Así afecta la digitalización al cerebro
Nuestro cerebro podría considerarse el cerebro más potente del mundo. Tiene casi 100 mil millones de neuronas conectadas entre sí y que se comunican a una velocidad más rápida que la de la luz. Sin embargo, desde que la digitalización ha invadido nuestra vida, se plantea la duda de si podría perder algunas de sus grandes capacidades.
Partiendo de la base de que el cerebro es plástico y adaptable, cabría esperar que, como es natural, se produzcan algunos ajustes y cambios para optimizar recursos. Es decir, si debido a la digitalización dejamos de necesitar encargarnos de ciertos procesos, quizás el cerebro compensará mejorando otras habilidades.
Así, ya a día de hoy se pueden encontrar algunos resultados científicos que apuntan a los cambios que puede estar sufriendo nuestro cerebro, especialmente en los más jóvenes.
La digitalización…
En relativamente poco tiempo, la sociedad ha experimentado un cambio enorme en cuanto a tecnologías se refiere. Generaciones con solo unos 30 años de diferencia han pasado de no tener televisores en casa, a poder ver y escuchar a tiempo real a una persona en cualquier parte del mundo.
Lógicamente, esto cambia la forma que tenemos de comportarnos, nuestro hábitos, la manera en la que hacemos las tareas, nos comunicamos y accedemos a la información. Y, por tanto, cambia el funcionamiento del cerebro e incluso su anatomía.
…y las habilidades cognitivas
Según Gary Small, neurocientífico en la Universidad de Los Ángeles, el uso de las tecnologías está cambiado el cerebro, ya que se observa cómo algunas redes neuronales se fortalecen y otras más viejas se debilitan. Este proceso es natural en el cerebro humano, pero a lo que se refiere es que estos cambios se están dando en determinadas estructuras o circuitos específicos. Por ejemplo, en circuitos atencionales.
Pasamos mucho tiempo con teléfonos móviles, tablets u ordenadores -de hecho, todo a la vez -, lo que nos lleva a estar realizando varias tareas simultáneamente. La multitarea es una habilidad cognitiva que poseemos y que nos permite mantener la atención en varias actividades, pero se estima que soporta hasta dos tareas.
Así, cuando el cerebro se centra en dos tareas, la corteza prefrontal divide sus recursos para poder realizar las dos adecuadamente. Sin embargo, quienes llevan a cabo más de dos tareas a la vez tienen problemas para filtrar y retener información, prestan atención a aspectos que no están relacionados con la tarea y tienen más dificultades para cambiar de una tarea a otra.
Asimismo, tendremos menos capacidad de retención, porque podemos volver a buscar cualquier información en el momento que la necesitemos. Sin embargo, también se sospecha que mejora nuestra capacidad de toma de decisiones, pues los sentidos están más agudizados y el entorno digital invita a la rapidez. Por eso, también mejora la velocidad de procesamiento de la información, lo que nos convierte, en ese sentido, más eficaces.
…y el cerebro en desarrollo
El cerebro de los niños es especialmente interesante en cuanto al efecto de la digitalización, ya que son quienes crecen en un entorno ya tecnológico. De hecho, los niños nacidos aproximadamente desde el año 2000 son considerados nativos digitales.
Esto quiere decir que desde que vienen al mundo están rodeados de tecnología y, por ello, desarrollan de forma espontánea y natural una forma distinta de pensar y comprender el mundo.
Estos niños crecen desarrollando unas habilidades distintas y digitalizadas, no solo por el entorno, sino también porque los adultos les conducen a ello. Como es el caso cuando se les da un teléfono o tablet para mantenerlos entretenidos. Esto, aunque pueda parecer inofensivo en un principio puede tener consecuencias importantes en el desarrollo del niño.
Por un lado, se promueve una vida más sedentaria, que a su vez tiene consecuencias cerebrales deteriorando fibras nerviosas y generando un peor rendimiento cognitivo. Igualmente, se ha visto que afecta al desarrollo del lenguaje de forma considerable y aumenta los niveles de cortisol, lo cual tiene un efecto nocivo para el cerebro.
¿Llegará nuestro cerebro a ser inútil?
Como decíamos anteriormente, el cerebro es capaz de adaptarse, y parte de esa adaptación es prescindir de circuitos neuronales que ya no se necesitan o usan. Así, si con el paso de los años y debido a la digitalización, algunas redes dejan de ser necesarias, se terminarían por degradar. Esto es lo que se conoce como “la paradoja del progreso”.
No obstante, no supone algo negativo, ya que se tendrán capacidades y recursos para invertir en otros aspectos. Por ejemplo, no necesitaremos recordar información concreta sobre algo, pero sí sobre dónde acceder a ella. O por ejemplo, no tendremos que quedarnos con todo el conjunto de dos ideas, pero tendremos más recursos para relacionar conceptos entre ambas.
En definitiva, la digitalización por supuesto cambia nuestro cerebro y, con ello, la forma en la que percibimos y procesamos el mundo. Sin embargo, no quiere decir que sea a peor. Seguiremos siendo seres humanos, y probablemente, nuestro cerebro seguirá siendo la mejor computadora que existe. Además, su capacidad social tan única y tan nutritiva, es insustituible.