Boris Cyrulnik: "la época actual puede ser el preámbulo de una revolución"
Boris Cyrulnik fue el creador de un concepto que se ha repetido mucho en los últimos tiempos: resiliencia. Este neurólogo, psiquiatra, psicoanalista y etólogo francés también se ha sumado al grupo de intelectuales que analizan la situación actual y vaticinan lo que podría suceder en los próximos años.
Para Boris Cyrulnik las condiciones actuales permiten prever que habrá grandes cambios en el futuro próximo. Como buen teórico de la resiliencia, cree que las dificultades por las que atraviesa el mundo tendrán finalmente consecuencias positivas y que lo acontecido puede ser el preámbulo de una revolución, principalmente en las costumbres y los valores.
Los acontecimientos de 2020 han llevado a la humanidad a que encare directamente la idea de la muerte y a que experimente miedo en su sentido más genuino. Todo esto supone una alteración radical de lo que se llama “normalidad” y pese a que se busca que todo vuelva a la normalidad cuanto antes, lo sucedido dejará huellas que no se van a borrar, a juicio de Boris Cyrulnik.
“Pero después de cada crisis hay cambios culturales. Luego, vistos en perspectiva, los consideramos inevitables, aunque ahora lo que nos llega es confusión y desconcierto”.
-Boris Cyrulnik-
Boris Cyrulnik y la vulnerabilidad
En opinión de Boris Cyrulnik, la modernidad ha hecho muy vulnerable a la humanidad. Al respecto hay que decir que, al mismo tiempo que esto ha ocurrido, la sensación que parece haber primado en las últimas épocas es exactamente la opuesta. Es decir, que los avances de la ciencia y la tecnología, así como la evolución de los sistemas sociales, hicieron creer que la humanidad era invulnerable.
Cyrulnik señala que tal modernidad ha mejorado las condiciones materiales, pero también ha generado situaciones que no está en capacidad de controlar. Por ejemplo, dice, las pantallas hacen mucho más fácil la interconexión, pero al mismo tiempo empobrecen las relaciones y dañan la psique. Así mismo, hay mayor esperanza de vida, pero aumentan las enfermedades degenerativas.
Boris Cyrulnik indica que toda catástrofe trae consigo el mensaje de que el ser humano es vulnerable. Este tipo de situaciones muestran, a veces de manera brutal, que no se tiene todo bajo control. Lo que suceda después depende del manejo que se les dé a estas situaciones. Si una catástrofe provoca un caudal elevado de desgracia, es más probable que tras ella se produzca una gran revolución.
El límite que tranquiliza
A diferencia de otros analistas, Boris Cyrulnik piensa que las restricciones impuestas en varios países del mundo, durante los últimos meses, son un código prohibitivo que tranquiliza. Se trata de un código de supervivencia: debes hacer esto, o no debes hacer aquello para tener mayores probabilidades de sobrevivir. Aunque se trata de restricciones, estas reducen la ansiedad que provoca el peligro.
Cyrulnik indica que en condiciones de extrema liberalidad y facilidad hay más suicidios, precisamente porque los límites son muy difusos y esto resta sentido. Lo prohibitivo, en cambio, es “una estructura afectiva tranquilizadora”. Esto es distinto a una dictadura, en donde básicamente todo requiere una autorización y desaparecen los derechos.
Lo desconocido y peligroso provoca una especie de agonía emocional. La prohibición pone límites a esa angustia y por eso, al menos en principio, es positiva para la gente. Lo resisten mejor quienes tienen más confianza en sí mismos, más capacidad de emplear el lenguaje para expresar lo que piensan y sienten y los que tienen alguien a quien decirle todo eso.
¿Una revolución en ciernes?
Después de las catástrofes hay procesos de evaluación para establecer las causas o los factores que la produjeron. El objetivo es impedir que esto vuelva a ocurrir y para eso es necesario hacer cambios, más radicales en la medida en que más devastadoras sean esas situaciones. Lo que ha vivido y vive la humanidad llevará también a varias transformaciones.
Reanudar la vida después de un desastre supone replantear la realidad. La situación actual no solo ha dejado en evidencia la vulnerabilidad biológica de los seres humanos, sino también de las fallas del sistema para responder a las catástrofes. Hay una crisis económica en evolución y esta también llevará a sus propias reflexiones y sus propios replanteamientos.
Seguro que vendrán cambios, dice Boris Cyrulnik. También asegura que estos serán profundos y tendrán que ver principalmente con los valores y las expresiones de estos a través de las leyes.
Augura que se reforzarán los apegos afectivos, principalmente en pareja y en familia. También se discutirán las mejores maneras de volver a vivir juntos en comunidad. Cada realidad ha quedado cuestionada y no será la misma de aquí en adelante.
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- De Agüero Servín, M., & Cyrulnik, B. (2020). De certezas e incertidumbres. La tecnología como una manera de crear y transformar la educación y la sociedad.
- Revista Digital Universitaria
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