Eres bella cuando te muestras imperfecta

Nadie tiene el poder de decirnos lo que realmente es bello y lo que no. Por eso, nuestra luz interior debe brillar para nosotras mismas. Descubre qué caracteriza a esa bella esencia que nos caracteriza.
Eres bella cuando te muestras imperfecta
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 18 septiembre, 2021

Te vistes con ropa bonita y a la moda. Te peinas, haces dieta para adelgazar, utilizas cremas para disimular tus imperfecciones, tacones para parecer más alta, maquillaje para resaltar tu belleza. Pero lo realmente bello es lo que hay debajo de todo eso, eres tú, en tu infinita imperfección y belleza de mujer. Eres bella cuando te muestras imperfecta.

¿Quién decide lo que es bello? Nadie puede imponerte lo que significa la belleza, si eres bella o no. Por eso debes apreciar quién eres y que esa belleza que tienes la reflejes en todos los aspectos de tu vida, de tu existencia.

“La belleza del rostro es frágil, es una flor pasajera, pero la belleza del alma es firme y segura”

-Molière-

La perfección es agotadora

Si pensamos en todas las operaciones de cirugía estética, todos los tratamientos para no envejecer, parece que rechazamos la vejez, lo roto, lo que nos haga parecer imperfecta. La sociedad de consumo actual, de mujeres altas, delgadas y perfectas ha dejado atrás otros valores, la esencia de lo femenino, de la belleza de una mujer real.

Agota pensar todo el tiempo en cómo estar guapa, cómo satisfacer ese ideal de belleza que se nos impone desde pequeñas, que vemos en la televisión, en las revistas… Intentamos alcanzar un ideal que es imposible, que no es realidad, que nos impide ver lo bellas que ya somos. A causa de este ideal tan artificial emprendemos una búsqueda equivocada. Comenzamos el camino para llegar a una belleza impuesta en lugar de caminar hacia nuestro mundo interior. ¿Quién nos enseña a ser nosotras mismas?

La belleza y la fuerza de la imperfección

Los japoneses reparan la cerámica rota con un adhesivo fuerte y polvo de oro, así ensalzan la imperfección, en lugar de tratar de esconderla. Se piensa que cuando algo sufre un daño y se rompe, tiene una historia que contar, que lo hace más bello. Ese arte tradicional se denomina Kintsugi.

Si trasladamos esa idea a lo humano, deberíamos aprender a apreciar lo imperfecto, lo envejecido, con toda su sabiduría y con toda su fuerza. Deberíamos aprender a aceptarnos tal y como somos, sin tratar de impedir el paso del tiempo, que nos hace bellos, sabios y fuertes.

“La belleza de una mujer no está en la ropa que usa, la figura que lleva o en la forma que peina su cabello. Las chicas más felices son las chicas más guapas”.

-Audrey Hepburn-

Sobra decir que el ser humano envejece, pero en ocasiones -o en muchas ocasiones- no queremos aceptarlo. Las canas y las arrugas son parte de este proceso, ¿por qué ocultarlo? Vivimos en una sociedad que también oculta las señales del paso de los años. Es insuficiente que de jóvenes tengamos que estar obsesionadas con nuestra imagen, sino que tampoco podemos aceptar el paso de los años. ¿Qué pasaría si todas nos aceptásemos tal cual somos? Sin duda, seríamos mucho más felices.

Muestra tu fragilidad

Se considera que una persona perfecta no tiene derecho a llorar, a fracasar, a tener un cuerpo que no cumple los cánones de belleza, a mostrarse vulnerable, a tener miedo. ¿Qué clase de felicidad puede sentir una persona así? Es fundamental aprender a mostrar nuestra fragilidad. Lo que nos hace sentir frágiles es lo que nos puede acercar a los demás.

Podremos sentir miedo a mostrar nuestra vulnerabilidad, pero si no lo hacemos, no seremos nosotros mimos, no aprenderemos a mostrarnos tal y como somos. Pueden hacernos daño, pero es un riesgo que deberemos asumir para poder vivir de acuerdo a nuestra identidad.

La belleza imperfecta

Mujer mostrando sus imperfecciones
Poco a poco empieza a abrirse camino la idea de que lo bello no es una modelo muy delgada y muy joven. Lo bello es lo real, lo imperfecto, lo que deja ver el paso del tiempo. Se intenta hacer prevalecer valores como la autoestima, el sentirse bien y el ser diferente.

Pero es complicado hacer cambiar lo que se entiende por belleza, sobre todo porque la belleza es subjetiva, para cada uno de nosotros significa una cosa diferente. La belleza es imperfecta, es natural, no se tapa ni intenta ser lo que no es, no oculta los signos del envejecimiento, sino que aprecia su sabiduría y su historia y las muestra al mundo.

La belleza va más allá de un concepto estático, sino que radica dentro de cada uno de nosotros. Apreciar algo sin juzgar, sin prejuicios, puede acercarnos a apreciar la belleza de aquello que nos rodea. Cuando no nos vemos bellas es porque en nuestra mente hay juicios, condicionamientos… Si nos deshacemos de ellos, veremos la realidad tal cual es: nosotras. Cuando esto ocurre, descubrimos que la belleza va más allá de un maquillaje y que, en realidad, no hay más belleza que lo natural.

Muestra tu imperfección y aprende a ser bella

Por eso, tu belleza se ve cuando te muestras tal cual eres, cuando tu naturalidad sale a la luz, cuando no te escondes, cuando lloras y ríes, cuando tienes miedo y lo demuestras, cuando te sientes vulnerable y dejas que los demás lo vean, cuando te arriesgas a amar y a abrir tu corazón, cuando eres bella.

¿Hay algo más bonito que mostrarnos tal y como somos? Nos enseñan a escondernos, a maquillarnos, a taparnos, pero es necesario salir ahí fuera, desplegar nuestras alas y volar, porque mostrar la belleza real, es un acto de valentía.

“Aprendí que la valentía no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre el miedo. El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo”

-Nelson Mandela-


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.