Beneficios psicológicos de los videojuegos
Es común encontrar información sobre los efectos nocivos de los videojuegos en medios de comunicación y divulgación. Sin embargo, en numerosas ocasiones esta información está basada en afirmaciones sensacionalistas y no verificadas. Es por ello, y por el éxito de los videojuegos en sí, que el interés en investigar los beneficios psicológicos de los videojuegos está creciendo.
Los videojuegos son una de las principales opciones de entretenimiento para gran parte de la población a nivel mundial. Además, debido al avance de las tecnologías y la conectividad se puede considerar una gran porción de jugadores casuales. Alrededor del 30% se ha visto expuesto a juegos en tablets y un 70% en los teléfonos móviles.
Por otro lado, aunque los videojuegos tienen mayor éxito entre jóvenes adultos de alrededor de 30 años, cada vez la exposición es mayor durante la infancia. Así, se han desarrollado multitud de aplicaciones no sólo lúdicas, sino también educativas con un componente de gamificación.
Efectos de los videojuegos
Generalmente la investigación centrada en los videojuegos pretende resolver varias cuestiones:
- Efectos a largo plazo de la exposición a videojuegos.
- Si existen efectos positivos sobre la cognición, las emociones, la motivación o a nivel social.
- Si tienen efectos negativos por la visualización de violencia gráfica, si genera adicción, si disminuye el rendimiento académico, etc.
Dado que habitualmente se hace hincapié en los efectos nocivos, en este artículo se van a describir los principales beneficios psicológicos de los videojuegos.
Beneficios cognitivos
Atención
Este proceso cognitivo es uno de los más estudiados. La implicación de las redes atencionales durante el juego es necesaria para poder poner en marcha el resto de procesos. Así, se ha encontrado que los videojuegos mejoran la capacidad de atención, en general. De forma más concreta, el juego continuado está relacionado con una mejora de la atención selectiva, dividida y sostenida.
Por ejemplo, se ha observado que los no jugadores tienen, en comparación con los jugadores, una mayor activación del sistema de atención selectiva. Esto quiere decir, que las personas jugadoras requieren menos recursos para realizar una misma tarea, o bien que sus recursos con más eficientes.
Igualmente, el uso de videojuegos se ha relacionado con una mayor activación del ritmo theta de la línea media. Esta frecuencia electromagnética del cerebro está directamente relacionada con la atención focalizada. Por tanto, los videojuegos conllevan una mayor concentración que, además, parece incrementarse con la práctica.
Son interesantes también las diferencias que se encuentran según el tipo de videojuego. Por ejemplo, parece que los videojuegos de acción mejoran más la atención selectiva que juego de puzzle o estrategia debido a que requieren un ritmo más rápido y preciso.
Habilidades visoespaciales
Estas habilidades nos permiten percibir, reconocer y manipular estímulos visuales, así como coordinarnos y navegar en un espacio. Dado que los videojuegos son tareas interactivas y visuales, es de esperar que tenga un efecto sobre estas habilidades.
Por un lado, se ha encontrado que tanto en jugadores veteranos, como jugadores entrenados durante un período concreto, se produjo un aumento del hipocampo derecho. Esta zona del cerebro está ampliamente relacionada con las habilidades visoespaciales. Asimismo, usuarios de juegos de lógica o puzzle han mostrado incrementos en la activación de zonas relacionadas con la memoria espacial.
Control cognitivo
Durante el juego, es común encontrarse en situaciones en las que ha de elegirse una acción entre varias. Por ejemplo, en un momento dado debe interrumpirse una estrategia y elegir rápidamente otra, o manejar mucha información para avanzar en una aventura. Estas situaciones están monitorizadas por el control cognitivo, que incluye memoria de trabajo, inhibición y cambio de tarea o switching.
Así, debido al entrenamiento en videojuegos se han observado cambios en la activación de áreas relacionadas con el control cognitivo: corteza prefrontal, áreas parietales y ganglios basales.
No obstante, la activación depende de la dificultad del juego, edad, destreza y nivel de interés. Estos cambios parecen ser duraderos, ya que se ha visto que se siguen manteniendo incluso en estado de reposo. Es decir, mientras no se está usando un videojuego.
Es interesante que, además, según el género del juego, las áreas (y procesos cognitivos) que se activan son diferentes. Por ejemplo, con videojuegos de estrategia parece darse un aumento de la cantidad de información que se puede memorizar.
Los juegos 2D de acción están relacionados con una mejora de resolución de problemas y razonamiento. Y juegos de puzzle o brain training mejoran la memoria de trabajo.
Otros beneficios
Además de las mejoras en procesos cognitivos específicos, los videojuegos parecen tener un papel significativo en el aprendizaje procedimental. Concretamente, en procesamiento visoespacial, integración visomotora y planificación y ejecución motora.
Por otro lado, entre los beneficios psicológicos de los videojuegos también se encuentra un aumento de la motivación, la autorregulación, la autoconfianza y las habilidades sociales. Incluso, según el tipo de videojuego, puede incrementar valores como el trabajo en equipo, cooperación, autosuperación y respeto.
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