por último, y no menos importante, para combatir el estrés en la búsqueda de empleo, vale la pena ser creativos y proactivos. En ocasiones, los momentos más oscuros dan pie a que surjan las ideas y proyectos más luminosos.
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Jefferis, B. J., Nazareth, I., Marston, L., Moreno-Kustner, B., Bellón, J. ángel, Svab, I., … King, M. (2011). Associations between unemployment and major depressive disorder: Evidence from an international, prospective study (the predict cohort). Social Science and Medicine, 73(11), 1627–1634. https://doi.org/10.1016/j.socscimed.2011.09.029
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